Te reto a amarme

Capítulo 3

Cuando no me di cuenta ya estaba llorando y decidí calmarme.
Después de haber terminado ese doloroso momento, tomé la decisión de ir a mi cuarto pero cuando ya casi llegaba escuche una conversación y supe que era James al teléfono.
—¿Y cómo estás?—preguntó tan cariñosamente que me dio asco.
Un breve lapso de tiempo y su voz se hizo presente.
—Lo sé yo también te extraño mucho, no sé porque mis padres decidieron traerme a una casa y una tonta escuela y más con alguien que apenas conozco—su enojo  se hizo muy notable y mejor decidí no seguir escuchando pero algo si llamó mi atención.
—Claro que no,nunca te olvidaría... eres mi novia y solo mía, para mi, ¿entendiste?—su tono era sumamente asqueroso y no dejaba la posibilidad de que la pudiera engañar con otra, pobre.

Ya eran pasadas las dos de la tarde cuando mi mamá nos llamó para comer y cuando iba saliendo de mi habitación escuché que la puerta de enfrente se abría y mejor decidí quedarme adentro un poco más, no quería verlo.
Después de poco tiempo me di el valor de salir y el no se había ido, estaba ahí parado con su teléfono en la mano.
Él pareció no percatarse de mi presencia y solo lo rodee para poder bajar las escaleras y encontrar a mi mamá preparando los últimos detalles de la comida y me pido preparar la mesa.
Justo cuando estaba poniendo mi mantel fue tan raro poner un tercero y ahí apareció James por las escaleras.
—¿En qué le puedo ayudar?—dijo tan amable para mi mamá pero yo no me creía ni un cacahuate de lo que decía.
—Puedes ayudar a Elaine con los vasos y cubiertos mientras yo termino la comida—hay pobre mi mamá que se creía todo.
—Claro, con mucho gusto...¿Me podría decir dónde están?— y seguía con su absurda idea de El Niño que no hace nada.
—Claro por aquí—dijo mi mamá mientras abría unas puertas donde estaba todo y James la seguía.

Ya lista la comida nos dispusimos a comer en tranquilidad cuando a mi mamá se le ocurrió hablarle.
—Y James¿Cómo siguen tus padres?—siempre he pensado como mi mamá puede ser tan dulce e ingenua.
—Pues bien, pero la verdad yo si creo que vana firmar el divorcio y tal vez sea la razón por la que me trajeron aquí—en ese momento solo podías notar enojo y tristeza en sus palabras.
Ahora ya entendía porque se enojaba cuando le mencionabas su estadía.
—Bueno espero que aquí te sientas mejor—como dije la amabilidad de mi mamá la hace quien es.

Durante lo que resta de la comida se hablo poco.
Cuando iba a ayudar a lavar los platos, James se me acercó.
—Yo te ayudo— sabía lo que hacía era solo para que mi mamá lo viera.
Al terminar decidí ver una película en la televisión de la sala, no quería subir a mi cuarto y toparme con James.

Cuando la película terminó decidí por darme un baño y cuando subí  escuche a mi mamá y a James hablando...

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