10 centrimetres | NCT FanFic | martena137

Día 1

Marta notó como alguien le agarraba del hombro, y ella se giró  dándole toda su atención al individuo desconocido. Pudo apreciar que era un joven, más o menos tendría su misma edad, de unos dieciocho años. Su entusiasmo por haberla visto le mostró que la reconocía, y el ambiente se volvió muy incómodo.

- ¡Hey! ¡Tú eres Marta, la YouTuber Kpoper!- exclamó el chaval, con un tono desagradable para ella.

Obviamente no le iba a tratar mal, ya que es un seguidor suyo, pero eso no quiere decir que no haya otras maneras de tratar a una persona. A Marta normalmente no le suele importar hablar con la gente que le reconoce y sacarse fotos. Comprende lo que es ser fan de alguien, encontrártelo es una experiencia única, pero el respeto y la educación es lo principal que hay que tener.

- Sácate una foto conmigo.- Obligó, posicionando su móvil con la cámara frontal puesta. Sin ni siquiera preguntar si ella quería.

No respondió nada a la petición obligada del chico, quería que todo se acabase, seguir el transcurso de su mañana, y de vuelo, tranquilo. Aunque al parecer no era lo que parecía, ya que después de sacar la foto, el desconocido siguió junto a ella.

- ¿A dónde vas? ¿Grabarás un vídeo de tu viaje? ¿Puedo salir en el?- No paraba de hacer preguntas. Preguntas que Marta no contestaba por varias razones; una, no podía revelar nada hasta que la agencia le diese el permiso; y dos, no quería decirle nada a aquella desagradable e inquietante persona.- Contéstame.

- Mira... lo siento. Voy a perder mi vuelo, debería irme ya.- se excusó la pobre Marta, aguantándose un par de insultos hacia él, para no armar un escándalo.

Pero el personaje no se daba por vencido y se sobrepasó agarrándola del antebrazo. En este preciso momento, Elena salía del baño  mientras volvía a colocarse su gorra.

La gorra le cubría la cara, para que así nadie le reconociese. No es que fuese muy famosa, pero tenía muchos seguidores en, la conocida aplicación, Instagram. Ella solo quiere tener un día tranquilo, suficiente estresada está ya con la presión del viaje.

Cuando levanta la vista, ve a una chica siendo acosada por un seguidor y por un momento duda si ayudarla. Pero no quiere meterse en problemas. No obstante echó una última mirada a la joven, que le era muy familiar. Lo que veía no le gustaba nada, ya que todo el mundo estaba viendo aquella escena sin decir nada, tan solo observando y cuchicheando entre ellos. Fijándose más en la chica, recordó quien era. Un pensamiento pasó por su mente: No me gustaría estar en su lugar.

Con un movimiento instantáneo,  fue hacia el chico y le agarró el brazo con el cual le estaba cogiendo a Marta.

- Hay que ayudarse entre nosotras, ¿si no quién lo hará?.- pensó Elena, la pregunta que le hizo reaccionar.

- ¿Qué te crees que haces? Se tiene que ir.- afirmó la joven con gorra, sin dejar ver su cara.- Vete.

Dicho eso, Marta aún nerviosa por la escena que se acababa de montar y por toda la gente que estaba mirando el numerito, se fue a paso rápido antes que alguien más le reconociese.

- Pero, ¿qué haces?- preguntó él, con expresión seria.

- Como sigas molestando, llamaré a la policía.- dijo, e inmediatamente dio media vuelta y se fue.

Ellas dos siguieron su camino hacia la puerta de embarque, que aún siendo la misma no volvieron a encontrarse. Marta estaba de las primeras en la cola para montar en el avión. En cambio, Elena fue de las últimas, ya que hizo pequeños bocetos en su sketchbook por el camino.

Marta aún tenía un sentimiento de culpa por la chica que le había ayudado, se fue dejándola sola sin saber qué fue de ella y si todo salió bien. Eso tuvo en mente las primeras horas cuando subió al avión, pero al no tener a nadie ni nada que hacer, cayó en un profundo sueño.