▪︎《 Abrázame muy fuerte》▪︎

594 16 11
                                    

~Más luego despierto, tu no estás conmigo... Sólo está mi almohada~

Me despierto en medio de la noche. Pero no hay nadie en la habitación, podria jurar que Gonzalo estaria aquí, pero ya era demasiado tarde, y de seguro el chiquillo se encuentra durmiendo, ya se me hacia costumbre despertar durante las madrugadas. Aunque en realidad no tenia idea de que hora era, pero asumo que son altas horas de la noche.

Me levanto con pesadez de la cama, apenas podía ver en la pieza oscura. Camino hasta la puerta descalzo y la abro un poco, la luz del corredor esta encendida, así que regreso a mi cama.

Otra vez soñando con él, pero nuevamente al despertar era mi almohada lo que abrazaba. Me siento algo avergonzado con mi sueño, pero lo dejo pasar de inmediato porqué si lo pensaba me comería vivo el sentimiento de pena.

Tomo mi celular despues de buscarlo bajo mi almohada, y lo enciendo. Recien me percato que es la 1 de la mañana, recuerdo que me dormí temprano después bañarme tras llegar de mi entrenamiento de futbol.

Me ruge la guata después de mirar la hora, la sostengo con algo de malestar, el hambre me mata pues ni habia comido nada desde medio día, a hurtadillas salgo de mi habitación y camino sin ánimos hasta la cocina.

Reviso el refrigerador, luego la alacena... no hay nada para comer, mi estomago al percatarse de la situacion, ruge aun más fuerte. Émito una queja muy bajita y hago una mueca de dolor, como si eso fuera a mejorar las cosas, el mal humor aparece.

Suspiro pesadamente y voy hasta el comedor. Para mi sorpresa una bolsa de frituras a la mitad esta sobre la mesa, las tomo rápidamente y regreso a mi habitación.

Me siento en mi cama, me recargo en la cabecera y prendo la televisión. Esta saliendo Friends en ese canal que nunca cambio porque no miro mucha TV pero por alguna razón, en lugar de dormirme nuevamente mejor me quedo mirandola, pasa un capitulo y la bolsa de frituras casi se termina, yo cabeceo del sueño, hasta que mi celular vibra.

Enciendo mi celular.

"Francis:) (4 mensajes)"

"Álvaro, ¿Éstas despierto?"
"Álvaro"
"Necesito salir de casa, tuve una discusión con mi mamá, ¿puedo quedarme contigo?"
"Álvaro, responde:( estoy afuera de tu casa y hace frio"

Me levanto de inmediato y corro (pero silenciosamente) hasta la puerta la cual abro lo más silencioso posible.

-Weon, ¿Que hacei acá?- le pregunto entre murmullos él parece estar desanimado -Pasa rapido- le invito pjes afuera hace frio y corre mucho viento -Ah... y no hagai mucho ruido que todos están dormidos- Francisco pasa cubriendo sus brazos con sus manos como intentando darse calor

-Perdón, se que puedo meterte en un problema con tus viejos- susurra suavemente y caminamos hasta mi habitación

-¿Que paso?- pregunté al fin volviendo a mi cama

-Mi ama me contro la marihuana en la pieza- dice con su tono suave

-Oh...- me cubro la boca y me mira preocupado -¿Me estai hueveando?- le respondo exaltado pero sin gritar, él niega aun con algo de preocupación en su rostro

-No te preocupes Álvaris que no te eche de cabeza ni a ti ni a los cabros- yo suspiro profundamente con alivio y por fin Francisco se sienta en la cama, se rasca la cabeza -El problema es...- da un gran suspiro como tomando aire para hablar y me mira -Es que mi viejo no sabe, y cuando se entere me va a agarrar a golpes, vaya que me merezco la golpiza-

-¿Crees que la tía Susy le diga algo?-

-Pucha... no sé, últimamente le doy puros problemas a mi má- dice algo desanimado, suspiro sintiendo algo de pena por él, palmeo su espalda

