Mil Tormentas (Remus y Tonks)

Parte 8

Habían pasado dos días desde que encontraron a Tonks. Nadie comento nada más del ataque, sin embargo, varios miembros de la Orden venían a verla como Kingsley y Moody.

Molly se encargaba de cambiar los vendajes y seguir colocándole el díctamo. Para gran satisfacción se dio cuenta que la gran mayoría de las marcas de los dientes se habían ido y solo quedaban las que al parecer hicieron con más fuerza.

Ni Remus ni Sirius se apartaban de Tonks. Remus cada vez que terminaba su horario de trabajo volvía con Tonks para seguir con ella sin apartarse ni un segundo de su lado, a pesar de que Tonks aun estuviera inconsciente.

Sirius por otro lado se mantenía casi día y noche a su lado esperando a que despertara, sin embargo eso no sucedía.

Al cuarto día del ataque Tonks seguía sin despertar, por otro lado su cuerpo casi estaba intacto, ya no se notaban quemaduras gracias a la poción de Mcgonagall. Sus cortes habían desaparecido casi al cien por ciento, solo quedaba uno en su muslo izquierdo, su hombre y su abdomen el cual era el más profundo. Aun se podían visualizar algunas mordidas pero eran escasas y casi desvanecían.

Ese día era el juicio de Sirius. Kingsley le había dicho a Remus que no fuera para no levantar sospechas ya que le toco descanso.

Molly había ido a la madriguera unas horas y Arthur tenía que trabajar así que en la casa solo quedaban Remus y Tonks.

Remus observaba a Tonks mientras tomaba su mano, esperando a que ella despertara. La veía contemplando cada parte de su rostro, su piel blanca y cremosa, su cabello constantemente cambiando de color, sus pestañas largas y dobladas, sus labios rosados y carnosos que tanto le gustaban a él y aún más le gustaba besarlos. Remus se preguntaba cuánto más tenía que esperar para que sus ojos se abrieran.

En un momento a otro sintió un leve apretón en su mano- Tonks...-llamó mientras se acercaba a ella esperando a ver que más hacía. Tonks hizo una mueca de dolor y de repente abrió los ojos, igual de grises y profundos como los recordaba.

- Remus -dijo ella en un susurro al verlo un poco confundida.

- Tonks -dije el sonriendo- Despertaste -dijo acercándose más a ella

- Supongo que estoy muerta y tú eres un Ángel -dijo ella con voz débil y ronca.

- Claro que no has muerto -dijo dándole un beso en la frente y Tonks aspiró el perfume de aquel hombre que tanto amaba.

- Acabo de comprobar que no -dijo y sonrió débilmente- ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? -pregunto ella intentando sentarse para ver mejor a Remus- Estoy bien -dijo cuando vio como Remus se apresuraba a ayudarla

- Bien. Luego de que te atacaran te trajimos a Grimmauld Place para curar tus heridas -dijo y en ese momento Tonks palideció

- ¿Quién las curo? -dijo con miedo. Remus recordó las palabras de Dumbledore.

- Molly y yo -dijo y en ese momento vio que los ojos de Tonks se empezaban a cristalizar. Empezó a comprender porque cuando vio como ella trataba de esconder una de las mordidas que tenía en su brazo.

- Remus lo siento -dijo y su voz empezó a cortarse- Yo... No quería -dijo y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas- Yo Inten-té defenderme... P-pero ellos  -decía entre sollozos mientras se hacia una bolita y bajaba la mirada- En verdad Lo siento -dijo mientras sorbía su nariz.

- Shhh Tranquila -le dijo mientras intentaba buscar su mirada- Mirame -le pidió pero ella negó con la cabeza -Por favor Tonks mirame -volvió a pedirle pero ella seguía negando. Remus odiaba verla así, odiaba verla llorar.

Sabía que Tonks era una mujer fuerte y eso era una de las cosas que más le gustaba de ella, pero en ese momento la vio débil, la vio vulnerable y sintió unas enormes ganas de protegerla.

