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" El verano está en el aire, cariño, y el cielo está en tus ojos."
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La prensa Neoyorquina enloqueció cuando la noticia salió a la luz, propagándose de boca en boca como un vil cuento que ya todos conocen. Natasha Romanoff, la famosa estrella de Los Angeles estaba en el hospital. Muchos aseguran que llego ahí por intento de suicidio, sobredosis más exactamente o al menos ese es el informe que había sido más acertado o el que decidieron venderle a todos, pero James Barnes sabía la verdad.

Curvas adictivas y rulos flamantes como el infierno, todos la deseaban y anhelaban al menos que sus preciosos ojos verde vida les mirasen por unos pocos segundos. Cualquiera pagaría por obtener un poco de su atención y eso James también lo sabia.

La dulce pelirroja era encantadora cuando cantaba, cuando se plantaba en el escenario con seguridad y contoneaba sus caderas a la par de la instrumentaria, su carisma arrebataba aplausos por donde quiera que pisará y dejaba rastro, como un ser divino pisando tierras mortales. Más de una persona quedaba embelesado de su figura y de su angelical voz, por lo que era de esperarse que la noticia llegará a las partes más recónditas del país, todos la amaban y las personas que se dedicaban a criticarla ofensivamente no eran más que envidiosos. Pero para todos fue una sorpresa.

Era muy amiga de La Casa Blanca, por conveniencia común a decir verdad. Anthony Stark, hijo del presidente electo de la unión americana la conocía a detalle y la catalogaba como la mujer más dócil e interesada con la que haya podido congeniar, y vaya que para él, existían mujeres de todos tipos y colores. La mujer era muy insistente y entrometida, por lo que cuando le llego la noticia de que una bala le había atravesado el corazón, una sonrisa malévola se le pinto en los labios. Era un peso muerto que había escapado de sus hombros, como si asesinar a alguien fuese bueno, como si asesinar a alguien que confiaba en ti fuese bueno.

La primera vez que se presentó en Washington, fue para la ceremonia a la que había sido invitada personalmente por el hijo del presidente de los Estados Unidos, cabe resaltar que cuando ambos se conocieron, las elecciones aún no se consolidaban y Tony creyó conveniente tener a la voz de América de su lado, la chica del momento podría intervenir para ganar más seguidores y votos a favor de su padre. La había enamorado con palabras bonitas y joyas preciosas, tenia a la hermosa Natasha muriendo por él y bueno, cuando alguien más te recita lo valiosa e importante que eres, no puedes resistirte, no cuando creen en ti antes de que tú misma te aceptes.

Tony intentaba hacer de ella lo que le viniera en gana, doblegándola y aconsejándole que debía ser mejor, porque el hijo del presidente merecía lo mismo. Nunca reprocho nada, no cuando después, Tony se iba a sus espaldas y esparcía suaves besos donde segundos más tarde, un collar de esmeraldas adornaba su blanquecino cuello. Natasha tenía puesta su imagen en él, y Stark la aprovecho al máximo. Puesto que el dinero es el himno del exito. Él solo la buscaba cuando necesitaba saciar su sed de lujuria, cuando necesitaba que lo acompañará a reuniones importantes o aún mejor, para darle regalos lujosos. La relación que mantenían en secreto -que no era para nada un secreto, gracias- era peligrosa, se basaba en lo físico, a demás de dinero y notoriedad, lo suficiente como para hacer dudar a todos del verdadero futuro de la nación; Anthony estaba comprometido con Virginia Potts, la maravilla en persona, era obvio que Natasha era la segunda opción.

Romanoff estaba en el verano más triste de su vida, se sentía sola a causa del consumismo que mantenía y las apariencias que generaba su imagen. Una mujer que no tenia nada y que deseaba todo, que se había abierto camino en los senderos dorados del país a costa de su infalible atractivo. Vivía para la gente que la escuchaba cantar y la seguía después de su debut como actriz, Hollywood le había vendido la fabulosa idea de una vida forrada de oro, factible y cero estresante. Llenaba vacíos con lo que fuera, con quien pudiera y se extinguia poco a poco entre líneas blancas. Viviendo a base de escándalos, dinero y hombres. Esa era ella.

National Anthem || WinterWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora