Así fue, tal y como dice el título de esta historia, así fue como dos adolescentes se conocieron y sin saberlo, sin pensarlo, sin ellos mismos planearlos surgió algo entre ellos inexplicablemente.
Todo comenzó a finales de abril, habían quedado un grupo de amigos en una tetería del centro llamada Casa Blanca. Allí estaba ella sentada en uno de esos sillones ambientados en la cultura marroquí, todo el local estaba decorado así, sonaba la típica música musulmana que impregnaba un ambiente tranquilo, sereno.
Como ya he mencionado antes Paola no se encontraba sola, estaba rodeada de su grupo de amigos también con Jesús, su novio, pasaron minutos cuando apareció él, Jairo, con dos amigos más. Pues esa quedada la había realizado una amiga para conocer a esos chicos.
- Mirad chicos hay llegan -dijo Sara levantandose de su asiento y saludandolos- ellos son Jairo, Pablo y Salva
- Hola! -dijeron todos al unisono y alegremente.
Después entre todos se fueron presentando con los dos típicos besos españoles. Cuando les tocó a ellos saludarse, él, sintió algo en su ser que nunca antes había llegado a experimentar, nunca antes lo había sentido, esa chica no muy alta de cabello negro y largo con unos ojos inmensamente grandes y vivos de color marrones verdosos lo dejo sin habla.
- Hola yo soy Paola.
- Hola Paola, yo soy Jairo, encantado -se dieron dos besos.
- Igualmente -dijo ella ruborizada, pues ver delante de ella a un chico alto, algo mayor que ella, moreno con esa sonrisa que le pareció encantadora la dejó asombrada y sobre todo esos ojos marrones verdosos que le llamó muchísimo la atención, eran iguales que los suyos pensó pero mas pequeños.
La tarde en la tetería fue tranquila, hablaron entre todos de múltiples cosas, pero entre ellos dos algo ocurrió, algo pasaba entre ellos, sus miradas se cruzaban una y otra vez, se conectaban y respondian con una inocente sonrisa. Algo que a Jesús no se le pasó desapercibido y observaba atento sin ningún pudor mientras agarraba a Paola por la cintura posesivamente dando a entender que era suya, que ya tenía dueño.
Cosa que tampoco se le pasó desapercibido ni a él, Jairo, ni a ella misma.

ESTÁS LEYENDO
Así fue
RomanceSiponosis: Paola una chica de 18 años sumergida en la magia de un supuesto amor, un amor adolescente que con el paso del tiempo no tiene sentido y en el que abarcan una inmensidad de dudas y desconciertos. Y después esta él, Jairo, un chico de 21 añ...