DESPEDIDA

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Invierno. No quieres salir afuera.

Verano. Sigues teniendo miedo de salir afuera.

Tendría que haber sido más fácil

atravesar esas nubes de forma grácil.

El otoño es la estación de la despedida,

mas no de una triste despedida.

Es momento de tumbar los árboles

y danzar con los colores,

de darle las gracias a los veranos

por haber traído unos magníficos tiempos.

Niño en barca a la deriva,

niña en tierra de verde y amarillo,

miradas de colores distintos

forman otros colores nuevos y bonitos.

Ciudades que tosen y hacen llorar al cielo,

gente con máscaras, aves al vuelo.

Mujer se quita la máscara, el tiempo se para.

De la enorme muchedumbre se separa

y más tarde es castigada.

Con lágrimas rojas por sus mejillas,

ella entona su canción de despedida.

Querido/a Charlie Gray:

No conviertas esto en carbón.

Transforma tus palabras dignas de un galardón

en palabras dignas a tu pasión.

Viaja mucho, por cielo, tierra, mar y aire,

conoce la dureza de las nubes,

conoce la perseverancia de los árboles,

conoce la profundidad del mar,

no conozcas los límites del aire,

conoce sus corrientes y navega entre ellas.

No te unas a ninguna tribu que te lleve al abismo,

hasta en momentos de soledad,

hay que ser siempre uno mismo.

Querido/a Charlie Gray, has crecido.

no sabes lo bonito que es ser querido,

pero es normal que te sientas deprimido.

Hablamos de lo que era la vida

y de lo que significaba para ti,

son como una serie de imágenes

que se reproducen de forma

más fluida de lo que parecen.

Mas no te sientas confuso/a,

esta parte se dedica a eso.

Lo temporal puede hacerse eterno,

Lo eterno puede hacerse temporal.

Lo irreal podría volverse real

y lo real podría volverse irreal.

Ahora todo depende de ti,

este mundo no cambiará para ti

si no haces nada para transformarlo.

¿Oyes el viento entre las hojas de los árboles?

Es como si anunciasen

la llegada de un milagro acercándose.

Deben seguir animándote,

no dejes que el mundo se pudra.

No dejes que tu alma se pierda

entre la fría tundra.

Lucha con discreción,

y cuando menos se lo esperen,

¡da un buen pisotón!

que anuncie tu retorno

a los campos, a los mares,

a los bosques, a las ciudades,

a tu vida... a tu hogar,

nadie te puede juzgar.

Nadie te puede juzgar,

cuando despliegas tu arte

porque eres tú el único

que en ese momento lo reparte

sin tener miedo a equivocarte.

Nadie puede tener tu prisma,

cada prisma refleja colores distintos.

¿Acaso puede alguien seguir tus instintos?

Tus instintos son tuyos,

no los des por perdidos.

Querido/a Charlie Gray, no te olvides

de quién eres tú, solo tú sabes

vivir tu vida como nunca lo has hecho antes.

No me olvides y disfruta del camino Charlie Gray.

Adiós, buen amigo y mejor lector.

Buena suerte peleador.































CHARLIE GRAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora