Capítulo 1

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-Somos el destino que forjamos y seremos las circunstancias que se presenten.

-Recuerdos-
En la pacifica ciudad de Goldenriggs, terribles asesinatos comenzaron a surgir.

Eran latentes estos crímenes en cierta vecindad, causaba asimismo estragos e incertidumbre para la gente que vivían en ese lugar.

El detective Simon Williams se encargaba de aquel caso que haría una gran diferencia en su carrera profesional. Le pisaba los talones al asesino y estaba tan cerca de resolver el enigma, solo faltaba una evidencia. Esto sería pan comido para Williams, o eso pensaba. Hasta que estuvo frente a frente con el culpable.

Cometió un gran error.

Si no hubiera tenido aquel enfrentamiento hubiera llevado a la cárcel a la persona equivocada.

El directive miraba fijamente y con atención los movimientos del asesino, nunca creyó que aquel sujeto seria el pecador. Pero de algo estaba seguro y orgulloso, había llegado tan lejos. A pesar de que la persona que pensaba era el asesino, no era el culpable. Aunque se relacionaba con el verdadero criminal de una manera tan cercana.

El asesino de aquellos atroces crímenes, se trataba de Edward Johnson.
Un enigmatico hombre de negocios que siempre se le veía inocente e incapaz de herir a alguien.

Todo ocurrió muy rapido, williams actuó inmediatamente y saco su arma con la intención de inmovilizarlo.

Pero subestimaba a Johnson.

Edward venía preparado para cualquier tipo de inconveniente. La situación se vio envuelta en disparos de ambos hombres. Johnson disparo la bala hacia el pecho del detective, causando así la caída de este.

Aprovechando la situación, salio del lugar para así irse de aquel encuentro. Los nervios y la circunstancia del momento; provocó que no terminara como le hubiera gustado su asesinato.

Williams con la fuerza que le quedaba persiguió a Edward en dirección a un parque el cual atravesaba un río. Gracias al chaleco antibalas conservaba su vida.

Su cuerpo de sumergía en adrenalina, estaba tan cerca de culminar su trabajo. Podía ver su futuro ansiado y solo quería terminar.

Mientras corría, de un momento a otro perdió de vista a Edward. Siguió su camino hasta llegar a un puente que atravesaba el río y en medio de este, se quedo parado. Buscaba con su mirada entre los árboles y en la oscuridad de la noche alguna silueta o movimiento que lo ayudaran a identificarlo. Todo su esfuerzo fue en vano, no había forma de encontrarlo en esas condiciones.

Edward lo miraba desde el tronco de un árbol grande. Quería matarlo, tenía la necesidad de deshacerse de él. El detective se había convertido en un testigo importante, solo por el simple hecho de que este lo vio; lo había vuelto muy peligroso. Edward estaba furioso.

Nuestro asesino espero el tiempo necesario para atacar. Quería que el detective bajara un poco la guardia, así sería más fácil embestirlo desde atrás con su navaja.

Y eso hizo.

Con movimientos perfectos atacó a Williams. La navaja fue directamente a su espalda baja.

Williams soltó su arma y se retorció de dolor. Fue muy intensa la situación, así como también dolorosa. Intento detenerse de la barandilla del puente pero fue en vano. En minutos su cuerpo sobre pasó el límite de estabilidad y se dejó caer hacia el río.

Past LivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora