¿Amor y edad?

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Espero que les guste:') 

La he seguido escribiendo solo para subirla y que lean mas sobre mi:') 

Aqui va.. 

Doce de la noche en las calles de New York, o mejor dicho en el departamento del hombre mas frio que puede existir en el planeta. Veinticinco años, quince años de su vida los a vivido con sufrimiento, pero no es el típico hombre que tu puedes ver y dices que es frio, no, no es así, el sonríe y es alegre, pero nunca le ha dicho un Te quiero a alguien que no sea su madre o su pequeña, y si algún día lo a hecho, créanme, en ese momento, en ese instante, en ese día, aquel joven no estuvo en su sano juicio.

El vibrar de su celular contra el velador hacia un ruido estruendoso, que si o si lo obligo a contestar el móvil con su mano adormilada. Coge el móvil sentándose en la cama, con la otra mano se talla los ojos y trata de enfocar bien su mirada en el nombre de la persona que se atrevía a llamar a estas horas de la noche.

-¿Karen? -su voz salió tan ronca como siempre.

-Harold, tengo que pedirte un favor.

-Habla, que tengo sueño -hablo como un niño pequeño, de la forma en que le pedía a su hermana que le trajera golosinas cada vez que podía.

-Tengo un problema. Yo con Devon viajaremos por un caso de negocios, tu nos entiendes, diriges las empresa de papá. Y como por lo que yo se, no pasas gran parte del tiempo en la oficina, entonces yo pensé, que quizás, a lo mejor si tu..

-Karen, todavía no se te quita esa mala costumbre de hablar y hablar como si tu vida dependa de ello. Al grano, Karen -le interrumpió.

-Necesitamos que te quedes con Alicia.

Su corazón freno, su respiración freno. El se freno en el tiempo como una manecilla de reloj que siempre para a las doce de la noche como si estuviera embrujada. Su corazón latía como cuando era adolescente y esperaba con ansias que su hermana los fuera a visitar para entretener a la pequeña Alicia con cuentos de fantasía. Una sonrisa se poso en su bello rostro, sus ojos almendrados se iluminaron con un brillito que el ya conocía.

-¿Harold?, joder Harold, sabia que no debía de contar contigo.

-ESPERA! -y como si fuera una persona diagnosticada con bipolarismo, sentía la depresión correr nuevamente en sus venas, pero como es de esperarse, el ya estaba acostumbrado a vivir con ella.

-Un poco mas y me dejas sorda -chillo.

-Y tus chillidos de gata en celos son cada vez peores, hermanita -rio con una carcajada hermosa.

-No entres con tus bromitas, mira que llamo a Jack el destripador a que te corte eso que te hace hombre. Dime, aceptas o no?.

-Claro, ¿como no voy aceptar? -ya sentía la felicidad correr por sus venas, nuevamente.

-Perfecto, ella estará mañana en tu departamento, no es necesario que la vayas a buscar. Dijo que no quería, que llegaría por si misma, así que bueno.

-Esta bien, hasta luego.

-Espera, se quedara por dos semanas.

Dejo su celular en su velador, se volvió acostar, pero esta vez, no con esa tristeza que lo invadía día y noche. Esta vez, con esa felicidad que le invadía el cuerpo cada vez que escuchaba ese nombre. Alicia.

(***)

-Joder. ¡YA VAN! -grito Harold a regañadientes- Quien coño se atreve a venir a los seis de la mañana, esta gente, por dios -susurro ubicando sus pies en sus suaves pantuflas color negras.

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