Holis, espero que les guste esta historia que va con mucho amor a este hermosisima pareja que siempre tengo en mi corazón *se emociona* (?)
Ahi les va ♥
...
Siempre me quedaba en la escuela unas horas después de clases en el salón de música, ahí me sentía más en casa que en mi propia casa. El aroma, esa hermosa acústica, los metales brillando con la luz del atardecer que se asomaba siempre en ese horario por una diminuta ventana. La madera tan fina y delicada que conformaban muchos instrumentos, el chelo, la extensión de mi cuerpo, ese instrumento lo era todo para mí. Con el permiso del director cada día después de clases, y encontrándose la escuela totalmente vacía mi voz representada en el violoncello inundaba los fríos pasillos y las densas aulas.
Me gustaba acomodarme en el centro del escenario, idealizando como seria poder tocar con público, un público cuyos ojos cristalinos logre emocionar con mis notas, un público expectante y sonriente, un público que no vacile en aplaudir al terminar mi acto... o simplemente un público con oído, alguien que escuche, lograr que mi arte se encuentre en otro, en alguien, una sola persona que se encuentre parada ahí, en frente mío, observándome, o ni siquiera eso, alguien que me escuche, ni siquiera que le guste, solo que me escuche.
El día se había hecho presente, me levante nuevamente en mi solitaria y gris habitación. Oía unos platos y demás ruidos domésticos, no era mi madre, solo la empleada ¿Mi madre? No sé, no sé dónde está ni sé quién es. Se oía un auto salir del garaje... ¿Mi padre? No, tampoco. Solo el chofer.
No soy huérfano, o tal vez sí, tengo padres pero nunca están en casa, en ésta, supongo que tienen su propia casa, no lo sé, y con los años aprendí a que tampoco me interesa. Estoy por cumplir 18 años, se preocuparon de que tuviera una casa, comida, empleadas, chofer, educación en un buen colegio, o lo mejor sería decir en un costoso colegio, eso, solo eso. He hablado de ello con alguien en la escuela alguna vez, "el calor del hogar" o una "familia amorosa" algo así. De niño yo creía que los empleados eran mi familia, de grande lo confirmé. Padres, hermanos, tíos, abuelos, seguramente tengo, pero creo que eso no es lo que en el colegio, me daban a entender con el término "familia". Igualmente estoy generalizando, solamente he hablado de ello con una sola persona, una de las pocas con las que me he relacionado, se veía muy, como dirían muchos otros compañeros "de otro nivel" o "inferior". No recuerdo su nombre ya, solamente hablábamos en primaria, ya lo habré olvidado, así como habré olvidado la vez que vi a mis padres, si es que existió esa vez...
Que descortés que soy, no me he presentado. Esta persona que estás leyendo se llama Kim Kibum, coreano, de familia adinerada pero sin "familia", o huérfano con familia, como quieras llamarme, las pocas personas que me conocen me llaman Key, puedes hacerlo tú también.
Llegué nuevamente a clases, luego de un desayuno de cereales y jugo de naranja, comúnmente Kyomi, la chef, prepara platillos más elaborados, frutas exóticas y algún té inglés, pero hace un par de días observe en el comedor a un estudiante comiendo cereales y jugo de naranja.
El salón estaba vacío, me resultó algo muy extraño. Revise la hora en mi reloj, mi celular y el reloj de pared del aula, luego el reloj del patio central, la hora estaba bien, las siete en punto, alumnos había, docentes habían, no estaban los de mi clase. Volví al salón camine por su extensión recorriéndolo con la mirada también, era una calma similar a la del salón de música, pero no tenía su belleza ni armoniosa tranquilidad. Me quede observando nuevamente el reloj, como si al mirarlo aparecieran mis compañeros mágicamente. Las manecillas se me hacían más intensas cada vez, parecían pasos acercándose.
-Hola... ¿Qué haces aquí?-
Voltee a ver el origen de esa voz, era un hombre joven asomado en el umbral de la puerta. Era de cabello moreno y vestía un pantalón de vestir negro y camisa blanca, no es nuestro uniforme, será algún asistente. Su mano izquierda sostenía una Tablet mientras que su mano derecha se ocultaba en el bolsillo de su pantalón.
