Capitulo 5. Sin querer el amor nos lastima a los dos.

1.1K 31 3
                                    

Draco.

Después de que nos fuimos de casa de los Granger, regresamos a nuestro hogar, mis padres se dispusieron para entrar al despacho de mi padre para tomar un trago, yo me fui directo para mi habitación, necesitada mi soledad junto a mí. Entre a mi habitación y había muchas cajas de regalo sobre mi mesa de tareas, junto de estas estaba mi lechuza, no tenia ánimos para abrir regalos ahora, los tire a un lado y saque un libro, tenía que tener mi cabeza en otro lado, comencé a leer, libro de magia obscura. Así pase por horas, ya estaba entrada la madrugada, pero un pensamiento me saco de mi concentración, era ella, porque no la podía quitar de lleno de mi cabeza. Quería verla y apenas habían pasado algunas horas. Me levante de mi lugar, y me fui directo al baño para ducharme, era tarde pero lo necesitaba, me estaba calentando de mas la cabeza, la ducha me ayudo un poco, pero no del todo. Después de todo, me quede dormido, estaba seguro de que no faltaba mucho para amanecer y tenerme que levantar de nuevo, pero ese sueño me serviría.

Esa mañana no tenía ganas de convivir con otro ser mágico, me quede en mi habitación, pero me estaba aburriendo, no podía estar todo el día encerrado, no era el plan indicado, tenía que recibir aire. Baje con mucha precaución para no ser visto y de la misma forma interrogado, por mi ausencia durante todo el día. Salí de la casa, pero cuando iba a dirigir mis pasos para el lago, unas manos me detuvieron, y unas risas bastante fuertes también, atrás de mí se encontraban mis dos hermanos, habían decidido pasar año nuevo en casa, o en algún otro lugar.

-      Vaya hermanito, escapando de casa otra vez- me decía Marcus

-      No les importa, apártense-

-      Pero dejar a nuestro hermano pequeño, a lo mejor tiene cita con una chica- dijo mí otro hermano Darius.

-      Ya Draco, dinos a dónde vas, o mejor aun llévanos y podemos hacer una orgia con ella, o a lo mejor tiene amigas, y nos podemos divertir a lo grande.

-      Par de estúpidos- me causaba gracia lo que decían, en eso era lo que nos parecíamos, de repente las ganas de ir al lago se habían esfumado, y preferí quedarme con mis dos tontos hermanos.

Entramos a la casa, buscamos a mis padres para darles la noticia de que Marcus y Darius habían llegado. Pero no los encontramos, supuso uno de ellos de que habían ido a un llamado del señor tenebroso. Mis hermanos entraron a la biblioteca y sacaron una botella de ron, maldita comadreja, es lo que se me vino al pensamiento. Nos sentamos en los sillones, comenzamos a tomar, para cuando llegaron mis padres, ya estábamos bastante tomados, era lo que ocasionaba cuando me quedaba con esos dos. A mis padres no les molestaba en absoluto si tomábamos o no.

-      ¿Cuándo llegaron chicos?- les pregunto mi madre.

-      Mejor hay que dejarlos Cissy, ya están muy tomados, mañana platicamos con ellos.

Diciendo esto mi padre, salieron de la biblioteca dejándonos solos, pero ya me estaba aburriendo de tomar, me levante del sillón donde estaba, algo mareado ya era mucho lo que  había tomado, pero aun consciente de lo que asía y lo que no asía, me dispuse a salir de la casa, el frio de la noche me agarro por sorpresa, se sentía bastante bien en mi cara, tome camino para el lago, me fui aproximando al lago, cuando comencé a escuchar que una mujer gritaba y también voces de hombre, lo más seguro es que fueran unos asquerosos muggles. Pero los gritos de la mujer parecían de desesperación, parecía llorar también, me escondí atrás de unos arbustos, descubrí de que eran tres hombres, y una mujer que tenían en la tierra y uno de ellos estaba arriba de ella, la manoseaba…  sí que son asquerosos los muggles, cuando me dispuse a buscar otra parte del lago, el hombre le quito de la mano un guante, ese lo conocía bastante bien, era Hermione…

El amor y el destino, siempre de la mano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora