ñam.♡ ; hyunin

1; ♡ 病気の子供

—vamos, innie. debes tomar el medicamento o empeorarás, cielo.—

—¡no, hyung! tiene sabor feo.— negó repetidas veces abultando sus labios. cruzó sus brazos aún sentado en el sofá de la sala, mirando a el mayor de manera competitiva.

—bebé, tienes que obedecer a papi. es por tu bien. anda, tragalo.— pronunció hwang volviendo a acercar la cuchara con aquel medicamento con consistencia espesa, el cual tenía un sabor nada agradable.

jeongin tenía la garganta lastimada, por lo que le pidió al mayor comprar uno de estos medicamentos con sabor a fresa. lo cual fue una gran decepción para el mayor saber que no quedaban más de esos, por lo que solo pudo traerle el que tiene un sabor amargo.

—pero papi..—el menor miró a hyunjin con cierta suplica en sus ojos. jeongin sabía que debía tomarlo, pero se negaba rotundamente, él solo quería el de sabor a fresa.

—cariño, no lo compliques. ¿acaso papi tendrá que castigarte por no ser un niño obediente?— soltó amenazante hwang , quería que su pequeño se pusiera bien, ya que se sentía culpable en parte por causar aquel dolor en la delicada garganta de el menor.

—¡no, no me castigue! aish.—se quejó yang y finalmente accedió al medicamento que su novio le obligaba a tomar.
lo tragó con algo de dificultad y una mueca de desagrado que rápidamente pudo notarse en su rostro.

—eso es, bebé, muy bien.—sonrió ampliamente el mayor al ver el rostro de su niño luego de tragar la sustancia.

dejó la cuchara sobre la mesita ratonera y tomó a jeongin de la cintura, haciendo que este quedase encima de él, con sus piernas a los costados de las propias.

—te ves tan lindo así de molesto.— burló hwang depositando un casto beso sobre la punta de la nariz de yang.

—es un tonto..—sus mejillas habían tomado un leve color carmesí. amaba tanto a su novio, era suyo.

hyunjin sólo se dedicó a dejar caricias amorosas sobre la angosta cintura de su bebé.
acercó su rostro al ajeno, posando sus labios en los suaves y esponjosos del menor, moviendo lentamente sus labios en un profundo y delicado beso, lleno de amor.

—tienes razón, realmente tiene un mal sabor ese medicamento.— soltó una leve risita sobre los labios contrarios y volvió a besar estos.

—lo amo, hyung. aunque me obligue a tomar esas cosas horrorosas.— yang posó sus dos manos en las mejillas de su mayor, acariciando estas sin despegarse del beso.