✨Epílogo✨

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La brillante luz que era colada por las cortinas impactaron delicadamente contra la cara de Chenle, haciéndolo despertar.

Sacando lentamente cada pierna, restregándose los ojos. Recordando todo lo sucedido anoche; y no lo va a negar está dolido, nunca imaginó que eso pudiera pasar. Volteándose mira la pacífica figura de su acompañante, Jisung, cubierto por la sábana color blanca.

Se dirige al baño a hacer sus necesidades mañaneras. Termina retirándose finalmente de la habitación con camino a la cocina, para preparar el desayuno. En plena acción siente una penetrante mirada en su espalda, da media vuelta viendo el cuerpo de su menor, con los ojos ligeramente hinchados y un destello de culpabilidad en sus ojos.

Buenos días, Hyung.

Buenos días, Jisung. Espero hayas descansado bien, toma asiento ahora sirvo el desayuno.

Pasados unos cuantos minutos, sirve los platos; huevo revuelto con un poco de jugo de fresa; para cada uno. Los minutos eran intensos y el ambiente incómodo, sólo el sonido de los cubiertos chocando ligeramente y el vaso; eran música en este momento.

No sabe en qué momento se adentró a sus pensamientos pero sabe que Jisung lo llama y acude a mirarlo.

Hyung... yo... ¿P-Podría esperar en la sala, por favor?

Asintió con tranquilidad y curiosidad, poco después fue a la sala como le indicó su menor y esperó ahí, al verlo bajar se acomodó mejor y preguntó:

Jisung... ¿Qué es eso? — Señaló a la caja entre las manos ajenas.

Lele... — Soltó un suspiro y se sentó al lado del mayor. — Te contaré algo, ¿bien? Te pido que... escuches y al final puedes hacer las preguntas que quieras.

- F L A S H B A C K -

Jisung era un niño, con tan sólo 8 años que aprendió que era muy malo para las manualidades. Sin embargo, su hermano; Minseok, lo ayudaba siempre. Ya sea tareas, proyectos o simplemente para regalar algo.

Minseok y Jisung eran como la mantequilla de maní y la mermelada, y su amor entre ellos era el pan ¿Gracioso, verdad?.
Eran tan inseparables que a pesar de la diferencia de edad, se amaban, se amaban como los hermanos Park que eran.

Sin embargo, Jisung aprendió también que... a veces la vida tiene hechos sus planes.

Un día Jisung estaba llegando de su escuela, hoy su maestra de artes les había enseñado una nueva técnica de decorados para libretas, hoy esa libreta se la iba a regalar a su mamá.

¡Minnie Hyung! ¡Minnie Hyung! — Gritó un eufórico Jisung, extendiendo sus brazos hacia su mayor.

Tranquilo, pequeño. — Rió ligeramente y picó la mejilla del menor. — ¿Qué sucede?

— ¡Quiero regalarle algo a Omma Taeyeon! — Abrió sus bracitos y habló animadamente: — ¿Podrías ayudarme, Hyung? Porfavor~

— Minseok sonrió ante la emoción del menor y sin dudas, asintió.— Por supuesto, cariño. Pero debemos ir a comprar los materiales y no traje mi billetera, uhm... ¿Te parece si te dejo en la casa? Ahí puedes prender mi computador y buscar los diseños que quieras.

Pero rápido Minnie Hyung, no queremos que Omma nos vea. — Llevó sus manos a sus ojitos y luego los destapó y abrió su boca, haciendo un acto de sorpresa.

¡Para ti, Jisung! [✨ChenSung✨] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora