La Hija de Sirius Black

Capitulo uno: La Visita de Dumbledore.

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter le pertenecen a J.K. Rowling. De ser así Sirius, Dumbledore, Snape, Remus, Fred y Tonks estarian vivos. 

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Justo cuando pensaba que las cosas se habían calmado. Justo cuando pensaba que había escapado de todo. Llegaba ese señor. Ese hombre con la barba tan blanca como la nieve. Dando a entender que sus años pueriles ya habían acabado, dando paso a la última etapa de su vida. Le ofrecía un hogar de verdad, no como la pocilga que tenía por casa. Le ofrecía una vida nueva. Hospitalidad. Le ofrecía estudios, conocimiento puro en una de las mejores escuelas de Magia y Hechicería. Le ofrecía superar su pasado. Todo eso solo por la protección de un niño. Pero no de cualquier niño. Si no del Elegido. Del niño de la profecía. Del mismo Harry Potter.

- Quiero que se una a mi Señorita Black – le había dicho aquel señor, que perfectamente podría ser su abuelo – Entendería si no aceptara mi propuesta señorita. Pero… déjeme decirle que si no acepta estará cometiendo un terrible error – la voz calmada de aquel director producía eco en la estancia.

- Señor Dumbledore créame que no tengo intención de involucrarme con la magia – le había contestado ella mientras miraba el suelo – Lo único que me ha traído la magia, son puras desgracias…. Por esta razón me gustaría pedirle que se retire de aquí y no vuelva a insistirme – Dumbledore iba a objetar una palabra. Cuando ella continúo al ver sus intenciones de  persuadirla – Mi decisión está tomada. Me iré lejos y viviré como una Muggle ordinaria y……

- La encontraran igual – le interrumpió – Pensé que sería inteligente señorita Black…… Usted sabe perfectamente que ellos no descansaran hasta tenerla devuelta con él.

- Pero…… ¡Él no tiene poder! ¡Él no es nada!.... YO… Tengo una oportunidad – estaba exasperada. No quería creer que sería perseguida por el resto de su vida. O al menos hasta que él muriera. Pero ella lo sabía. Él no moriría tan fácilmente, ni se dejaría vencer como la vez pasada. Ningún niño le impediría lograr sus objetivos.

- Esta es su oportunidad. Venga conmigo a Hogwarts. Estará segura en el interior del castillo. Nadie sabrá de donde viene… (Claro a excepción de que usted quiera lo contrario) Iniciaría clases como cualquier alumno. Solo que mantendrá sus ojos en el señor Harry Potter – ante la mención del nombre del muchacho. ___ lo miro sorprendida. Había oído de boca de ellos, las aventuras que había tenido el joven en sus años de escuela, o los que llevaba.

- ¿Harry Potter? ¿El que soporto el ataque de Voldemort? – pudo articular después de lograr salir del asombra miento. Tenía unas ganas de abrazar a ese chico y agradecerle. Curiosamente ella no temía en decir el nombre de esa serpiente con patas.

- Veo que sabes quién es el pequeño Potter – Black solo pudo rodear  los ojos. Como no saber quién es, cuando él se la pasa maldiciéndolo por dejarlo en tal estado.

- Algo…… Tengo entendido que tiene mi edad. ¿O me  equivoco? – pregunto cordialmente. 

- Exactamente señorita….  Veo que está bien informada – Dumbledore le dedico una pequeña sonrisa. “Si supiera” pensó irritada la joven.

- Me gustaría saber señor. ¿Por qué yo? ¿Por qué darme tal pedido si soy una Bruja sin estudios de por medio y con falta de experiencia?... Digo…. Hay muchos magos mil veces mejores que yo, pero aun así acude a mí. Además fui criada por sus seguidores. ¿Cómo puede confiar en mí?  – Le planteo una duda que no alejaba su cabeza desde que le dio tan proposición – Podría aclararme tal duda señor.

- Te menosprecias como Bruja… No es necesario saber la Teoría si sabes la Práctica. Eres buena en batalla. Ágil y por lo que sé, sabes muchos Hechizos tanto normales como maleficios. Te has enfrentado a batallas reales. Y eres buena en la escoba. Y a su pregunta, solo diré que eh visto su sufrimiento y confió plenamente en que no intentara engañarme.

- Gracias señor…… Pero todo lo que se, es por culpa de ellos – su mirada se apagó mientras miraba fijamente el suelo perdiéndose en sus profundos pensamientos.

- No vale la pena lamentarse ahora señorita Black…. Pero le pido que piense mi propuesta. Quizás que se halle una enorme sorpresa. Si acepta, usted sabe dónde encontrarme – Y eso fue lo último que dijo antes de desaparecer con un sonoro crack. Dejando la habitación en total silencio. 

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Y bueeeeeno esta es mi primera historia. Nunca había subido una a internet. Escuche que existia un mundo llamado Wattpad y aquí estoy xd..... así  que, si me equivoco en algo, me encantaria que me lo dijeran c: pero no sean crueles conmigo u-u Espero que la historia sea de su agrado. Y cualquier pregunta ó critica (que sea de buena manera) sera aceptada y respondida. 

Sin más preámbulos. Se despide EBS.