Espadas,letras y Dibujos

Un dia más

En cada lugar siempre existirá algo especial,un reino no es la excepción,que así como un bosque,entre tanta flor bella,en algún lugar escondido,a de haber un capullo que cuando florezca a todos a de opacar;en este caso,ese hermoso capullo se llama...Helena

Las cosas suelen ser muy fáciles para un niño de tan solo ocho años de edad,la vida practica mente consiste en jugar,correr y divertirse,y por su puesto,no hacer nada que pueda enojar a nuestros padres,pero el caso es diferente si eres miembro de la realeza,debes de aprender codigos,ser formal,portar ropas incomodas,debes ser amado por todo tu pueblo,a lo mejor no es tanta la diferencia,pero,para nuestra princesa,todo es diferente y cualquier error puede acabar con su vida.

Era una mañana muy tranquila,la pequeña Helena habia despertado temprano,se habia puesto uno de sus clasicos vestidos,era cafe,con un corse muy flojo,tenia algunos hoyos por lo gastado que estaba pero aun asi le encantaba,era muy comodo y lo podia usar para jugar en cualquier lugar;ella siempre salia a jugar temprano pues en la tarde ya no la dejaban salir de su habitación.

El jardin era hermoso,lleno de gardenias y arboles frutales,el sol brillaba y la tierra estaba mojada por la lluvia del dia anterior,amaba completa mente ese olor a tierra mojada,le encantaba hechar se en el pasto y rodar,no habia sensación mas agradable.

La pequeña estaba oliendo algunas flores cuando escucho una voz familiar

—mamá va a matarte si te ve toda sucia de lodo
—no lo creo,traigo un vestido viejo,solo se enoja si traigo uno bonito

—aun asi,lavate y cambia te cuando entres al Palacio¿Si?
—si Gaspar...—dijo la pequeña resongando

—no empieces,mira si entras ahora y te cambias ire a leer te en la tarde¿Hecho?

—¡¡Hecho!!—grito la niña dando pequeños saltitos

—te veo en un rato ratona,ire a mis clases,te quiero—deposito un pequeño beso en la frente de la niña,se dio vuelta y avanzo hacia la entrada del palacio
Gaspar era un joven de 14 años,era alto,delgado,de cabello negro y corto,ojos azules,era muy inteligente y cariñoso con todos,la servidumbre le apreciaba por su respeto y modales,era todo un caballero y su pequeña hermana le admiraba demasiado.

La ñina siguio jugando un poco,quedo completamente sucia,tenia lodo en el pelo y en la cara,tendria que pedir le a la señora Briana que le calentara agua para bañar se;se levanto del pasto y camino hasta la parte trasera del Castillo,solo 5 de los 47 sirvientes sabían de ella,asi que debia entrar muy discretamente,hubo una ocasión donde la dejaron afuera toda la noche por que un sirviente la hecho creyendo que era una chiquilla cualquiera,habia llovido esa noche,no fue nada agradable tuvo mucha fiebre y no podian llevar la con una bruja a que la curara,no queria que se repitiera eso,así que desde ese dia fue cuidadosa,entro y corrio a la cocina,entro al pequeño armario de limpieza y retiro la tabla de fondo,habia un gran camino de escaleras por delante, subio uno giro y volvio a colocar la tabla,siguio subiendo,era enorne,lo equivalente de la planta baja a la segunda torre mas grande del Castillo,ya no le cansaba subir pues lo hacia diario;llego al final abrio una pequeña puerta y entro,estaba dentro de su armario,asi que también debía abrir este,al fin estaba en su habitación,era amplia y de un rosa muy tenue en los muros,tenia su cama,un buro,su armario falso y el real,un lindo tocador lleno de perfumes,cepillos collares pulseras ,adornos para el cabello y su enorme espejo,a lado de la puerta principal habia otra que la llevaba a su baño,entro y para su sorpresa encontro su tina llena de agua tibia y una pequeña nota en la esquina con un corazón y un panecillo dibujados,la señora Briana siempre se anticipaba a las cosas,y como Helena no sabia leer, siempre firmaba de esta forma sus notas,aparte de ser la cuidadora de la princesa también era la cocinera principal y su marido,el Señor Marco era el mejor herrero del reino no tenia ningún rival,por eso su padre había decidido emplearlo como herrero real.