-Que... ¿Qué pasó con la clase?-
- Tu maestro de hoy no podía venir por unos asuntos personales, de la dirección mandaron un mail a todos los alumnos anoche... ¿no lo viste?- Dijo sin mirarme, observando fijamente su tablet.
-No... creo que no- dije fijando la mirada en el suelo.
-Ve a casa, puedes dormir un poco más- Dijo aquel hombre sin mirarme nuevamente mientras salía del marco de la puerta.
Sin pensarlo dos veces, me dirigí al salón de música, podría usarlo un momento antes que otra clase. Revise mi celular antes de salir del aula, no entendía por qué no había visto ese mail... no me había llegado.
Al acercarme a la sala de música unas notas provenían de allí, notas del piano, curioso, no tendría que estar ocupada. Me lleno un poco de decepción el no poder tocar el chelo, pero aun así mi curiosidad hizo que me asomara por la puerta y vea quien estaba interpretando esa melodía. Para mis sorpresa era un joven muy parecido al de recién, al que me encontré en el salón... lo miré bien... era el mismo. La calma en su rostro era algo atrapante, elevaba el mentón con una leve sonrisa que indicaba el disfrute en su interpretación. No pude interrumpir, me retiré apenas, no podía dejar de escuchar esa melodía que de manera repentina se pausó.
-Creí haber dicho que te fueras a tu casa-
Solamente escuché su voz, aquella calma que veía en su rostro no se veía reflejada en sus palabras, solo seriedad con un grado de autoritarismo.
-Decidí quedarme por un rato- le dije sin voltear detrás de la puerta
-¿Dónde?- escuchaba su voz algo más cerca
- Aquí-
-¿Haciendo qué?- su voz era cada vez más cercana.
-Tocando... un instrumento-
-¿Ah sí?- Su voz ya la sentía detrás de la puerta- ¿Cuál?- Aun mantenía su actitud autoritaria y algo pedante
-...- no quise responder, no sé por qué, su actitud no me invitaba a seguir la conversación. Se escuchó un pequeño golpeteo en la puerta, seguramente con su dedo
*tic tic tic*
-No te oigo- aquel sonido y su voz me sobresaltaron
-Violoncello-
Lo siguiente que sentí fue la puerta abriéndose detrás de mí. Con algo de temor y dudas gire para verlo nuevamente. Una ambigua sonrisa me observaba, no supe cómo reaccionar.
-¿Puedo escucharte?- Dijo un tanto más tranquilo
Solté un leve suspiro, camine hacia aquel instrumento que se encontraba en una esquina debajo del escenario entre tantos otros, me posicione para tocar.
-No no- su interrupción nuevamente me tomo por sorpresa- Allí, arriba- Dijo de brazos cruzados, descruzándolos solo para señalar el centro del escenario.
Por un instante creí que era una broma, o que era una especie de entretenimiento o títere de aquella persona que nunca se presentó. Estaba a punto de decirle que no y largarme de allí pero recordé aquello que quería, lo que más deseaba estaba pasando, no era un gran público que aplaudía emocionado por mi interpretación, no era ese público que escucharía y sonreiría, era solamente esa única persona que podía escucharme, ni siquiera mirarme, solo escucharme, ni siquiera que le guste... solo escucharme.
Me posicione en el centro, como siempre lo he hecho, acomode el chelo, como siempre, e interpreté las melodías que más me llenaban con gran recelo, no importaba que me viera no importaba que le gustara, no importaba, solo importaba que me escuche.
Por momentos abrí mis ojos los cuales estaban sumergidos en las grabes melodías, y lo observé, como esperaba no estaba mirando, solo escuchando y como le era costumbre ya sorprenderme, se dirigió hasta la puerta con intenciones de salir. Pause mi instrumento, lo observe casi hasta llegar al marco de la puerta, observe mi violoncello.
-Te veré mañana en la hora de música, soy Kim Jonghyun, el nuevo profesor- dijo nuevamente sin verme, de espaldas, para luego salir por la puerta.
...
Que les parecio?? espero que les haya gustado y espero tambien actualizar prontito (?
♥
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Cuatro cuerdas
FanfictionKim Kibum, un joven e introvertido estudiante pasa sus tardes en el salón de música del colegio, buscando alejarse del mundo y sumergirse en la calma que le da la música. Kim Jonghyun, un talentoso y perfeccionista músico no vacila en ser alguien co...