Me encontraba en mi habitación, mirando al techo con lágrimas en mis ojos. ¿El por qué?, pues siéndoos sincera, ni yo lo sé, tenía un gran dolor de cabeza y un enorme nudo en mi garganta, y tampoco sé la razón de éstos.
Tal vez necesitaba desahogarme, ¿pero de qué?, no me encontraba mal, después de lo que pasó, estaba perfectamente bien.
O eso creía.