Un día cualquiera en la vida de una estudiante que sufre de bullying por parte de sus compañeros. Esta historia comienza cuando una de sus abusadoras decide traspasar todo límite y nuestra protagonista no dudará en traspasarlos por igual.
Rápidamente comenzó a limpiar la sangre de sus manos con su pañuelo,
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esparcir la tierra sobre las manchas de sangre del suelo e ir a enfermería por un vendaje para su hombro, todo esto le parecía tan irreal, pero lo había hecho, había matado a una persona.
Tomo el cuerpo de entre las bolsas de basura, que es donde lo había ocultado y lo llevo a la montaña que conectaba con la parte de atrás de la escuela, un lugar lleno de arbustos y grandes árboles, fue con el mayor de los cuidados, para no ser vista por nadie, una vez en un lugar fuera de las miradas de cualquiera, dejo el cuerpo, para luego dirigirse a la azotea de la escuela donde guardaban los implementos de jardinería, de seguro podría encontrar una pala con la cual hacer una tumba.
Para sorpresa de Dana, en la azotea se encontraba una chica, arrodillada arreglando unas flores, que al verla le pregunta tímidamente:
-'' Ehhh.... disculpa, soy tomo..e...'' se traba la chica al decir su nombre. Parece querer decir algo más pero Dana le interrumpe.
-'' Soy Dana y vengo por una pala, para ocuparla como inventario para el club de teatro, eres del club de jardinería, ¿Verdad?''.
Tomoe asintió con la cabeza -'' Muy bien me la llevaré,la devolveremos al club apenas podamos''.
La chica nuevamente asintió con la cabeza, pero se quedó mirando el vendaje que tenía sobre el hombro Dana.
-'' Escuche un grito antes, eras.... ¿Tu?'' Dijo nerviosa.
En ese momento Dana abrió de par en par los ojos, pensando en como esa chica no había sido capaz de ayudarla o llamar por ayuda si es que había escuchado su grito, pensaba en lo diferente que hubiera sido la situación, si ella hubiera hecho algo. La mirada de Dana se tornó aterradora, Tomoe en ningún momento hacia contacto visual, pero de seguro que si lo hacia, notaría la intensidad de sus intenciones asesinas.
-'' Matala '' escucho Dana como un susurro en su oído. Se empezó a acercar a esa indefensa chica arrodillada. Ella tomo la precaución de tomar la navaja con la cual había sido acuchillada, después de todo a un muerto no le serviría pensó Dana al conservarla. Una sonrisa se dibujaba en su rostro cada vez que estaba más cerca y con la navaja oculta bajo su manga. Tomoe seguía mirando las flores, hasta que dijo fuerte:
-'' ¡¡Perdón!!, no tuve el valor de ir a ver que pasaba, sentí miedo al escucharte, soy una inutil'' dijo Tomoe agarrándose el pecho.
Dana salió del trance en cual se encontraba y guardó la navaja en el bolsillo de la falda.
-'' No te preocupes, sólo me caí en las escaleras y por eso el grito, fui a la enfermería y me puse un vendaje para inmovilizar el hombro, que no se si se puede, pero creo que me lo esguince jaja'' bromeó Dana
Tomoe le dijo que ella tenía varios cursos de primeros auxilios y que sus padres eran médicos que si quería, podía ayudarla con eso. Pero Dana se niega, le da las gracias y se retira con la pala rápidamente.
Una vez de nuevo con el cuerpo, comienza a sentir el horrible olor que emana, decide llevarlo a un más adentro de las montañas. Mientras subía escucho la voz de una chica que se reía y hablaba al aire: -'' Así que te gusta andar toqueteando a tus alumnas después de clases, ¿verdad? desgracia, no te salió barata la última gracia que hiciste en el baño jaja, no conocías a la gran Touka Mika'' dijo la desconocía riendo a alguien que no se alcanzaba a ver.
Dana se escondió entre los frondosos arbustos, pudiendo ver a una chica con uniforme de una escuela cercana, que cavaba enérgicamente con una pala y una gran bolsa de basura de aspecto sospechoso al lado. No lo podía creer, Dana se fue alejando lentamente pero tuvo la desgracia de hacer ruido aplastando unas ramas, la chica la cual era rubia al parecer teñido, ojos color verde y un poco más baja que Dana, escucho este sonido, dirigiéndose al arbusto.
-'' A ver que tenemos aquí '' dijo Mika sonriendo.
Dana saca la navaja que tenía guardada, preparada para lo que fuera.
De repente un conejo, sale corriendo por al lado de Dana en dirección hacia la chica rubia, ella se sorprende.
-'' ¡¡Rayos!! Maldito conejo'' dice mientras trata de darle con la pala que tiene en la mano.
Dana aprovecha la situación y comienza a retroceder cada vez más para huir de esos arbustos.
-'' ¡¡ahhh!! toma esto jaja'' dice Mika acertandole justo en la mitad de la cabeza al conejo, como si fuera una lanza de un pescador, atrapando su presa en río.
Siente miedo, cuestionandose si hubiera tenido la misma suerte de aquél conejo contra ella.
Huye alejándose lo más posible, ya más tranquila, se dispone a cavar. Al momento de terminar ya era de noche y hacia frío. Dejo la pala en un costado de atrás de la escuela, para después emprender su camino a casa.
En casa, Dana estaba arrodillada sobre su cama, tapada con una sábana recordando el asesinato, la chica en la azotea, la que se encontró en las montañas, sentía miedo cada vez que escuchaba una sirena de afuera, se ocultaba bajo las mantas en posición fetal diciendo una y otra vez:
-'' No fue mi culpa, no fue mi culpa, no fue mi culpa''
Finalmente amaneció y Dana se sentía como siempre, indiferente a todo, pero con la sensación de ansiedad por hacer algo.
-'' llevaré la navaja a la escuela... sólo por si acaso jaja '' dijo sonriendo Dana.
