- Leon... - fue lo único que pudo pronunciar la pelinegra antes de pasar entre los hermanos Redfield y pararse frente a el -¿Que estas haciendo aquí? - Pregunto con cierto fastidio y algo de molestia.
Kennedy por lo contrario, al ver a la pelinegra sus ojos se le iluminaron, haciéndole una sonrisa leve, se acerco más estando frente a frente con ella mirándole a los ojos. Ninguno pronunciaba palabra alguna, la atmósfera se empezaba a poner incomoda poco a poco. Los hermanos Redfield por su parte se miraron y con las manos hicieron algunos gestos para que los demás presentes se fueran y continuaran su trabajo, y ellos de igual manera se retiraron a la oficina donde la pequeña Kennedy se encontraba. Sin más la espía se separo un poco cruzando sus brazos logrando romper la incomodidad.
-¿Y bien... que haces aquí?... - Con su característico tono serio y frío le borro la sonrisa que tenia el agente.
Al ver la actitud de ella carraspeo un poco alejándose también dando un leve suspiro. -Tenemos que hablar... En un lugar...- Antes de que pudiera terminar fue interrumpido por ella.
-Tu y yo no tenemos nada de que hablar...- Se volteo para regresar a la oficina, donde se hallaba su hija pero fue detenida por su amado, cosa que le molesto y lo volteo a ver con una mirada asesina.
Sin intimidarse el agente la sostuvo y la jalo hacia el abrazándola sorprendiéndola. La atmósfera ya no era incomoda... ahora era dolorosa... no solo para uno... sino para ambos. Ella pensaba en lo que le diría a la menor y el pensaba en ellas... en su familia, la familia que Ada siempre quiso formar. Poco a poco los ojos de la amante del rojo se llenaron de lagrimas, el abrazo que el agente le estaba dando la estaba quebrando, el al sentir como su camisa se mojaba por las lagrimas de su amada, la abrazo más. Ella sin dudarlo se aferro a el, no tenían que pronunciar algo, un simple abrazo era lo que realmente necesitaban. Leon al sentir el abrazo de su esposa, la abrazo con fuerza pero sin lastimarla, realmente entendió el como se había sentido Ada. Las cosas respecto a sus sentimientos se habían salido de control y termino por lastimar a quien menos quería herir, pero tenia ella razón.
Ada le había preguntado si estaba seguro respecto a lo que sentía y lo que haría, el con firmeza lo acepto, pero realmente, en la situación actual en la que estaba, se dio cuenta que no estaba su seguridad, que todo lo que antes había planeado con Angela, ahora eran sus planes con su familia. Su familia eran ahora sus planes, no solo por Ada y su hija, también por sus compañeros y la torpe de Ashley, quien a veces les sacaba canas a ambos Kennedy.
Leon separo un poco el abrazo para limpiar los ojos de la pelinegra, cosa misma que la sorprendió tratando de separarse de el para que ella misma pudiera limpiar sus ojos, pero debido al agarre del agente fue imposible.- Vamos... no seas tan ruda conmigo... - lo había dicho en un tono suave y dulce para tranquilizar a la espía, estaban en un momento donde cualquier cosa podría afectarle.
Al escuchar las palabras del agente la erizo por completo y se relajo poco a poco, y es que debía estar tranquila, para no armar más escándalos, pero el momento fue interrumpido por el celular de su aun esposo. Leon tomo su celular para ver quien era, sin soltar a su aun mujer, pero el momento se puso algo tenso al ver quien llamaba. Era realmente mal momento para responder la llamada de Angela. Ambos enamorados se miraron durante unos segundos hasta que Ada se separo, pero solo fue una pequeña distancia, debido a que el agente había colgado a la llamada y abrazo aun mas a la mujer de rojo guardando su celular.
- No pienso responder llamadas ahora... Estoy ocupado con mi esposa... - susurro lo suficientemente bajo para que solo Ada lo escuchara.
Un pequeño sonrojo estaba colocado sobre las mejillas de la espía, quien solo se aferro al agente. -No digas tonterías... Debiste... Responderle... - su voz se escuchaba ligeramente triste pero en un modo serio, su forma de ser la manipulaba muchas veces, y esta no seria una excepción.
- Prefiero meterme en riesgos... - Dijo sonriendo mientras le recordaba todas las veces que Ada tuvo que salvarlo, ella misma recordó el momento en el que Leon se hallaba también en China, y el como lo había apodado.
"Leon... El eterno Superviviente..."
Una frase que le dio sentido a lo que su pareja le había dicho, y era cierto, no faltaba día, o misión donde el se metiera en problemas, era ya parte de su vida cotidiana. Ambos sabían que esa llamada cambiara la historia, la historia de ellos, no temían por ninguno, temían por la pequeña Kennedy.
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Angela Miller
- Vamos Leon... Responde... - Dijo en un pequeño susurro algo desesperada, pero nuevamente su llamada fue en vano. Se empezo a preguntar que estaba haciendo el agente, normalmente el respondía sus llamadas sin problema pero esta vez no fue así. Tomo su bolsa y llaves para tomar camino hacia la BSAA, todo el camino se empezo a imaginar una vida a lado del agente, ya que próximamente vivirían juntos e incluso ya empezaban a hacer planes para su futura boda. Sonrío de manera leve y enamorada, en su interior se emocionaba de solo pensarlo e imaginarlo, no solo eso, también una familia. Entro de manera normal a las instalaciones, donde todos la conocían por su trabajo reconocido y por ser "novia" del agente americano, pero jamás se imagino lo que estaba a punto de ver con sus propios ojos.
Justo ahí... Una espía... Un sobreviviente... Una agente... En el mismo lugar... Angela mirando a ambos enamorados... Ellos... En un apasionado y amoroso beso interrumpido por el sonido de la bolsa caer... Varios sentimientos encontrados... Tres personas... Dos enamorados... Y una rota...
¿Leon y Ada?
¿Leon y Angela?
¿Quien tiene verdaderos sentimientos?
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The Woman of the Red Dress
FanfictionLlena de furia, la ahora Ex-Espia salio del lugar donde momentos antes discutio con el Agente de la DSO, Leon S. Kennedy, el cual se habia quedado a tomar sus cosas. Mientras, la pelinegra corrio hasta donde sabia que se encontraba la rubia de Angel...