Sola

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Estas completamente sola. Y lo sientes. Eso, eso que ya viviste muchas veces. Esa mirada en la nuca, esa mirada maníaca, de alguien que observa cada uno de tus pasos para saber si estas sola. 

Te gritan algo. Algo que te incomoda, al punto de querer desaparecer. Dentro de ti quieres huir, correr y esconderte.

Miras con disimulo atrás, esperando que no sea a ti, esperando que esa mala suerte no sea a ti. Cuando miras, realmente era a ti. Lo miras como si fuera un puerco, una bestia, algo no humano por haberte gritado tal aberración por usar esa ropa ¨provocadora¨ quien en su sano juicio diría algo así?

Sabes que te queda un rato de caminata, te fuiste lejos de casa. Y el lo sabe. Por eso sigue persiguiéndote y mirándote como si fueras su presa. Apuras el paso, y lanzas unas miradas atrás a la espera de que el no haga lo mismo.

 Y lo hace, pero en otra dirección, ya que no podía seguir haciéndolo; había gente mirando. 

Puso la cola entre las patas y huyo.

En momento así, se te llena el corazón de un alivio eterno y la mente de una sensación de seguridad que no te la quitaran tan fácilmente. A menos que se repita, como cada día.


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