la receta [namseok] os

Sabor a ajo

De todas las cosas que podían existir en el mundo para Hoseok mirar a Namjoon era una de las que más amaba.

Namjoon era demasiado despistado, ruidoso y dulce. Era una combinación explosiva, como una pequeña bomba, pero en lugar de causar destrucción mortal, la detonación directa era de purpurina de colores, dulzura, brillantina y unos cuantos libros regados en el suelo. 

Hoseok era consciente de la dulzura del moreno. La potencia y la fuerza de este a veces era silenciosa, solo para dar ternura ruidosa y alborotada, aunque Namjoon, inconscientemente, le recordaba a Hoseok su fuerza natural, bella e indomable. 

Un día de esos mientras Hoseok andaba por los pasillos de la facultad, en los que el poder de Namjoon se hacía presente, le vio caminar con rapidez hacia él, con el golpeteo ruidoso de sus pisadas. Creyó que este iba a golpearle, tal vez lo había descubierto mirándole por mucho tiempo, o peor aún, le diría que se alejara, simple y directamente diría que Hoseok no era su tipo. 

Enserio tuvo pánico, pero en lugar de eso, la fuerte presencia de Namjoon solo le hizo estragos a su corazón. Namjoon con sus mejillas sonrojadas invitándole a cenar con su voz quebradiza y ojos brillantes, y él claramente diciendo que sí.

Hoseok recuerda bien cuando la noche de la cena llegó. 

Hizo que todas sus ganas de comer se reunieran para la noche, para su tan esperada cena con Namjoon. Cuando toco la puerta fue consciente del olor que desprendía la casa, ajo y especias. Su estómago rugía con ferocidad y sus fosas nasales disfrutaban el baile de aromas que ofrecía la entrada del pequeño hogar de Namjoon. Así que sin pensarlo más tocó la puerta con anticipación, de ella apareció un Namjoon sonriente, con manos nerviosas y ropas oscuras manchadas de tomate, cediendo el paso al nuevo visitante. Ambos chicos entraron directamente a la cocina, Namjoon ofreció un vaso de agua fresca y unos cuantos cumplidos, unas imperativas palabras salieron emocionadas de labios del moreno "Enserio espero que todo salga bien", aunque extrañamente Hoseok sintió escalofríos no le tomo mucha importancia, enserio no lo hizo.

Tomaron asiento, las cómodas sillas hacen que el hambre en Hoseok aumentara su intensidad, así que con ojos anhelantes observó las acciones de Namjoon, sirviendo con amabilidad propia la comida en los platos de ambos. Después de agradecer por el alimento  y decir lo feliz que estaba de estar con Namjoon dió inicio a su tan preciado momento de cena, sonrió con dulzura al moreno y este se la devolvió entusiasmado.

Llevo 7 cucharadas de comida a su boca gustoso, pero tan pronto como lo hizo, todo se volvió picoso. Su boca parecía gritar con dolor, mucho dolor "AJO, AJO MALDITAMENTE PICOSO, AJO" sus ojos empezaron a lagrimear, pero siguió comiendo, tal vez solo era la superficie, pero cuando vió a Namjoon llorar de la misma forma que él comenzaba a hacerlo se detuvo, no podía seguir con esto, ¡No podía!

Namjoon se levantó bruscamente de la silla y leyó la receta en voz alta, "Aquí dice 2 ajos, ¡2 ajos! Y así lo hice" Hoseok parecía absorbido por el sabor mirando a Namjoon ir de aquí para allá, le tomó de las manos y lo tranquilizo con pequeñas caricias en ellas, miro hacía un lado tomando nuevamente la receta, y dijo con voz seca por el ajo "Aquí dice dos ajos, es cierto, pero cuantos ajos pusiste Nam" el nombrado soltó las manos de Hoseok para frotarse el rostro con resignación " Dos ajos, dos ajos son dos cabezas de ajo, ¿no es así?" Hoseok comenzó a reírse en voz alta mientras Namjoon le miraba apenado, se acercó a él y dijo "Cuando decía dos ajos, se refería a dos dientes de ajo, no dos cabezas" abrazó a Namjoon dando palmaditas suaves sobre su espalda, decidiendo cocinar otra cosa más juntos, pues así sería más divertido.

Durante dos semanas Hoseok sudó ajo, pero ahora después de 6 años de relación con Namjoon, aunque este no aprendió a cocinar bien, sigue disfrutando de la comida que le hace, pues es con amor, además de que es un linda anécdota contar sobre cómo fue su primera cita. 

La receta de la comida con dos ajos, que en realidad eran dos dientes y no dos cabezas.