-¿El porro estaba gastado?- pregunto y él niega

-No, lo preparé en la tarde, y fue super estupido que lo haya encontrado- suspira culpandose nuevamente

-Chucha... Te lo hubieras traido pa echarnos un viaje- bromeo y él me ve algo sorprendido

-No me tientes Álvaro- dice -Porque voy por él- y por fin sonríe, aunque su sonrisa dura poco y vuelve a mirar el piso

-Ya po, pero no quiero verte triste tampoco, no creo que mi tia le vaya a contar, luego hablai bien con ella, le dices que era del Alex, mia... o del Sergio que se yo-

-No quiero echar por la ventana a nadie, prefiero tener yo el castigo a que los caguen a ustedes- y me ve, me regala a una sonrisa y yo suspiro levemente mientras miro a otro lado, ahí estaba el Francis que conocía, se preocupaba tanto por las personas a su alrededor que no le importaba ser regañado o castigado a cambio de salvarnos a todos, como la vez que el Gonza (mi hermano menor, que es de la misma edad de Francisco) le copiaba un examen y el profesor lo cachó, Francisco dijo que era él quien estaba copiando y así fue como mi hermano se pudo salvar, el Durán siempre fue así, aunque ultimamente se comportaba muy rebelde y extrovertido, en el fondo seguia siendo el mismo niño noble e inocente que conoci en el cole y con el que había formado una buena y estrecha amistad

-Te la debo entonces- me limito a decir entre murmullos -Eres un buen amigo Pancho- él odiaba ese apodo pero esta vez pareció animarlo un poco, se acuesta por completo en mi cama y mira el techo fijamente

-¿Que estabas viendo?- pregunta girando a verme después de estar en silencio un rato

-Friends- le respondo mientras subo el volumen de la televisión

-¿No teni sueño?- cuestiona como sabiendo la respuesta

-Un poco- en realidad muero de sueño y probablemente lo pregunto porque me habia visto bostezar anteriormente

-Ya hay que dormir weón- susurra invitandome a recostarme, no era la primera vez que Francis se quedaba en mi casa, en realidad era seguido que en nuestro grupo de amigos nos quedaramos a dormir en casas ajenas y si, dormiamos juntos, mi hermano siempre hacia chistes de que eramos todos maracos, porqué nos "acostabamos" unos con otros, pero a él nadie le decía nada porqué algunos de sus amigos tambien se quedaban en la casa de manera seguida.

El frio se hace notar y me cubro con mi manta, Francis sabe que una manta no alcanza para los dos y él sabia donde estaban las cobijas extras, así que fue por una.

-¿Esta lloviendo?- interrumpe el quieto ambiente de la pieza, ambos nos quedamos en silencio para darnos cuenta que si, estaba lloviendo muy tenuemente y aumenta muy rápido, la habitación se ilumina por unas milésimas de segundos.

Yo me aterro... porqué me dan miedo las tormentas.

Francis se acerca a la cama con la manta con la que él dormia y se situa a lado de mi.

-¿Estas bien?- pregunta porque de todos nuestros amigos él y Gonzalo eran los únicos que sabían sobre mi brontofobia*, yo asiento lentamente, pero él no se ve convencido -Anda hay que dormir- se acomoda en su lugar, y yo me acomodo bocarriba viendo el techo y algo nervioso por los truenos y relampagos que comienzan a hacerse presente -¿Álvaro?- escucho su voz minutos despues entre la oscuridad y el ruido de la lluvia golpeando la ventana y la pared

-¿Que pasa?- susurro, y siento como me toma la mano

-No te pasará nada- me dice dulcemente y yo suspiro con un sonrojo que se ocultaba en la oscuridad -Intenta dormir, la tormenta pasará... pero yo seguiré aquí por si no lo hace-

-Si, trataré gracias...- le respondo bajito y cierro los ojos mientras sostengo su mano

____
*brontofobia miedo excesivo a las tormentas, truenos, rayos, fuertes vientos, incluso un día nublado podría mantener al sujeto ansioso.

Almohada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora