Capítulo 1

106 10 0
                                    

Soy el vicepresidente de una empresa, a pesar del buen sueldo que me pagan no es gratificante irme de la casa tan temprano para luego regresar casi a media noche. Tengo un buen auto y un lujoso apartamento en uno de los mejores sectores de Seúl.
Pero cada día puedo sentir como la rutina me está matando, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa; no tengo colegas para ir cada viernes a deber en algún bar.

Los años va pasando, no falta mucho para me convierta en un señor amargado y menos ganas de vivir a pesar de mi edad; salir del Instituto en una temprana edad no es tan bueno. Tengo veinticuatro, con un cargo importante pero sin una vida feliz.

...

Hasta ahora estoy estudiando para ser un biólogo marino; me encantan los animales y nunca dejaré de decirlo, son algo así como algo sagrado para mí. Tengo veinte años y disfruto lo que más puedo mi vida; salgo de fiesta, voy a viajar, tengo sexo cuando quiero, pero todo moderado; no soy un chico descontrolado intento llamar la atención.

Vengo de una familia adinerada pero nada mejor que ser independiente, me dan su dinero, pero no como antes. Soy muy dedicado con mi estudio, tal vez por eso no he encontrado a la persona que ha sido puesta por el destino, no me concentro en los aromas, rara vez lo hago.

También tengo un vecino que cuando a penas de mudé aquí -ósea casi seis años atrás- pensé que era un viejo adinerado que traía a las chicas jóvenes con él. Sin embargo cuando lo vi por primera vez quedé sorprendido, de hecho todavía lo hago.

Tan guapo pero tan amargado.

Esa fue mi primera impresión de él, intenté inhalar su aroma pero una inmensa capa de preocupación la cubría; como lo sigue haciendo pero ya no es preocupación sino tristeza y disconformidad.
No soy el chico más alegre pero intento disimular mi tristeza y soledad, por eso tengo tantos gatos, espero que mi aroma no se opaque.

1. Timothy
2. Marcelino
3. Michín
4. Andrew
5. Míster merengue
6. Bigotes
7. Coco
8. Tapete
9. Milk
10. Kim
11. Kitty
12. Ojos de uva o uvita.

Se preguntarán el porqué del último nombre, bueno les diré que es una hermosa gata blanco y negro con un ojos redondos y grandes de color verde. Ha sido la última que he recogido pero es hermosa, hasta tiene un pequeño lunar negro al lado de nariz.

Por favor no piensen que mi apartamento es diminuto y todo está hecho un desastre; para nada, los gatos tienen su propia habitación equipada con toda clase de juguetes para ellos, y lo más importante, un arenero que abarca una esquina. Descartar que cuenta con un enorme ventanal con vista a grandes edificios y al río Han, igual a mi habitación.

Quien diría que los canes y los felinos podían llevarse bien.

Tengo horario de siete de la mañana a dos de la tarde, no tengo auto así que me vengo en Úber.

El día de hoy he aprovechado para hacerle un ponqué de tres leche a mi vecino querido. Oh vamos, no quiero ser pervertido pero eso de las tres leche en mi mente se escuchó algo raro. Sigamos, mi madre me enseñó a cocinar desde los doce años, sé defenderme en todo lo que me pongan; vivo desde los catorce años solo. No creo que necesite a alguien que me cuide o sea sobre-protector.

Una de las razones por la cual ningún Alfa se interesa en mí.

Abro la puerta primero y acto seguido me devuelvo por el postre. He encerrado a los gatos, menos a Timoty que es mi fiel compañero, además él tiene que ir conmigo a pedirle disculpas al joven Jeon.

—Quedate ahí— le digo a mi bebé.

Doy unos golpes a la puerta a la espera de su llegada. Escuché movimiento por el pasillo así que me imagino que salió del trabajo más temprano.

Cada vez se encuentra menos en casa, un día quedará ese apartamento solo por siempre.

—Buenas Ta-tardes—-mi entusiasmos cae cuando un pelirrojo despampanante me abre la puerta.

—¿Se encuentra el joven Jeon?— me siento como un bendito niño pequeño pidiendo disculpas a sus viejos vecinos después de hacer hecho una travesura.

—Ya lo llamo— mueve con sensualidad sus caderas al caminar, pero creo que aquí es común que se hable con un tono de voz lleno de aburrimiento.

Soy un hombre seguro de mí mismo, sé que tengo mis atributos pero este pelirrojo me ha dejado por el suelo. Qué tendrá mi vecino para estar tan aburrido cuando tiene un hombre tan sexy consigo.

—Hola— Oh my dios, esta faceta de este hombre con ropa deportiva jamás la había visto. Definitivamente son una pareja increíble, no defectos en ellos.

—Quería traerle este ponqué en forma de disculpa por lo ocurrido de día— le extiendo y él lo recibe con una extraña expresión en su rostro.

—No tenías porque hacerlo.

—No te preocupes, Timothy nunca es así, me sorprendió. Esta aquí para pedir disculpas— su mirada baja hasta donde está mi gato.

—¿Puedo tocarlo?— una pequeña sonrisa decora sus facciones; parece de unos cinco años menos.

No espera mi aprobación y se pone en cuclillas. Pasa la mano con cuidado en la cabeza de Timothy. Quedo estupefacto ante su obediencia, hasta puedo escuchar un ronroneo.
Miro a JungKook y se encuentra diferente, más radiante.

Entonces percibo un muy leve aroma amargo, no ese que siempre me abruma cuando estoy con él sino uno nuevo, diferente y...

—JungKook.

La burbuja en la que estábamos de rompe sin delicadeza; dejo de percibir ese sutil aroma y de nuevo regresa el que me hace querer corre lejos. Tomo a mi gato y me quedo sin recibir unas gracias, con la puerta cerrada en mi rostro.

—No se despidió de nosotros Timothy.

Lovely (Kookmin) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora