EL CHICO NUEVO

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Elena, chica de cabellos color café, era una chica con un caracter de líder y princesa, asi que decidieron mudarze a la ciu-
dad de Filadelfia. Así que dejó en Los Ángeles todo lo que tubo en su vida durante 10 años.
Llegando a Filadelfia estubo allí durante 7 años. Asi que solo le faltaba un curso de escue-
la y terminaria la secundaria. Una vez termina-
da su secundaria, se mudaria a la ciudad de Pa-
ris en Francia para un trabajo de actriz y mo-
delo de su madre.

Estaba llegando a la escuela cuando ve a su a-
miga caminando por la calle. Su amiga era la hija de una modelo famosa. Eso hacia la amis-
tad entre ellas dos.
Llegó a la escuela y se sentó junto a su amiga esperando al profesor entrar al salón. Cuando entró, los nombró a todos con un portafolios en la mano. Cuando terminó, abrió la puerta siguiendose con las palabras "ahi un alumno nuevo en la clase". Dichas estas palabras, abrió del todo la puerta dejando entrar a un chico de cabellos castaños.

-chicos...este es Gitachi -dijo el profesor
-ehhh...¿en donde me siento? -preguntó miran-
do a los alrededores
-sientate ahí muchacho -dijo el profesor señala-
ndo un lugar junto a Melisa
-esta bien -dijo el dirijiendose a su lugar

El profesor daba las clases de matematicas mi-
entras que Elena hablaba con su amiga Monika a escondidas.

-¿qué crees del nuevo? -preguntó su amiga
-que es horrible -dijo friamente Elena
-¿en serio? A mi me parece lindo -dijo miran-
dolo a escondidas
-¿lindo?¿el? Vaya Monika, caiste muy bajo -dijo Elena soltando una pequeña risa
-no digas eso, seguro que es tierno -dijo miran-
dolo tiernamente
-como tu digas -dijo Elena desviando su mirada

El profesor acabó con las clases haciendo que los alumnos salieran rápido del salón. Entre la multitud de alumnos, Elena se alejaba, hasta que Gitachi llamó su atención gritandole.

-¡¡Elena!! -gritaba repetidamente
-¿qué? -preguntó Elena mirandoló seria
-¿me firmas aquí? -dijo el poniendo una hoja de papel en su cara
-no, no firmo autografos -dijo alejandose de el
-por favor -dijo insistiendole
-a ver...Gitachi, ¿no? Dejame en paz -dijo aleja-
ndose de el
-bueno -dijo desepcionada- quejona -murmuró
-¿qué dijiste? -preguntó sarcasticamente
-nada -dijo el haciendo un puchero
-miren, uno que quiere problemas -dijo ella cruzandose de brazos
-ahi, lo siento "su majestad" -dijo el haciendo una reverencia
-no te vuelvas a meter conmigo estupido -dijo ella enojada
-entonces vete -dijo el haciendole señas para que se vaya del lugar

Ella enojada se dirije a Monika y comienzan a charlar un rato hasta que vuelve su paciencia y cordura al cuerpo.
  Gitachi, no conocia a nadie, asi que solo se acercó a Dante y comenzaron a charlar sobre sus gustos y peliculas. Empezaron una amistad. El empezó a contarle su pelea con Elena.

-amigo, nunca te metas con ella, no sabes en lo que te has metido -dijo el
-¿qué me va a hacer esa? -murmuro enojado
-una vez le dije estupida y no me dejó en paz por todo el año escolar -susurró Dante
-ahi dios mio, ya explote -le dijo Gitachi
-¿qué más le dijiste? -le preguntó Dante preo-
cupado por Gitachi
-nada, pero para ella un sarcazmo seria una amenaza -dijo Gitachi

Los interrumpió la campana para volver al salón de clases. Cuando entraron estaba la pro-
fesora de ciencias para enseñar experimentos químicos.
  La profesora escribió el ejercicio en el pizza-
rrón, sacó de un armario unos tubos de ensayo y materiales y por último empezó a juntar en parejas a todos.

-Melisa con...Monika -dijo haciendo que las dos se tiren una mirada de asco- Gitachi con...Elena -dijo ella
-¿¿¡¡qué!!?? -gritamos los dos, haciendola eno-
jar por la interrupción
-nada de gritar ni qué, trabajaran juntos o se sacaran una mala nota -dijo enojada.

Los dos nos miramos haciendo un puchero y girar la cabeza al cruzar nuestras miradas. Los dos mandaron una mirada fulminante a la pro-
fesora.
  Cuando la mujer lo indicó, los alumnos empe-
zaron a hacer los trabajos. Los dos se juntaron en una mesa con los materiales ya en ella. Y comenzaron.