Se sentó en la cama justo a su lado y la abrazo. De repente sintió como Tonks lo abrazaba y escondía su rostro en su pecho. Dejo que ella llorara todo lo que tenía que llorar mientras acariciaba su espalda y su cabello dejando uno que otro beso en su frente. Después de unos minutos Tonks se tranquilizó, sin dejar de abrazar a Remus.

- Mirame -le pidió nuevamente pero Tonks volvió a negar con la cabeza- Por favor -decía pero ella seguía negando- Mi Cielo -le dijo mientras tomaba su mentón para poder vela. La vio con ternura, acariciando sus húmedas mejillas y viendo directamente a sus ojos rojos e hinchados.

- Remus como lo siento -dijo viendolo a los ojos

- Tú no me hiciste nada. Lo que paso no fue tu culpa amor -le dijo Remus acariciando su rostro

- Si pero lo que me hicieron...-

- Lo que te hicieron me molesto, me hizo hervir la sangre, me enojó enserio -dijo Remus con semblante serio- Pero no fue tu culpa. Estoy realmente enfadado con ellos pero no contigo Tonks, no con mi Ángel -le dijo haciendo que Tonks sonriera- No sabes cuanta falta me hacia ver tu sonrisa, tus ojos, tus mejillas, tus labios -dijo y sin poder resistirse más la beso, un beso despacio y tranquilo, sin prisas.

- Te extrañaba -le dijo Tonks acariciando su labio inferior

- No tanto como yo -contesto él

- Lo dudó -le susurró y volvieron a besarse esta vez con más desespero que el anterior. Remus no se atrevía a tocar mas aya de su cintura mientras que Tonks mantenía sus manos en su pecho. Seguían el beso deteniéndose solo para tomar aire.

- ¿Remus como sigue To...nks....-pregunto una voz entrando de golpe en la habitación haciendo que los dos se asustaran y se separaran sin dejar de abrazarse.

- Sirius...-le reclamó Remus

- Lo siento Tortolitos, no pensé encontrarlos en esas... Circunstancias -dijo sonriendo con picardía

- Hola Sirius -saludo Tonks sonriendo

- Sobrinita mía -dijo y se acercó para abrazarla mientras que Remus se bajada de la cama- Me alegra que te encuentres bien -le dijo sonriendo

- ¿Y a qué se debe tanta elegancia? -le preguntó Tonks viendo a Sirius vestido de una manera mucho más formal que de costumbre

- Veo que Lunático y tú estaban muy ocupados como para que te contara lo que ocurre verdad -dijo riendo pícaramente- Pero bien, te contaré. Resulta que los aurores llegaron y vieron a todos los mortifagos junto con Pettigrew entonces lo anunciaron en El Profeta y prácticamente obligaron a Cornelius a un juicio justo para mi. De hecho de ahí vengo. Pettigrew confesó todo -dijo sonriendo a lo que Remus y Tonks sonrieron también

- Sirius, me siento tan feliz por ti -le dijo Remus dándole un abrazo amistoso.

- Tío no sabes lo Feliz que estoy. Sabía que la verdad saldría a la luz tarde o temprano. ¡Felicidades, eres libre! -decía Tonks mientras abrazaba a Sirius.

- Todo gracias a ti. No tengo como pagarte todo lo que hiciste por mi -dijo Sirius- Gracias a ti soy libre -agradeció Sirius.

- No hay nada que agradecer -dijo Tonks

- Ustedes dos dejen que Tonks des...-dijo una voz- ¡Oh! Tonks -chilló Molly llena de felicidad y abrazo a Tonks. Luego llegaron algunos otros miembros de la Orden saludando a Tonks y felicitando a Sirius.

Luego de la cena, la cual Tonks recibió en la habitación junto a Remus, todos fueron a dormir prometiendo que festejarían la libertad de Sirius cuando Harry estuviera con él.

Remus se quedó con Tonks mientras le contaba lo que había pasado en su ausencia en el mundo mágico. Luego de eso durmieron abrazados como solían hacerlo antes y sintiéndose nuevamente completos al estar juntos otra vez.

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¡Hola!
Espero que les este gustando la historia. Me encantaría saber que piensan de ella y prometo que actualizare entre hoy y mañana.

Los quiere
Mady