True Love

Parte 5

James Barnes era un hombre que definitivamente tuvo dos personalidades, y no se refería exactamente como al Bucky Barnes el inseparable amigo del Capitan América, ni al Puño de Hydra, el temible Winter Soldier. No, para James, existían dos que marcaban un antes y un después. Porque concluyentemente no era el Bucky de los años 40, pero tampoco la marioneta zombie de Hydra, era algo en medio de esos dos y algo en camino a convertirse en alguien más. Así que tomaba lo mejor que cada otra de sus personalidades le ofrecían para crear a este nuevo James. Lamentablemente había algunas viejos hábitos como la testarudez del Bucky de los 40's, pero también estaba esa costumbre de dejar que otros tomen decisiones por él, porque eso es lo que hacía como Winter Soldier, solo obedecer órdenes. Entonces cuando se liberó de los desencadenantes, el miedo invadió su alma al ver el sinfín de decisiones que debía tomar, por eso era más cómodo que alguien (Steve) lo hiciera por él. No que él no tomara decisiones o tuviese sus propias opiniones, pero definitivamente eran menos en comparación con las que dejaba en manos de Steve. Ahora lamentaba terriblemente eso.

―¿Qué? ―murmuró Bucky al escuchar a Steve hablar.

―Tenemos que sacarlo de ahí Buck. Él no está bien, no es seguro lo que pase por su cabeza en estos momentos. Es mejor para él si está entre nosotros, donde podamos mantenerlo seguro, donde pueda ver que estamos para él.

―¿Te estas escuchando Stevie? Fuiste tú quien vino a agredirlo ―especificó Bucky.

―Y es por eso que debe estar aquí con nosotros, ¿de qué otro modo me voy a disculpar si no sale? Solo me dará razón en algunas cosas ―dijo, añadiendo esa última parte muy suavemente más como para sí mismo.

El ceño de Barnes se profundizó. ―¿Te estás escuchando, Stevie? ―repitió―Estás...

―¿Qué ha sucedido? ―irrumpió Vision, atravesando las paredes del complejo. ―He venido en cuanto la primera alarma se disparó.

―¡Stark ha sellado mi magia! ―acusó Wanda, lloriqueando al androide, aguardando que viera lo mal hombre que su creador era.

―Intentaste hacer magia aquí, sabías que estaba prohibido ―respondió Barnes.

Visión miró a Wanda estoico. ―El Dr. Strange fue muy específico a no utilizar tu magia aquí. ¿Es eso lo que desató la alarma?

Wanda arrugó la nariz. ―Solo estaba intentado ayudar a los superenamorados. Stark se encerró y no quiere salir.

Visión asintió, todo tenía sentido, Wanda era muy dada a ayudar a los supersoldados. ―Entraré y hablaré con él.

Los ojos de Steve se abrieron en agradecimiento. ―Por favor, Visión. Hazle entrar un poco en razón.

―Y dile que deje el dramatismo, no va con alguien como él ―añadió Wanda, mirándose las uñas.

James Barnes estaba estupefacto, no podía creer que no haya visto este trato hacia Tony. Eran agresivos de una manera sutil, algún comentario por aquí, una broma por allá, cosas que podían parecer pequeñas, pero que en realidad atormentaban a una persona, especialmente si siempre era el blanco de todas ellas.

Vieron como Visión intentaba acceder al taller, pero se detuvo a unos centímetros de la puerta, flotando imperturbable. ―No tengo el acceso permitido ―anunció con su voz ecuánime.

―No importa ―dijo Romanoff, acercándose a la puerta. ―FRIDAY está inactiva, forzaré la entrada.

―¿Por qué razón FRIDAY está deshabilitada? ―preguntó Vision, su voz permaneciendo impasible, al igual que su rostro, en general todo él.