In which they meet! ୨୧*⋆

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 Louis y Harry (4 años de edad)

Historia corta

Idea original.

 Muchas gracias a innerartsy por permitirme traducir su  maravillosa historia. Todos los créditos a ella y muchas gracias a ap0logies por ayudarme a traducir.

'' ¡Mamá!" Un Harry de cuatro años se quejó, estando más furioso cada segundo.

'' ¡Ven harry bebé! '' Anne gritó desde la cocina, mientras revolvía los cajones para encontrar un recipiente de plástico.

Aparentemente Harry había llevado dos galletas a la escuela la semana pasada y él es tan dulce que las había compartido con todos sus amigos, aunque sólo habían dos galletas, él  quiso dar a cada uno una pequeña parte, no preocupándose por los pequeños añicos que quedarían para él más tarde. Sus amigos le rogaron que le dijera a su madre que horneara galletas para todos ellos, así que lo primero que Harry hizo ese día fue decirle a su madre lo fantásticas que eran sus galletas y que él quería que hiciera galletas tanto para sus amigos como para él, con lo cual Anne estuvo de acuerdo.

"Mamá es tarde," Harry miró el reloj. No puede leer lo que dice, por lo que frunce el ceño. "¡El grande está en el doce  y el pequeño en el siete!"

Anne rió porque ella había estado tratando de enseñar a Harry cómo leer el reloj, pero el chico siempre decía una excusa como que tenía ganas de ir al baño o que olvidó alimentar a su gato Dusty para salir corriendo.

" ¡Todavía tenemos treinta minutos, bebé!"

"Pero mamá, ¡treinta minutos es mucho tiempo!" Harry se quejó.

Anne suspiró finalmente, renunciando a buscar el contenedor de plástico grande que estaba buscando y sólo sacó lonchera de cacahuetes del pequeño Harry y lentamente empezó a poner las galletas en el interior de una en una.

Al final quedó una galleta y no había manera posible  de que ella pudiera caber dentro de la caja de almuerzo sin romper las otras galletas.

''¿Si falta una galleta haría daño?'' Anne pensó y luego asintió cerrando la caja con cuidado y la puso dentro de la pequeña mochila de Ed, Edd y Eddy de Harry.

"¡Bien harry-beary, vamos!" Anne arrulló mientras salía de la cocina sosteniendo la mochila del pequeño chico de cuatro años de edad. 

Harry sonrió consiguiendo levantarse rápidamente de la silla y corrió hacia Anne, pensando que iba a besarla, Anne se arrodilló, pero Harry  rápidamente sacó la mochila lejos de ella y la abrió para comprobar si las galletas estaban dentro.

Anne se rió entre dientes. "No te preocupes amor, las he puesto en el interior."

" ¿Todas?"

"Todas" Anne dijo olvidándose de la galleta que había dejado en el mostrador, la que no cabía en la caja.

;;

Anne tomó el rostro de Harry y besó sus mejillas, frente a lo que él murmuró ''ew''  y luego se fue a casa. 

Harry por otro lado, en el momento en el que entró en su escuela fue bombardeado por sus compañeros de clase que se mantenían preguntando si había llevado las galletas mágicas o no.

Harry asintió diciendo a todos que si y todo el mundo aplaudió, ¡incluyendo el maestro, quien amaba en secreto las galletas recién horneadas de Anne!

El recreo aún no llega, pero en el momento en el que la campana sonó indicando que la clase de dibujo había terminado, todo el mundo dejó de hacer lo que estaba haciendo para ir hacia Harry.

Harry sonrió sintiéndose popular y luego, lentamente, se levantó tirando de la cremallera de su mochila  y luego la abrió revelando su lonchera de cacahuates.

Todo el mundo estaba literalmente embobado mirando la lonchera que Harry estaba abriendo lentamente,  el sólo de pensar en las deliciosas galletas, la boca de todos se hacía agua.

En el segundo en el que Harry abrió la caja todo el mundo se quedó sin aliento porque la caja del almuerzo tenía casi treinta galletas dentro. Mientras que algunos babeaban, otros estaban lamiendo sus labios haciendo un sonido de 'sorbo', y otros sólo tenían sus dedos dentro de su nariz.

" ¡Para todo el mundo!" Harry sonrió y luego toda la clase fue de pánico, todos levantaban su mano hacia Harry, quien amablemente colocaba una galleta en la mano de todo el mundo, asegurándose de que nadie le haya faltado. 

En poco tiempo todas las galletas habían desaparecido, a excepción de la que pertenecía a Harry.

Harry miró alrededor de la clase y vio a todos comiendo  las galletas impresionantes de su mamá y luego miró a la galleta que quedaba en la caja de almuerzo, sintiendo  que su  boca  se hacía agua .

Cogió la galleta y cerró la caja de almuerzo de manera segura, manteniéndola dentro de la bolsa.

Volvió a sonreír, abrió mucho la boca porque la galleta estaba cerca. El chico estaba a punto de tomar un bocado cuando alguien tosió a su lado.

Harry levantó la vista para ver al chico tímido y  tranquilo de su clase, el que nunca solía hablar con nadie, el que sólo jugaba con un pequeño conejito blanco que llevaba delante de él y tenía sus pies cruzados mirando hacia abajo.

" ¿Eres  el chico de las galletas?" preguntó el chico.

"Sí" Harry rió por el  apodo ''soy el chico de las galletas''.

"¿Te queda alguna galleta?" preguntó el niño mirando hacia arriba por primera vez. Su ojos y los ojos de Harry entraron en contacto y Harry no sabía qué le pasaba, sentía un montón de mariposas en su panza.

Harry miró a la galleta en la mano, la que estaba a punto de comer y luego al chico moviendo lentamente la cabeza frunciendo el ceño un poco.

"Oh..." el chico de pelo castaño habló en voz baja esta vez y luego sonrió un poco, girando lentamente.

"¡Pero espera!" Harry habló, consiguiendo levantarse rápidamente de su silla. "¡Podemos compartir!"

"¿En serio?" el chico habló, de repente sonrió y Harry asintió sonriendo también.

Antes de que el chico pudiera reaccionar, Harry tiró de sus brazos y lo sentó en la mesa del almuerzo en donde él estaba. Harry se giró rápidamente y se sentó en la silla de al lado.

'' ¡Ten!" Harry dijo partiendo la galleta en dos partes, e intencionalmente rompió una de las partes más grande que la otro, pero no para él, era por el nuevo amigo que supuestamente había hecho.

Louis le dio las gracias en voz baja sonriendo y tomó la galleta rápidamente, metiéndola dentro de su boca.

Harry rió por  la forma en la que Louis hizo eso, su boca se hizo tan grande y los bordes de la galleta sobresalían, mientras luchaba por comer la galleta.

Una vez que ambos terminaron su galleta, Harry miró al chico que estaba limpiando su cara y espolvoreando las migas de galleta que se habían caído de su boca.

Harry rió. " ¿Te gustan?"

"¡Sí!" el muchacho chilló porque las galletas eran muy deliciosas, sin mentir. " ¡Soy Louis!" habló moviendo su mano hacia adelante.

"Hola lou-eh, ¡soy Harry!" Harry rió tomando la mano de Louis en la suya, agitándola.

"No" Louis hizo un puchero " ¡Eres mi chico de las galletas!"














Cookie boy ୨୧ larry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora