- ¿A dónde vamos?- Preguntó intentando aparentar diversión, cuando en realidad estaba tratando de mantener a raya su mente de perfiladora.
- No seas curiosa- Dijo él con una sonrisa dibujada en la cara- Ya te lo he dicho, es una sorpresa.
- No me gustan las sorpresas- Refunfuñó en su asiento, mientras veía pasar rápidamente a su lado los árboles, las señales de tráfico y los carteles de publicidad. Tras la última señal que indicaba civilización, tomaron un desvío a la izquierda, justo antes de esquivar un enorme cartel de publicidad de un perfecta mujer, exhibiendo su perfecto cuerpo, con una no tan perfecta cerveza en su mano.
Aún subieron por la pendiente unos diez minutos más, hasta que aparcaron en una zona despejada, bordeada por un pequeño bosquecillo, en la parte alta de la ciudad.
- Espera, cierra los ojos.
Controlando de nuevo su instinto de salir huyendo, suspiró e hizo lo que le pedía. Escuchó abrirse la puerta del maletero y tuvo que tranquilizarse recordando que estaba con un agente del F.B.I. Lo oyó como manipulaba algo en la parte de atrás, y volvió a cerrar la puerta. Luego silencio durante unos instantes, hasta que finalmente notó que su propia puerta se abría.
Cuando abrió los ojos, allí estaba él, Jason Williams, su cita de esta noche, alentada por J.J. y García. Siguiendo el juego, Emily tomó su mano, manteniendo la otra detrás de su espalda, y se dejó guiar hasta la manta que había colocado en el suelo, junto con una cesta de picnic, y dos botellas de vino en una hielera. Cuando Emily, sorprendida, volvió su vista hacia él, se encontró con su sonrisa y dos copas en la mano que había mantenido oculta.
- ¡Vaya!- Exclamó ella, gratamente sorprendida- Debo decir que estoy realmente impresionada.
- No estoy segura de si debo tomarme eso como un cumplido- Se burló él.
Emily le dirigió una tímida sonrisa.
- Lo es. De veras, Gracias.
Después de todo, la cita parecía que iba a ser mejor de lo que ella había esperado. Eso era lo bueno de que últimamente fuera tan negativa. Las cosas sólo podían mejorar.
La comida era frugal, pero el vino era abundante. En un par de horas, se habían tomado entre los dos ambas botellas. Emily se quedó ensimismada durante unos instantes, sintiendo la suave brisa sobre su piel mientras contemplaba las luces de la ciudad, a lo lejos. Por primera vez, en mucho tiempo, se permitió relajarse.
Notó que Jason se acercaba a ella, y la tomaba de la mano. Emily le dirigió una sonrisa de agradecimiento. Realmente parecía que comenzaba a recuperar su vida. Luego, la mano de Jason rozó, como por descuido su cintura, y aunque Emily se sobresaltó un poco, volvió a poner en una esquina su desconfianza. Pero de forma no tan descuidada, su mano comenzó a subir hasta su pecho, por el interior de su blusa. Ella se apartó instintivamente, mirándolo de frente.
- Oye, ¿qué haces?- Le reclamó sin acabar de creer lo que estaba pasando.
- Nada.. pensé que te gustaba- Dijo él en tono sugerente.
En dos segundos, Emily Prentiss recuperó toda su capacidad de perfilación, y se dirigió a él con gesto serio.
- Y yo que esto era solo una cena.
Él volvió a acercarse hacia ella, aún sentados los dos sobre la manta.
- Vamos, Emily, no finjas que no quieres esto.
- No finjo, Jason, así que para- Le espetó sin asomo de duda, para que le quedara claro.
Pero parecía que tenía problemas de oído. La agarró con fuerza por la cintura, inmovilizándola. En ese momento Emily comenzó a darse cuenta de la gravedad del asunto. No estaba con cualquier hombre, estaba con un agente de FBI, entrenado tan bien como ella, y además, la superaba en fuerza.
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AVE FENIX
RomanceEmily tiene la cita perfecta, al parecer, con el hombre perfecto. Pero cuando las cosas salen peor de lo que hubiera imaginado, se ve obligada a pedir ayuda a su mejor amigo. Demily. No soy dueña de mentes criminales, solo utilizo sus personajes por...