Vivir juntos | Ichiro x Samatoki

uno

"¿Qué haces acá?" Ichiro miró confundido al de pelo blanco.

"Empacá tus cosas y la de tus hermanos. Te venís a vivir conmigo."

"¿Eh? ¿De qué hablas? Me tengo que ir a trabajar, no molestes."

"Ichiro, no podes seguir viviendo acá. El departamento se cae a pedazos y a penas podes pagar la renta trabajando todo el día."

"No puedo pagar nada más y no puedo conseguir otro trabajo. No puedo dejar a mis hermanos en la calle."

"Venite a vivir conmigo. Mi casa es grande, tus hermanos pueden tener cada uno su habitación, y vos también."

Ichiro se arrepintió de haberle contado la situación en la que vivía a Samatoki. A penas se habían conocido, ya que Ichiro había comenzado a trabajar en el bar al que Samatoki frecuentaba. Hace unas noches el peliblanco emborrachó demasiado y Ichiro no sabía dónde vivía así que le permitió quedase en su casa. Al otro día Samatoki vio las condiciones en las que vivía Ichiro pero no mostró lástima, sólo lo felicitó por cuidar tan bien de sus hermanos. Aunque no pudo olvidar las paredes rajadas y el cansancio del chico que tenía dos trabajamos de medio tiempo.

"No quiero tu lastima." Dijo el más joven, más serio.

"No es lastima. Mira cómo vivís, tus hermanos duermen en el piso Ichiro. Es muy bueno que te preocupes por ellos y por su educación, pero no podes vivir así. ¿Hace cuánto que no dormís más de cuatro horas?"

Ichiro no respondió. Trabajaba toda la tarde en una florería, volvía a casa para preparar la cena y luego volvía a irse por la noche al bar. No volvía a su casa hasta la mañana siguiente, dormía un poco y se levantaba para preparar el desayuno y almuerzo de sus hermanos.

"No puedo simplemente empacar e irme. No puedo pagarte."

"No te estoy pidiendo dinero." Samatoki suspiró. Hace días que le venía diciendo a Ichiro que se fuera a vivir con él. "Simplemente acepta. No puedo estar tranquilo sabiendo que vivis así. Mi casa es gigante y apenas la uso. No te voy a pedir nada a cambio, sólo ven."

Ichiro quedó callado por unos segundos.

"Voy a hablarlo con mis hermanos..."

Samatoki sonrió.