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Desesperado y con los dedos temblorosos, comencé a escribirle un mensaje a Jimin para resolver el reciente malentendido que surgió, le explicaría que yo no había enviado todos esos crueles mensajes insultando a su persona y a Jin, yo los apreciaba como a nadie como para faltarles el respeto así. Alguien tomó mi celular para hacerme quedar mal,  pero no podía pensar en quien era el culpable de esta estúpida pelea que ocasionó haciéndose pasar por mi, ¿A quién le echaría la culpa si no había ni siquiera pistas de quién fue?

Taehyung: ¡Jimin! ¡Lo siento mucho por lo que pasó! ¡Juro que no he sido yo el que te envió esos crueles mensajes, alguien tomó mi móvil para escribir esas tonterías y no se quién diablos fue!

Esperé ansioso con el celular en la mano durante cinco minutos hasta que por fin Jimin me escribió, mis ojos miraban con miedo la pantalla, no estaba totalmente seguro de poder arreglar todo ésto sabiendo lo sensible que era mi amigo.

Jimin: Sí, claro. ¿Quién rayos va a entrar a tu habitación tan temprano a enviar todos esos mensajes? No me jodas.

Taehyung: Es que no lo sé... pero juro que yo no escribí todo eso... por favor, no te enojes conmigo Jiminie, yo te quiero mucho y jamás haría algo así ni de broma. Es una de las pocas oportunidades que tengo para salir con ustedes y me hace sentir mal que ahora estés molesto por algo que no escribí.

Jimin: Tus chistecitos no fueron graciosos Tae, no trates de arreglarlo tan fácilmente. Estoy ocupado, no puedo seguir enviándote más mensajes, adiós.

Yo también era muy sensible, sí, porque las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos y caer en la pantalla del móvil con la conversación abierta mientras observaba como la aplicación mostraba a Jimin "en linea", lo anterior había sido una excusa para no seguir escribiéndome y eso me había dolido mucho, parecía que esa persona conocía lo poco que le caían bien las bromas a mi amigo.  Y lo peor de todo es que, cuando te le acercabas para disculparte te mandaba a la mierda, sin importar que fueras lo más importante para él o la broma no haya sido tan mala. Su carácter era un asco, pero yo lo amaba como a un hermano sin importar que fuera un bravucón con demasiados problemas, a mi siempre me había protegido y por eso estaba muy agradecido, ahora que lo veía decepcionado de mi por una estupidez me lastimaba más de lo que a él podría lastimarle. Lo más triste es que le contaría a Jin y él también estaría desanimado, aunque, él lo entendería mucho mejor que Jimin, era más tranquilo y comprensivo, supongo que iba a creerme si le decía la verdad.

Mi madre me vio llorar y me di cuenta a los segundos de que estaba observándome, traté de secarme todas las lágrimas lo más rápido posible pero ya era demasiado tarde para ocultarlo. Cuando la vi acercarse hacia mi me puse nervioso, pero su mirada... su mirada ya no era tan despreciable como antes, se podría decir que... ¿Estaba un poco preocupada? No lo sé, pero la observé cuando se sentó al lado mío con la boca un poco entreabierta, ya dejaba de mirarme directamente a los ojos, ahora contemplaba un espacio en blanco sin decir nada. Estuve bastante incómodo, pero suspiré calmado cuando por fin se atrevió a hablar.

— Taehyung, el muñeco... —

— ¿Q-qué sucede con Jungkook? — Pregunté incrédulo y ella se puso aún más seria, pensé que iba a preguntarme por qué estaba llorando.

— No lo sé, me da mala espina —

— Es un simple muñeco de trapo mamá, ellos no pueden hacerle daño a nadie porque no tienen vida propia, no es como si fuesen a convertirse en humanos o tuvieran un demonio adentro, como una historia que comencé a leer que se trataba mas o menos de eso. Era una tontería, aunque interesante, pero no terminé de leerla porque atendí a Jimin y cuando regresé a mi habitación casi todas las hojas habían sido arrancadas del libro —

— ¿No te parece lo suficientemente extraño como para sospechar? —

— Tal vez no me di cuenta y las hojas ya estaban un poco rotas, el libro era bastante viejo a decir verdad, y recuerdo que dejé la ventana abierta, así que probablemente haya sido el viento que arrancó las hojas y las esparció por toda mi habitación, siempre hay una explicación lógica para todo — Sonreí tomando a Jungkook como si estuviera tomando a un niño pequeño — Además, esta hermosura no podría hacerle daño a nadie, ¿No es cierto, mi lindo Kookie? —
Mientras me comportaba como un niño pequeño mi mamá rodó los ojos y se fue, no sin antes decirme que prepararía el almuerzo pronto. Yo la ignoré como tantas veces lo había hecho, pero volví a recordar lo de hace unos minutos atrás y mi sonrisa se borró al instante, igual trataría de resolver las cosas en algún momento, ahora no,  Jimin se encontraba demasiado enojado conmigo o al menos eso me había demostrado, no quería molestarlo y que terminara en peores términos. Él también necesitaba tiempo para reflexionar o pensar.

— Jungkook... ¿Tú crees que Jiminie me va a perdonar? Sé que no lo hice yo y será una misión algo complicada hacer que crea en mis palabras, pero necesito estar bien con él, es una de las personas más dulces y lindas que conocí, siempre me ayudo cuando más lo necesitaba y gracias a él yo...— No pude continuar hablando porque sentí como si el muñeco hubiera forzado para que no continuara sosteniéndolo, parecía como si a éste le hubiese molestado que mencionara a mi amigo. Me sobé la nuca con miedo, pero preferí creer que estaba imaginándome todo, no me gustaba pensar en estupideces como que el muñeco tenía vida propia o algo así, era demasiado ridículo y sin sentido.
Me quedé mirando la televisión hasta que mi madre terminara de cocinar y cuando me llamó para ir a la mesa me fui con Jungkook y una expresión pensativa y temerosa en mi rostro, hay algo que no andaba bien, y me lo decía una voz en mi mente que solía aparecer cuando las cosas se tornaban extrañas. Pero no iba a poder creerlo hasta que sucediera algo realmente convincente como para decirme a mi mismo: "Mamá y esa voz en mi cabeza tenían razón, Jungkook no era un muñeco común y corriente como los demás".

"You and me" [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora