#29

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Era realmente hipnotizante, la manera en la que la la fina y translúcida capa de humo se deslizaba por sus labios, perdiéndose en la humedad del aire, mezclándose con la llovizna, pequeñas gotas de agua que hacían parecer que en vez de caer, flotaban. 

Cada gota de agua por muy pequeñas que fueran terminaron por empapar por completo en cuerpo del pelinegro que permanecía apoyado contra una pared, consumiendo su cigarrillo en completa paz, sin prestar atención a su alrededor, sin prestarle atención al sonido insaciable que provenía de su móvil, sin prestarle atención a las incesantes notificaciones de nuevos mensajes, sin prestarle atención al como la lluvia deslizaba su sangre que ahora yacía en el suelo mezclándose con el agua y perdiéndose en está, o él como la sangre de la herida a su costado comenzaba a traspasar  su camiseta pero su chaqueta de cuero negra camuflaba perfectamente bien aquello.

La mirada de Jungkook se enfocó en las calles vacías, en las pocas o nulas personas que corrían en un vago intento para cubrirse de la lluvia, persona por persona, observando mientras el cigarrillo se consumía en su mano, sus ojos tomaron ese color característico en el, ese color que parecía una noche oscura ausente de luna y estrellas, sacó el móvil de su bolsillo ignorando los mensajes y el flash deslumbró entre toda la oscuridad, Jungkook sonrió observando la pantalla de su móvil, dejando caer el cigarrillo comenzó a caminar, sus pasos impactando en los charcos de agua, su cabello negro cayendo sobre sus ojos en mechones mojados.

Con cada paso que daba más seguro estaba de hacia donde se dirigía, conocía aquel lugar a la perfección, aquel lugar que solo era suyo, hasta que decidió compartirlo con alguien más.

Antes creía que podía confiar todo en el, compartirle cada uno de sus secretos y realmente creía que el también lo veía de aquella manera, vivía por el, era su razón de sonreír, quien le creaba esa pequeña ilusión de que podía llegar a tener un final feliz el había pasado de convertirse en su todo a su nada. 

Seguía pensando en el cada vez que dejaba de pensar con la razón y le daba paso a su corazón. Dolía porque el era más real que sus tormentas en silencio, porque era una herida que le gustaba, a la que se había hecho adicto pese a que lo acabase desgarrando. Porque quería a alguien que no lo quería, porque su pecho se negaba a admitir lo que su cabeza ya sabía...porque se ha dado cuenta que a veces en lugar de ser un "para siempre" era un fugaz instante en la vida...y eso duele. 

Hay personas que entienden el amor como juego donde ellos ganan. Hay besos a escondidas que son balas de la peor guerra, relaciones que acaban en naufragio o abrazos de mentira que nunca terminan en la cama. Se nota cuando las personas sufren por dentro aunque quieran demostrar lo contrario, aunque quieran parecer personas duras, de las que no se enamoran ni se amarran a nadie... pero no deben intentar esconderse, el mal ya está hecho.  

La puerta se encontraba abierta, el se encargo de cerrarla y se quedo allí, observando como la persona frente a el se encontraba en cuclillas observando unos tulipanes. 

  Es una promesa de amor sincero -habló Jungkook observando en dirección a aquella persona- el significado de los tulipanes

¿Debería arrancar uno y regalártelo? -preguntó, estirando su mano hacía uno de los tulipanes-

  No -indicó Jungkook, caminando al rededor de el sin fin de especies de flores diferentes, Jimin lo observo en silencio viendo como el pelinegro cortaba unas flores hasta que por fin se acercó a el entregándole una eglantina- quien te quiere te hará llorar -sonrió levemente y le entrego la otra flor que traía consigo, una camelia- te querré siempre  -suspiró levemente observando esos ojos avellana que lo miraban atentamente- a pesar de todo -continuó y le entregó la ultima flor, una dalia rosa- prometo hacerte feliz para siempre -dijo Jungkook, Jimin tomó las flores en sus manos y una pequeña sonrisa apareció en sus labios pero enseguida se encargo de eliminar cualquier rastro de ella-

Mr. Bunny Killer II 《KOOKMIN》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora