Capítulo seis.

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"Mira las llamas dentro de mis ojos, quema tanto, quiero sentir tu amor".

Punto de vista de Jaime.

Desde que el Nico fue a mi casa todo siguió con normalidad.

Grabábamos, nos juntábamos los tres a puro webear, nos quedamos hasta la madrugada jugando y mucho más.

Se preguntarán qué mierda está pasando entre el Nico y yo y la verdad es que no lo sé.

Todavía no logro declararme. Han habido muchas oportunidades pero simplemente se me hace imposible, además no sé si el Nico siente lo mismo que yo y me da miedo que él reaccione mal y se aleje de mi para siempre. El solo hecho de pensarlo me provocaba escalofríos. 

Mi vida sin el Nicolás no sería lo mismo. Sin su risa, sin sus chistes fomes, sin su manera de hacerme subir el animo... Simplemente no sería lo mismo.

Ahora estaba en Mall, había quedado con el Nico pa comer alguna weá y pasar el rato.

Estaba sentado en una de las mesas del patio de comidas, el olor a fritura estaba impregnado en este lugar, era tan rico por la cresta.

Para de pensar en la comida, guatón culiao. -Dijo una voz en mi cabeza.

Eran las cuatro de la tarde y con el Nico habíamos quedado a las tres y media.

¿Por qué se demorá tanto este weon?- Pensé.

Lo iba a llamar, estaba preocupado. ¿Le habrá pasado algo?

Estaba sacando mi celular cuando una voz femenina se hizo presente.

-Xxxxxx: ¿Jaime? 

Levanté la vista y no podía creer lo que estaba viendo.

Era mi ex, Francisca.

-Jaime: S-si, soy yo.

Estaba más incómodo que la chucha.

Nosotros terminamos como hace 4 años, ya que ella me cagó con un compañero de la Universidad.

-Francisca: ¡Tanto tiempo! ¿Qué estás haciendo aquí? -Dijo mientras se sentaba en el lugar en donde se suponía que se iba a sentar el Nico.

-Jaime: Estaba paseando por acá un rato. -Dije sonriendo.

La verdad es que en estos 4 años que no nos veíamos, ella cambió mucho.

Tenía su pelo rubio más largo y parecía que sus ojos se le habían vuelto más azulados de lo que ya eran.

-Francisca: Que rico verte, te echaba de menos.

-Jaime: Y-yo igual 

Dije eso sin pensar, estaba más nervioso que la chucha.

No, no la había extrañado, de echo ni me había acordado de ella.

-Francisca: ¿Te tinca ir a tomar un helado? Y así nos ponemos al día, fueron cuatro años, tenemos harto de que hablar -Dijo riendo.

Su sonrisa era hermosa.

Ella puso su mano encima de la mía, yo me quedé en blanco.

Le iba a responder pero no tuve tiempo ya que una voz que tanto me gustaba escuchar se sintió a lo lejos.

-Nicolás: ¿Jaime? 

Saqué mi mano que estaba con la de Francisca en cuanto lo escuché.

Lo miré sorprendido, él estaba con cara de confundido, estaba rojo y tenía los ojos dilatados.

Quería explicarle todo, no quería que malinterpretara lo que estaba viendo.

-Jaime: Llegaste -Dije casi en un susurro.

-Nicolás: Si, y ahora mismo me voy -Se dió media vuelta y se fue a paso rápido de ahí.

Miré a la Francisca, ella tenía una sonrisa en su rostro.

-Jaime: Me tengo que ir.

Me fui en la misma dirección que el hombre que tanto quería, miraba a todos lados, estaba desesperado por decirle todo.

Tenía impotencia, estaba tan bien con el Nico y las cagué todas. 

¿Pa que chucha llegó esa weona? 

No quería llorar pero se me hacia tan difícil contener las lágrimas que más de una se me escapó y hacían su recorrido por mis mejillas. 

De repente vi a un tipo abriendo la puerta de las escaleras de emergencia, era el Nicolás.

Desesperado fui hacia las escaleras, abrí la puerta y me encontré a un Nicolás con los ojos hinchados y el pelo desordenado.

-Jaime: Nico, por fa déjame explicarte todo.

-Nicolás: ¿Y pa qué? si ya caché que volvieron.

-Jaime: no hemos vuel..- El Nico me interrumpió.

-Nicolás: ¿Como pudiste volver con ella? - Dijo mirándome a los ojos - ¿Te acuerdas todo lo que te hizo esa maraca? ¿Te acuerdas de quién cresta estuvo contigo intentando subirte el ánimo cuando habían terminado? No, claro que no po, seguro es por eso que estabas tomado de la mano con ella.

-Jaime: Nico, no he vuelto con ella -Dije calmado- te estaba esperando y ella apareció, me invito a tomar un helado y me tomó de la mano. No le alcanzé a responder y tu apareciste. 

Nico, tení que creerme.

El Nico suspiró cuando terminé de hablar, agachó la cabeza como si estuviera arrepentido de su actitud.

-Nicolás: Perdón... no tenía derecho a  pedirte explicaciones. Es tu vida, yo solo soy tu amigo.

No sabes cuanto desearía que fueras algo más que mi amigo -Pensé.

Punto de vista de Nicolás.

Había actuado como un imbécil, no tenía derecho a enojarme con él por estar con su ex, además solo soy su amigo.

"Solo soy su amigo" se repetía en mi mente. Es verdad y aunque me doliera, tenía que aceptarlo, solo eramos eso.

El Jaime estaba mirándome fijamente y de un segundo a otro me abrazó.

Le correspondí el abrazo sin lugar a duda. Me hacía falta sentirlo cerca, él lograba hacerme sentir calmado y en paz..

-Jaime: Nunca voy a olvidar que tú fuiste el que estuvo conmigo cuando estaba hecho bolsa por esa mina, gracias... por siempre estar ahí pa mi.

-Nicolás: De nada -Dije sonriendo.

Nos alejamos un poco, estábamos muy cerca, demasiado.

Sentía nuestros alientos chocar, tenía las malditas ganas de darle un beso y decirle cuanto lo quería pero era tan difícil por la cresta.

Nos quedamos así unos segundos y después cada uno nos fuimos alejando de a poco.

-Jaime: ¿Todo bien? 

-Nicolás: Eso creo -Dije sonriéndole. 

-Jaime: ¿Vamos a comer algo? Estoy cagado de hambre.

-Nicolás: Si, yo igual -Dije soltando unas carcajadas.

Estaba procesando todo lo que había pasado. ¿De verdad yo estaba pensando en declararle mis sentimientos al Jaime? pero ¿Que pasa si no siente lo mismo? Se va a alejar de mi y yo no podría vivir si un Jaime en mi vida. 

¿Por qué mierda me tenía que gustar mi mejor amigo?

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