Capitulo 2

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Segundo capitulo, espero que guste c:


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-¿Diga?... Señor... buenos días...Bien señor, llegó temprano ayer, no tuvo clases... Falto el profesor de la mañana... Sí señor, lo recibí...amm... señor... este... tal vez usted podría ven... sí señor, entiendo, disculpe mi atrevimiento... si señor... que tenga buen día-

-Kyomi... ¿Quién era?- pregunte detrás de ella, luego de escuchar en silencio la conversación

-Joven Kibum... este... internet. Se cortó desde anteayer y llamaron para avisar que hoy vendrían a arreglarlo- Dijo implantando una falsa cálida sonrisa. Intentando inútilmente esconder su preocupación.

-Cierto... de la escuela me mandaron un mail y no me había llegado. Espero que lo arreglen pronto- entre también al juego de fingir sonrisas.

Kyomi se acomodó su delantal y el teléfono en una suerte de toc por acomodar las cosas.

-¿Que va a querer para desayunar joven Kibum? Compré ayer unos mangos exquisitos, puedo hacerle un pie-

-Cereal- Dije cortando su emoción. No me agrada hacer eso pero menos me agrada que me oculten cosas. Si bien dejó de interesarme hace años lo que esas personas hagan es irritante que llamen aquí. Sé que no es culpa de Kyomi, pero podría inventar una excusa más creíble, aunque sería bueno también que arreglen el internet.

-Como desee joven Kibum- volvió a su maqueta de sonrisa, tan plástica, tan artificial.

Hora de clases, el alboroto se hacía presente ante la espera del profesor de literatura. Hubiera deseado que siguiera la paz que se sentía ayer en este salón. Era agradable, el silencio es agradable. Cerré mis ojos intentando encontrarme nuevamente en la sala silenciosa, intentando disfrutarla como si estuviera ahí mismo, como si hubiera vuelto en el tiempo. El eco, el crujir de las sillas, mis pasos, las manecillas del reloj, mi respiración, las hojas de los arboles asomándose por los ventanales, los pasos de... cierto, alguien irrumpió en mi disfrute, aquel hombre, arrogante, serio, pedante... talentoso... recordé su interpretación en el piano, era muy limpia, perfecta, pura... cuesta creer que venga de alguien así... el nuevo profesor de música... con ese carácter dando clases... seguramente es otro niño rico que ocupa un puesto por ser hijo de... bueno... en parte yo también lo soy, solo que mis padres son esos puntos suspensivos...

Sin darme cuenta había transcurrido un tiempo desde la llegada del profesor de historia, para mi fortuna no notó mi largo viaje mental. Quedó solamente prestar atención al resto de la clase.

Revise nuevamente mi celular, sin señal... espero que la mentira de Kyomi tenga algo de verdad y arreglen la señal de mi teléfono.

La hora de música se aproximaba, salí de la sala con el resto de mis compañeros dirigiéndonos al auditorio. Esta vez no quería, no me sentía cómodo, no quería encontrarme nuevamente a esa persona. Al llegar nos ubicamos en nuestros asientos algunos jugueteaban con instrumentos como si de niños y juguetes se trataran, por fortuna nadie tocaba mi preciado violonchelo. 10:29 marcaba el reloj de la exorbitante sala, como si queriendo jugar al ritmo de las manecillas del reloj, se oían sus pasos nuevamente, faltaban solo segundos.

10:30

Entró por la puerta... puntual... demasiado quizás.

-Buenos días chicos-

Cuatro cuerdasWhere stories live. Discover now