CHOICE

FOUR.

CAPÍTULO 4
POV : Narrador.

Segundos...pasan tan solo unos segundos después de que Izumi cerrara sus ojos. Se extraña al notar que no pasa nada. No siente el ataque de la bestia con forma de lobo. No siente nada.
Abre sus ojos lentamente para poder entender que es lo qué sucede. Una vez que la claridad de la imagen de presenta puede entenderlo; la criatura está frente a ella pero la mano de Sukuna también, quien le destrozó el cráneo a la bestia acabándola por completo.

Está de pie con su otra mano en el bolsillo del pantalón de su traje negro. Aprieta un poco más el cráneo del shinigami y lo lanza al otro lado de la habitación.

— Que asco... — sacude su mano limpiando instantáneamente la sangre de su mano — Oye tú... — llama a Izumi dándole la espalda, no la mira — Pudiste morir, al menos debiste intentar... — sus palabras se cortan cuando se gira a mirarla. Sus ojos se abren al mirarla y un extraño sentimiento se apodera de él.

— ¿Qué mierda te pasa?... — las palabras a penas logran salir. Izumi lo mira con bastante coraje mientras las lágrimas siguen saliendo — ¡¿QUÉ CARAJO TE SUCEDE?! — le grita realmente enfadada — ¡PUDO MATARME! — le lanza un pedazo de escombro al pecho — ¡YO NO PUEDO USAR ENERGÍA ESPIRITUAL, IDIOTA!

Es cierto, Izumi nació con la marca pero lamentablemente sólo tiene el don de poder ver las maldiciones no cuenta con energía espiritual la cual es vital para poder ser un cazador. Es con esta energía que se le puede hacer frente a los shinigamis y exorcizarlos.
Ella no puede ser una cazadora de ataque pero aún así por su dedicación e inteligencia se le dio la oportunidad de ser parte de la agencia. Aunque cabe destacar que incluso los recolectores tienen energía espiritual, lo que quiere decir que Izumi es un caso único, algo que Sukuna desconocía totalmente.

Los sollozos de Izumi estremecen al peli rosado, por alguna razón se siente bastante culpable y con la necesidad de hacerla sentir mejor.

— Hey... — Se coloca encuclillas frente a ella, acerca su bonito cabello y lo acaricia sorprendiéndose de lo suave que es. Izumi mantiene su rostro cubierto con las palmas de sus manos — Lo siento... no sabía que pueden existir personas sin energía espiritual es algo nuevo — le sonríe levemente mientras baja sus caricias hasta su rostro. Izumi quita sus manos dándole la oportunidad a Sukuna de limpiar sus lágrimas mientras la mira con suavidad — Intentaba forzarte hacerle frente a la bestia, eso ayuda para desarrollar los sentidos en los cazadores — se explica.

— No deberías hacer algo así con las personas — le frunce el ceño — Es cómo jugar con sus vidas.

Sukuna continúa acariciando su rostro y por alguna razón eso tranquiliza a Izumi. Se siente bien para ella.

— Lo siento... — suelta un suspiro — No creí que fueras tan débil.

La tranquilidad con la que lo dice le molesta a la rubia.

— No eres muy gentil, ¿cierto?— se enfada. Sus encuentros no han sido de lo mejor.

Sukuna deja de acariciarle el rostro. Le regala una sonrisa traviesa mientras recarga su barbilla en la palma de su mano y ladea un poco se cabeza.

— No soy gentil en ningún aspecto — lo dice sin borrar aquella juguetona sonrisa.

Izumi se sonroja al instante, entiende perfectamente su comentario juguetón pero no es esa la razón por la que se pone nerviosa si no por lo guapo que es. 

— Tonto... — susurra esquivándole la mirada. Se pone de pie sacudiendo su ropa del polvo. Sukuna también se incorpora observándola detenidamente.

— ¿Qué hacías en un lugar como este tu sola?.

— Eso no te importa — Comienza a caminar hacia la salida de la habitación seguida por el peli rosado.

— Me lo merezco — la sigue con calma con ambas manos metidas en los bolsillos de su pantalón — Pero tengo curiosidad, ¿qué haces aquí sola? — intenta conversar con ella.

Izumi detiene sus pasos y suelta un suspiro. El peli también se detiene observándola con suma confusión. Ella se gira y lo mira.

— Antes de estar interrogando a una persona deberías empezar por preguntarle su nombre — habla con molestia lanzándole una mirada fría.

Él suelta una pequeña risa llevando su cabello hacia atrás.

— Tienes razón — se acerca un poco más a ella, estando peligrosamente cerca — Mi nombre es Sukuna, ¿cuál es el tuyo? — su voz es un poco más ronca.

— Izumi... — su corazón se acelera al mirarlo tan cerca de ella es como si su cuerpo quisiera salir corriendo a sus brazos. Esta sensación es tan extraña que le preocupa.

— Bien Izumi, ¿qué haces aquí? — le sonríe levemente alejándose de ella permitiéndole a la rubia respirar de nuevo.

— Soy una recolectora. La agencia me envió para investigar este tipo de zonas para reportar cualquier suceso extraño — Le explica.

— Bueno, el hombre lobo definitivamente fue un suceso extraño — lo recuerda.

— Así es, iré al lugar donde lo encontré para investigarlo un poco más — avanza hacia el lugar mencionado con firmeza. Él la sigue a sus espaldas.

" Sí que es valiente, a pesar de que experimentó un suceso peligroso "... pensó.

— Me agrada... — susurra para sí mismo sin que ella pueda oírle.

Caminan por algunos minutos hasta llegar a la zona donde Izumi se encontró que ese aterrador lobo.

— Es aquí... — señala el sitio.

Sukuna lo observa.

— Tenía un letrero de "peligro no abrir" y aún así lo hiciste — la mira con un poco de burla e ironía.

— No pensé que fuera haber algo, no sentí nada ¿okay? — trata de excusar su error.

— Claro, claro... — ambos entran a la habitación revisándola con la vista — Este lugar definitivamente tiene algo extraño, joder... — continúa analizándolo.

Izumi lo observa sorprendida, ¿cómo puede determinar algo así con tan sólo observar el sitio? no pudo evitar preguntarse eso al escucharlo.

"Definitivamente él es un cazador clase S".