Capítulo 4

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-Piensa antes de actuar o lamentaras tus acciones.

-La NOCHE de insomnia-
Salía del instituto rumbo a la estación de policía. Las personas caminaban hacia el evento de todos los jueves: la noche de insomnia. En mi parecer no era de gran gusto, ir a irrumpir en edificios e instalaciones abandonados me parecía peligroso. Aunque Nathaniel amara ir.

Pedí un taxi para llegar a mi destino y poder de una vez por todas responder mis dudas.

Entre al lugar y me acerqué a la recepción.

—Buen día, quisiera ver al detective Dickson.– Dije mirando a la recepcionista.

La mujer me miró desconcertada y burlesca, debió parecerle extraño que alguien de mi edad preguntara por el. Estupido.

—Adelante, por el pasillo D a la derecha.– Dijo sin más y volviendo a su trabajo.

Me pareció grosera, pero hacía su trabajo eficiente. Aquella mujer aplicaba la de: lo que lo sabes no te mata. Buena decisión.

Camine por el pasillo justo como lo indicó la recepcionista. Cuando llegue a la puerta, la abrí y encontré a muchas personas trabajando en cosas que parecían muy importantes. Visualicé el despacho de Dickson y me adentre en la habitación. Toque la puerta y escuche la voz de mi compañero. Entre y me miró preocupado.

—Toma asiento ¿Puedo ayudarte en algo?– Dijo mirándome.

Su presencia me hacía sentir una calma y protección grandes. Fuimos amigos desde hace tiempo y el hecho de que había muerto debió haber sido muy difícil para el. Si iba hablar de eso tendría que ser lo más considerada con el, para evitar problemas grandes.

—La verdad es que si, tengo algo muy importante y loco que decir. Posiblemente será la situación más extraña de su vida.– Sonreí ante el.

Me miró confundió y risueño, tal como en los viejos tiempos. —Te escucho.– Agacho su cabeza en señal de que prestaba atención.

—Yo soy Simón Williams.– Suspire y solté de golpe.

Dickson me miró muy confundido, creo que pensó que era una broma.

—¿Que demonios estás diciendo?– Dijo enojado.

—Por favor pido que se calme. Puedo probarlo.– Lo miré con seguridad.

—No tengo tiempo para bromas de mal gusto. Los jóvenes de hoy en día solo viene hacer perder mi tiempo.– Se levanto enojado y camino a la puerta hasta abrirla para que saliera yo de la habitación.

—Hazel, Brody y Allen son tu familia. Conociste a tu esposa en un hospital después de que te hirieran de bala. Fuimos a la academia para convertirnos en criminólogos pero decidimos ser detectives. Cuando estábamos en entrenamiento nos escapamos para ir a un bar cerca de la academia y allí fue donde conocí a mi esposa.— Solté de golpe ante su presencia.

El me miró sorprendido, lentamente cerró la puerta. Se acercó a mi y me miró por varios segundos.

—¿Que está ocurriendo? ¿Que te paso?– Dijo en un suspiro lastimado.

—Morí por el asesino de nuestro último caso juntos.– Me pare para estar frente.

—¿Como es posible..?– Dijo pero lo interrumpí.

—No lo se. Un día, tras un golpe, recordé todo lo que era en otra vida y todavía no comprendo mucho. Por eso vine a verte, para buscar ayuda y respuestas.– Suspire.

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