La hormiga Lauren

II

-Camila P.O.V.

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I touch myself in the morning
I touch myself in the evening
I touch myself on my lunch break
I touch myself thinking 'bout your girlfriend

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Desperté un poco sobre saltada por la música, pero era reconfortante escuchar la melodía alegre por la mañana. Me removí un poco después de sentirme lista para empezar mi día, pasé mis manos por mi cara para darme un último levantón y así sentirme satisfecha.

Camila: Bien..., ¿qué hora es?-Abrí los ojos y tomé mi celular, tenía varios mensajes de Dinah, ¿qué querrá?-mmm, ocho en punto, demasiado temprano para mi pequeño cuerpo.

Me quité las cobijas de encima y al bajar un pie sentí algo raro..., como..., ¿un cuerpo? Cerré los ojos fuertemente pensando en lo mucho que debí de haberla cagado en mi otra vida, estaba aterrada, pues el cuerpo se sentía frío y había cierto líquido sobre él, ¿será que...?

¡No!, alejé mi pie asustada y me giré con los ojos aún cerrados; ¡no puede ser!, ¡grandísima mierda! Comencé a sudar y a temblar, ¿qué haría un cuerpo dentro de mi casa?, antes de que pudiera seguir con mis teorías y sobre cómo me libraría de la policía por un crimen que no hice, escuché mi celular sonar.

Abrí lentamente los ojos y miré que era el exterminador, será para la otra compañero, tengo un caso que resolver.

Camila: ¿Hola? -contesté la llamada y al parecer nadie respondía. Mal educados

***- Hola, buenos días. ¿Usted contrató un servicio el día de ayer?

Camila: Uh, sí, pero...

***-Lamentamos la noticia, pero nuestros empleados se han enfermado, ¿quisiera agendar una nueva cita?

Camila:-pensé por un momento. Tenía un cuerpo justo a un lado, claramente no tenía tiempo para bobadas ahora mismo- no, muchísimas gracias.

Colgué de forma apresurada, no había tiempo que perder.
Vamos Camilita, tú puedes.

Me mentalicé por unos segundos y por fin voltee a mirar a la persona. ¿Qué demonios? Era una chica desnuda y bellísima, tenía un lindo cuerpo blanquecino, su cabello era muy negro y brilloso, su nariz era respingada y de buena forma, aunque, parecía una chica de 17 años, pobrecilla....

Aunque tuviera los nervios de punta y me estuviera cagando de miedo, tenía que hacer algo. Así que bajé de la cama y me acerqué un poco más, el líquido era muy transparente y parecía humectar su cuerpo, además, pude notar que respiraba..., bueno, por fin pude estar tranquila.

Solté un suspiro y tomé una sábana, me agaché hasta quedar a su altura, limpié con cuidado aquél extraño líquido con olor dulce, por alguna extraña razón ella seguía sin despertar, y..., ¿extraña razón? , extraña razón por la cual ella está aquí y en estas condiciones, querré decir.

Pensé en llamar a la policía, pero creo que no sería buena idea tomando en cuenta que estaría en graves problemas, así que me apresuré a cubrirla y la alcé para dejarla sobre la cama, pues debía revisar que nadie hubiese entrado o que corriéramos peligro.

Camila: ¡¿Hola?! -grité un poco mientras me dirigía hacía la sala. Miré a todos lados y busqué en todos los lugares posibles, no parecía que alguien hubiese entrado, incluso la puerta seguía con el seguro que dejé anoche... Demonios, comienzo a sentir verdadero miedo.