-mira...solo por estar contigo no vamos a hacer-
nos amigos ni nada por el estilo -dijo ella
-... -Gitachi la ignoró completamente mientras leia lo que tenian que hacer- esto verde aquí, y esto amarillo en ese -haciendo la convinación de materiales
-bien...cuando tengan una reacción naranja co-
mo esta, llamenme -dijo señalando un tubo de ensayo con un líquido naranja

Los dos empezaron a hablar sin darse cuenta, cuando Elena se rió de un chiste de Gitachi, echó demaciado líquido al tubo haciendo que todo se derrame y la mujer les llame la aten-
ción.
  Castigados, los mandó a los dos fuera del sa-
lón y estos se quedaron allá afuera. Elena mi-
raba al pasillo mientras que Gitachi miraba un cartel de la pared.

-"sorteo el viernes" -repitió- "se sortea...una television, una computadora y un viaje secre-
to" -prosiguió el
-eso es fácil de comprar -presumió Elena
-no todos son como tu con dinero -dijo Gitachi haciendo un puchero y mordiendose el labio
-esta bien pobre -dijo ella riendo
-... -el la ignoró
-era broma -dijo ella dandole un golpecito

Gitachi se quedó callado hasta que volvieron a entrar al salón. Cuando terminaron las clases de ciencias, Elena perseguia a Gitachi por la entrada gritandole a lo lejos.

-¡hey! -gritaba ella, persiguiendolo
-¿qué quieres? -preguntó el con mala cara
-era solo una broma, dejame en paz -dijo el de-
jandola plantada
-... -quedó callada mirando como se alejaba de ella

Ella estaba confundida. ¿Por qué lo perseguia por una estupides? Se preguntaba a si misma.
  No era amor, pero le caía bien ese chico, al-
guien que se le enfrentara le agradaba. Asi que quizo hacer las pases con el, pero la terminó ignorando.

A la mañana siguiente, ella despierta y va a la escuela como cada día. Esta vez fue caminando tranquilamente. Y se cruzó con Gitachi cami-
nando en la otra ascera.
  El no se percató de ella, solo siguió su camino hasta la escuela. Ella cruzó la calle y fue por sus espaldas hasta acercarse lo suficiente como taparle los ojos.

-¿quién es? -preguntó sacandose las manos de los ojos
-hola -dijo Elena
-ah, hola linda -dijo el sonriendole
-¿linda? -preguntó ella mirandolo entrefijo
-bueno...hola fea -dijo el riendose
-bueno, bueno, linda... -dijo ella haciendo un puchero que sacó una risa de Gitachi

Los dos caminaron juntos hasta la escuela. Al llegar se meten al salón como si nada hubiese pasado.
  Elena se sentó junto a Monika, mientras esta miraba a Dante con cierta timidez. Y Gitachi se sentó junto a Melisa como lo hizo ayer.

-¿sabes algo Moni? -preguntó sarcastica- igual tal vez estar con Gitachi podria ser interezante -dijo sonriendo maliciosamente
-si claro -dijo su amiga enbobada con Dante

Tubieron clases de arte. Cada uno haria algun paisaje con pintura. Mientras se ponian unos uniformes de tela fina, Dante empezó a pintar junto a Gitachi.
  Estos dos dibujaban paisajes hasta que se des-
de el fondo se acerca Elena para molestar a Gitachi. Ella ve la playa que Gitachi estaba di-
bujando y suelta una risa.

-¿de qué te ries? -preguntó el aguantandose una risa por su dibujo de rayas horizontales indicadas como arena y mar.
-es horrible -dijo soltando una carcajada
-tu lo eres -dijo el metiendo su pincel en el pote de pintura
-¿te viste en algun espejo? -preguntó ella rien-
dose mientras lo señalaba
-no porque se rompió viendote -dijo el

Empezaron a discutir a risas llamando la aten-
ción de todos. Hasta que en un insulto, Gitachi suelta una risa fuerte y le tira pintura a Elena.
  Ella se calló y todos miraron sorprendidos, mientras Gitachi seguia riendo. Con una man-
cha azul en su cara, Elena empieza a reir y le tira a Gitachi un pincel con pintura verde que cayó en su cabello castaño.
  La clase no podia evitar no ignorarlos con las risas y los revoleos de ambos. La profesora no se enteró de nada, ya que no estaba en el salón de clases. Estos terminaron cuando esta entró y los vió llenos de pintura. Pero de suerte, no sospecho nada y siguieron con la clase.
  El día terminó rápido, y todos despejaron el edificio en un abrir y cerrar de ojos. Gitachi y Elena ya se llevaban bien, y eso que solo eran 2/365 días.
 

AMOR ENTRE CELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora