Capítulo 2

23 1 0
                                    

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
🍁
-Los recuerdos se convierten en armas poderosas cuando el significado es muy fuerte.

-El asesino recuerda-
Bendito el timbre de salida. Suena cuando más le requiero. Ansiaba irme ya a mi casa, necesitaba pensar en mi nueva meta: encontrar mi cadaver.

No estaba segura de tener algún tipo de tumba así que descartaba esa idea.

Salí del salón de clases como alma que lleva el diablo. Debía llegar a mi casillero y guardar mis pertenencias, luego irme caminado directo a mi casa.

Aunque un inconveniente se presentó. Hoy tenía una cita con Nathaniel.

¡Maldita yo!

Tal vez si me iba a mi casa y le llamara luego diciéndole que no iré con el a esa dichosa cita, el se resignaría y solo tendría que preocuparme por buscarle una excusa. Además no quería estar ahora con el.

Metía mis cosas al casillero cuando de pronto un abrazo y un Nate sonriente aparecieron espontáneamente.
Sentía incomodidad su contacto físico. Me traía malos recuerdos su abrazo. Quiero decir, me acuchillo por la espalda y con ello me dejo un trauma.

—¿Crees que puedas ir hoy conmigo o te sientes todavía mal?– Pregunto dejándome libre de su abrazo.

—Preferiría descansar.– Dije mirando mi casillero molesta e incomoda.

—Te acompañaré a tu casa.–

Me miraba buscando mi atención. Yo solo me enfocaba en hacer lo que debí hacer. No estaba de humor para más cosas fuera de lugar. Yo solo quería descansar.

Me volteé para mirarlo a la cara. Su rostro era hermoso; mi parte favorita de esta era su mandíbula que me quitaba la vida, se veía muy varonil. Su sonrisa me mataba, fácilmente llenaba el perfil perfecto de asesino sexy.

¡Basta ya!

Odio este lado femenino hormonal.

Terminando con mi casillero, los dos nos dirigimos a la entrada principal del colegio. Todos salían de la institución murmurando sus planes de hoy. Claro una fiesta por la noche era lo que todos necesitábamos, incluso yo, pero no quería darme todavía ese gusto. Debía pensar primero en otras cosas.

La mirada de Nate me desconcentraba de mis pensamientos. Parecía que se había dado cuenta de mi extraño comportamiento hacia el. Sinceramente me sentía mal; el no merecía que lo tratara así, pero todo estos recuerdos me hacían actuar diferente.

Yo si lo amo, me enamore del Nate de ahora. Sin embargo, mis sentimientos están confusos ahora mismo. No podría decir que lo odio porque no es así, pero si estoy resentida y quiero justicia. No le deseo nada malo, yo quiero entenderlo en ambas vidas.

—¿Podemos pasar por el parque?– Me agarro la mano y fijó su mirada en el camino.

Suspire.—De acuerdo.– Dije finalizando nuestra conversación.

El camino fue incómodo. Ninguno de los dos dijo algo durante el trayecto, no tenía tema de conversación. Antes hablábamos de todo pero simplemente hoy no había nada.

Vimos unos árboles grandes que nos anunciaban que habíamos llegado al parque. Los niños jugaban en los arbustos y árboles. Envidié su pacifica vida, al menos no tenían de que preocuparse por recordar su vida pasada.

Nathaniel me guió a un camino que estaba cerca del parque. No me gustaba ese lugar, era terroso y nadie pasaba por allí. Recuerdo que una vez lo dejé solo cuando me arrastro por ese camino.

Past LivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora