Un día cualquiera en la vida de una estudiante que sufre de bullying por parte de sus compañeros. Esta historia comienza cuando una de sus abusadoras decide traspasar todo límite y nuestra protagonista no dudará en traspasarlos por igual.
Tomoe seguía abrazando a Dana, pidiéndole disculpas.
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-'' Descuida ya está todo bien'' dijo Dana nervioso, ya que hace tiempo no sentía lo que era recibir un abrazo, para calmarla le da unas palmaditas en la espalda.
-'' ¿Dónde está Matías?'' Pregunto entre lloriqueo.
La cara de Dana tomó una expresión de amargura y Tomoe decide no insistir.
-'' Rápido vamos a enfermería, voy a atenderte esa herida'' dijo Tomoe decidida, tomandola de la mano y llevándola a enfermería.
Una vez allí, hizo quitarse la camisa a Dana para poder ver la herida, era evidente que aún no se cerraba y los bordes de la piel aparentaba estar infectados. Rápidamente Tomoe uso los utensilios, comenzó a limpiar y saturar la herida. Para distraer la atención de Dana le hizo algunas preguntas coloquiales, ¿que desayunaste hoy?, ¿en que te sueles venir a la escuela?, estas preguntas no les dio mucha importancia, dando respuestas vanas, inclusive no contestando otras. Hasta que llegó la pregunta que toda persona normal haría, pero que hizo que Dana se preguntaría si debía matar a Tomoe.
-'' ¿Cómo te hiciste esa herida ? ''
Dana se preguntaba si le haría bien desahogarse con ella y contarle, para luego acabar con su existencia o simplemente dejar pasar la pregunta, ambas eran tentadoras en su mente.
-'' Perdona... fue tonto preguntar, no hay necesidad de...''dijo Tomoe antes de ser interrumpida.
-'' si te lo digo es probable que nunca más pueda acercarme a ti y a nadie sinceramente jaja '' dijo Dana sin energía y de forma irónica.
Una vez listos Dana le da las gracias a Tomoe, toma sus cosas y camina a casa. Cuando iba saliendo por la entrada de la escuela se percata que Tomoe la seguí.
-'' hicieras lo que hicieras, siempre te estaré agradecida por lo de hoy'' dijo y salió corriendo de la escuela en dirección contraria a la que Dana debía seguir.
Ese día no pudo conciliar el sueño, pero estaba tranquila, lo último que le había dicho Tomoe le pareció sincero, no creía que le contaría a alguien lo sucedido.
Día jueves, el día en que más tarde salen los alumnos de clases, donde más se aburren al sentir que la hora de salida no llega. Pero ese día todos andaban revolucionados, sintiendo el ardor de la juventud chismoseando. Se extendió por todos los cursos que dos de los alumnos mas importantes de la escuela, habían desaparecido, muchos especulaban, ya que habia sido una pareja. La chica más guapa de todas, junto con el más adinerado de todos, las teorías con más fuerza fueron que eran pareja y que se habían escapado del país, ya que hace poco, el joven le había pedido y recibido una gran cantidad de dinero a su abuelo, sin decir el porque.
Dana a todo estos rumores, le hacían mucha gracia, tanto que por dentro reía a carcajadas, preguntándose como la gente podía llegar a pensar tales estupideces, pero por fuera sólo demostraba ser una estudiante más con la cabeza entre sus brazos tratando de conciliar el sueño.
A la hora de almuerzo un compañero le dice que alguien de otro curso la está buscando, Dana con pereza haciéndose el ánimo, va a ver quien la busca, es Tomoe quien demuestra timidez al verla.
-'' Ho...Hola, ¿como estas?'' Le dice y le da un abrazo de una manera tiesa, casi robótica.
Dana nota bastante la diferencia entre la demostración de aprecio de ayer y la hoy, pero la sensación agradable perdura.
-'' Este sentimiento puede que me haya hecho no acabar con su vida ayer'' pensó Dana. Finalmente dijo: '' Estoy bien hiciste un gran trabajo ayer, ya no me duele''.
-''Gra...Gracias'' respondió sonrojandose.''
Ahí estaban paradas sin decirse nada la una a la otra, hasta que un compañero les dijo que estorban la pasada.
-'' ¿Almorzamos en la azotea?'' Pregunto Dana.
Tomoe asintió con la cabeza y se dirigieron a las escaleras para subir. Una vez arriba, se sientan en una banca que tiene vista a las flores de la azotea, Dana se percató que varias cosas de Tomoe le agradaban, sus gestos, su forma femenina de actuar, incluso su voz que aveces se quebrada le parecía tierna.
-'' ¿Cómo supiste mi sala?'' Pregunta ella.
-'' lo mire en el listado que está en el Anuario escolar'' respondió Tomoe
-'' oh ya veo y bien, ¿Qué es lo que necesitas? ¿necesitas que te proteja? Jaja'' dijo en tono burlesco, pero amigable a la vez. Tomoe apreta con fuerza sus puños, toma aire y dice. -'' necesito....necesito....'', cierra los ojos, ''¡¡¡necesito ser tan fuerte como tu!!!''. Grito
-''calma calma, no tienes porque gritarlo'' le responde Dana algo avergonzada, aunque conforme con que reconocieran su fuerza. '' Así que eso es lo que necesitas'' dijo pensativa ''Te ayudaré, pero ¿que ganó yo a cambio?'' Dijo con un tono más serio.
-'' No lo sé...¿Hay algo que te gustaría de mi ?'' Pregunta inocentemente.
De cualquier persona no le interesaría nada en absoluto, pero había algo en ella que le atraía, podría ser que se sentía más segura con ella ya que fue quien sano su herida, no estaba segura.
-'' Mmmm... No estoy muy segura, pero se siente bien tu compañía, quiero tenerte cerca'' dijo de forma desinteresada.
-'' ehhh...yo... no lo entiendo del todo, pero trataré de acercarme más a ti'' dice Tomoe sonrojada. Sin aviso ella se mueve de la banca acercandose a Dana, llegando a tocar sus hombros, al mirarse las caras era evidente su poca distancia. Dana se ruboriza y salta hacia atrás avergonzada '' No me refería a esto, tonta (baka), o...tal vez si'' dice lo último casi como un susurro confundida''. Tomoe se ríe. -'' jaja yo también puedo hacer bromas '' dice riendo, pero sin quitar su esencia constante de timidez. ''Seré tu apoyo desde ahora Dana''.
