Una bella mujer veía como si fuese la cosa más interesante como un hombre de cabello negro como su mirada hacia un caliente café con una máquina -cuando hace frío no hay nada mejor que una bebida caliente - el hombre le sonrió El corazón de la mujer dio un brinco, comenzó a sentir sus mejillas arder -Hinata ¿estas bien? La mujer al no estar acostumbrada a ese trato y al nombre no reaccionó -Hinata - el hombre le tocó el hombro levemente haciéndola volver en si -a.. Amo yo...... - el cuerpo de la mujer quemaba en Pasión pero no sabía cómo expresar aquello a su amo, ella no debía pedir nada ella solo existía para obedecer y complacer a su amo -pasa algo? - el hombre la miro de cerca, su rostro estaba rojo, ella mordió levemente su labio inferior sin duda era sexy y su rostro que no demostraba cuantas cosas lascivas y sucias había realizado le daban un toque inocente - amo.... Yo... Lo siento - la mujer se puso de rodillas en el frío piso e inclinó su cabeza -Hinata - el hombre la miro desde el sofá sentado, el rostro de la bella esclava demostraba lo que deseaba y el se lo daría - suplica - su voz cambio a una voz autoritaria, sus ojos tenían un brillo apenas perceptible, un brillo que demostraba cuando ansioso estaba por dominar a aquella mujer -a.. Amo por favor - la mujer se Quito la poca ropa que le había proporcionado su amo, se arrodilló frente a Su amo. El hombre con fascinante expresión extendió su mano frente a la chica y sin siquiera explicar lo que deseaba que hiciera, la mujer beso esa mano -amo - su voz fue seductora, el hombre ya no podía ocultar su erección en ese pantalón de tela fina, deseaba castigarla, llevarla al éxtasis, la deseaba a ella -de pie La mujer se levantó y dejó al hombre ver su cuerpo desnudo, sus pezones se veían hermosos pero no lo suficiente, el hombre salió de la habitación y a los pocos minutos volvió con unos juguetes que el creyó quedarían hermosos con su esclava -quieta, no hables - la esclava hizo caso, el hombre tomó unas pinzas para pezones* que se unían con una pequeña cadena, las colocó en los senos de la mujer -quiero que te pongas de rodillas y con los codos al suelo levantando el trasero - ordenó el hombre y al instante la mujer cumplió la orden, el hombre se colocó detrás de la mujer, escucho un "tup" Señal de que había abierto una botella de lubricante tal vez, colocó un poco de lubricante en sus dedos y paso los mismos por la entrada apretada y rosada de la mujer, ella se estremeció levemente recibiendo una nalgadas por parte de su amo -no te muevas - ordenó nuevamente el hombre Paso varias veces por esa entradita que comenzaba a contraerse, el hombre Quito sus dedos y colocó un tapón anal* en la esclava, lo fue introducido poco a poco haciendo que fuera difícil a la mujer el mantenerse quita y callada como le fue ordenado. Una vez que todo el juguete estuvo dentro el hombre comenzó a besar los glúteos de la mujer, ella no podía resistir eso, su cuerpo quemaba en Excitación quería sentir a su amo dentro suyo El hombre bajo su pantalón dejando su virilidad cerca de la húmeda intimidad de la esclava, paso su miembro por la intimidad de la mujer por un momento pensó en embestirla y sentir esa cálida sensación en su miembro pero tuvo una mejor idea, volvió a subir sus pantalones y se levantó, fue a una habitación dejando sola a la esclava que comenzaba a cansarse en esa posición sobre todo con aquel objeto dentro suyo, escucho pasos que se acercaban a ella El hombre paso sus largos dedos por el redondo y suave trasero de la mujer, dio una palmada dejando sus huellas en esa piel blanquecida -perfecto La sumisa sintió placer al escuchar esas palabras de la boca de su amo, un golpe con algo duro y frío la hizo estremecerse dejando salir un gemido suave, otro golpe fue a sus nalgas que comenzaban a tener un color rojizo, cada golpe hacia que el tapón anal se moviera y tocará dándole el sensación de placer Una vez que los golpes dejaron de llegar sintió como era embestida por su amo, su interior estaba siendo llenado por su amo, se sentía completa, sentía un placer que le pareció indescriptible.
Era casi medio día la dulce sumisa estaba siendo mimada por su amo, el hombre la llevó al baño y abrió la llave de la regadera para sentir la temperatura del agua -amo.... ¿Porque es tan bueno conmigo? El hombre se quedó en silencio, metió a la sumisa al chorro de agua y comenzó a lavarle el cabello, después de un rato de estar lavando cada parte del cuerpo de la mujer frente a el cerro la llave de la regadera, puso una suave toalla al rededor del cuerpo de la mujer -me gustaste desde la primera vez que te ví en ese lugar, eres la inocencia propia La mujer no entendió aquello y se dejó hacer por su amo. Una vez que estuvo limpia y seca el hombre le colocó una camisa grande y larga para su cuerpo, ambos tomaron su desayuno que más bien parecía almuerzo tranquilos -cariño llegue - la voz familiar de cierta pelirosa captó la atención de ambos, la mujer tenía 4 bolsas llenas de ropa nueva, el hombre se levantó para recibir la y ayudarle a cargar las bolsas -veo que aún la vistes con tu ropa - la mujer sonrió burlona mente, se acercó a Hinata, agarro mechones de cabello y amarró en una trenza sencilla el cabello azulado de la mujer -puedo traerle ropa, pero será en unos días - la mujer aún desconocida para la esclava miro a su amo y le sonrió - a menos que quieras tenerla así El hombre sonrió levemente siendo apenas perceptible -me gusta verla así, pero es invierno y podría pescar un resfriado así que agradecería tu ayuda - su tono de voz fue vacío casi como sarcasmo sobre todo con eso último, la pelirosa le sonrió y fue junto al hombre, lo abrazo por el cuello y lo beso sin pudor frente a aquella mujer, una vez que se dejaron de besar la peli Rosa sonrió -aún no le has dicho tu nombre ¿cierto? El hombre la miro serio -por supuesto que no, aún es nueva y no quieres "arruinar" Las cosas - la mujer se apartó de el y fue de nuevo a lado de la esclava que miraba atenta los movimientos de la mujer -¿que pasa cariño? - la mujer noto la mirada de la esclava en su cuerpo sobre todo en una parte especial, ella sonrió y le lanzo una mirada retadora al hombre frente a ellas -¿también quieres un beso? - l mujer sonrió - por lo que entiendo también hacías esas cosas con otras mujeres ¿cierto? La esclava asintió, no le desagradaba del todo besar a otra mujer ni mucho menos le disgustaba tener sexo con ellas después de todo las mujeres que la habían tocado la habían Tratado mucho mejor que los hombre de ese lugar -quieres venir conmigo arriba? La esclava miro sorprendida a la mujer. Acaso le preguntó si ella quería hacer eso con ella, mierda vaya que le gustaba su cuerpo y aún más con ese conjunto que llevaba pero ¿ella podría decidir? No era una orden ni una petición era una pregunta, una pregunta en la que podía responder NO y nada pasaría, nada golpes, nada de castigos.... -yo.... La esclava miro a su amo, el hombre miraba con una expresión estoica la escena mientras dejaba las bolsas y tomaba de nuevo su taza de café -yo.... Mi amo... -es tu decisión Hinata, puedes ir con ella si es lo que quieres - el hombre tomó tranquilamente un sorbo de su café La mujer pelirosa le sonrió mientras la esclava pensaba en que hacer, quería hacerlo pero y si solo era una trampa, miro a la mujer nuevamente y después al hombre -yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
