Capítulo diecisiete.

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"Pon tus labios abiertos en los mios y lentamente hazme callar, están diseñados para estar juntos"

Punto de vista de Nicolás.

Los siguientes cuatro días después del accidente fueron un completo caos. Primero que nada, muchos seguidores del canal llegaron hasta el hospital en el que se encontraba el Jaime. Supongo que supieron que estábamos aquí  porque lo vieron en las noticias.

También operaron al Jaime, según lo que nos dijo el doctor, tuvo un poco de complicaciones a causa de la enorme cantidad de sangre que perdió pero terminó resultando una operación exitosa.

Ahora lo que importaba era que el Jaime estaba estable y no tenía en riesgo su vida.

El doctor también nos dijo que estos días eran muy importantes para ver cuántos años no recuerda el Jaime, nosotros creemos que no recuerda unos cuatro años como mínimo.

Tengo que ser sincero, es muy difícil mirarlo a los ojos y saber que no recuerda nuestra historia, nuestros besos, nuestros abrazos, las caricias, las risas. Es duro que no se acuerde de nosotros.

Muchas veces he pensado que el Jaime no se ha olvidado de absolutamente nada y está aprovechándose del accidente para no estar conmigo y poder tener una “vida normal” otra vez.

“El Jaime te ama tanto como tú lo amas a él, no destruyas tu mente pensando esas weás que sabes que son mentira. Con el Jaime van a salir de esta y va a recordar absolutamente todo.” Me dijo el Edgar después de verme llorar en la habitación del Jaime, mientras el recién nombrado dormía.

Ahora estaba en mi casa, vine porque los cabros me obligaron, si fuera por mi no me habría movido del hospital. No quiero dejar al Jaime solo, quiero estar con él siempre, me hace demasiada falta.

Me di una ducha bastante larga, quería relajarme lo máximo que pueda. Me cambié de ropa y comí unas galletas todas cagás, no he tenido hambre en todos estos días, de hecho se me nota que he bajado de peso. Tengo unas ojeras de mierda ya que me ha costado mucho dormir, la mayoría de las veces me tomo una píldora para dormir unas tres horas de corrido.

Salí de mi casa y me fui directo al hospital, el trayecto se me hizo bastante corto ya que estaba hundido en mis pensamientos.  

Cuando llegué vi que podíamos pasar a ver al Jaime, los cabros decidieron que fuera solo, así tendría tiempo para hablar con él.

Abrí la puerta y el olor a medicamentos se sentía fuertemente. El Jaime estaba de pie –Lo que es muy raro ya que debería reposar en cama. –

Caminé lentamente hacía él, al parecer no se daba cuenta que estaba en la habitación.

-Nicolás: ¿Cómo te sientes? –Le dije cuando ya estaba a su lado.

-Jaime: Mejor, pero tengo más rabia que la cresta. –Dijo y me miró directo a los ojos, me dio un escalofrío.

-Nicolás: ¿Por qué? ¿Por no poder recordar los últimos años? –Seguí mirándolo fijamente. – No te perdiste de nada, no pasó nada interesante.

-Jaime: Yo se que si pasaron cosas, demasiadas. Lo puedo sentir, mis sentimientos cambiaron caleta.

Sentí como el Jaime se acercaba a mi. Ya no me miraba a los ojos, ahora los tenía fijos en mis labios. ¿Iba a besarme? Pero como, si el weon todavía piensa que esta con la Francisca.

A la mierda todo, no me importa lo que pase después, necesito besarlo, sentir que es mío por una última vez.  Puse mis manos en sus mejillas y lo acerqué más a mi.

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