«El duerme velas Ella»

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Viajante desconocido que pretende despertar, de un mal sueño sale y en otro vuelve entrar, en silencio te aguardamos para el ensueño mostrar.

Estaré siempre presente desde el comienzo hasta el fin, en la fuerza contenida al momento del desliz.

Cara de santurrón cautivo de vanidad, con la seguridad fingida la sabiduría desconocemos.

Antes del abrazo de hervidero mental, interpreta el mapa de latitud meridional.

Solos y Amenazados desde antes de nacer, divorciados de la influencia al amante enfrentaré.

Segado de confusión no puedes entender la Majestad siniestra que revestiré, el aullido a media noche y la macabra deidad le otorgan la venia a tu suerte negociar.

Es el fin del florecer y el pájaro cantar, al filo de la espada tu cuello deslizara, ante el divino creador o el maléfico Satán solo tienes dos opciones el obrar o el rechazar.

Los puentes se desploman al terminar de cruzar, para no dejarte paso al posible retornar.

Entre destrucción y escombros el camino avanzaras, y en pesadillas despierto es cuando me veras.

Hombre necio que pretende despertar, su desconocido pensamiento lo vuelve a engañar, y en un chasquido de dedos... extraviado quedará.

*Antes de lo previsto la teoría terminará, sucumbes entusiasmado al verla ejecutar.*

"Vigorosa bailarina en claro oscuro danzar, con el balance perfecto de la embravecida mar"

La seguridad perdida sin volverla a recobrar, la decadencia desbordada en la sonrisa criminal.

La ternura arrebatada a golpe del tronar, de rodillas en la tierra para la fe recuperar abrazando la esperanza en la futura antigüedad.

Cielo oscurecido por nubes volcánicas, y la lluvia de cenizas la hondonada cubrirá, cada paso que adentres de las ciénagas vendrá, una banda de cuervos y el aroma del nogal.

Solo una excusa válida de herejía formal, la indulgencia recitada por doncella celestial.

Hechiceras con la suerte de su artilugio lograr, con el cascabel batiendo la serpiente avisará.

Eterno atardecer envenenado del querer, ¡que anochezca o que aclare...! para ver el tiempo correr.

Los susurros tenebrosos se escuchan por doquier, consiguiendo el buen recaudo al peregrino distraer.

Aprieta el paso sabaneando en galope de tropel, entre la persecución al acecho que viene por usted.

Con el anuncio de las tempestades no pares de correr, el camino que vas dejando no voltees a ver, con la frescura del viento se te eriza la piel.

El bosque está vivo, con aspecto de fallecer, cobijado en maleza muerta el espino te ofreceré.

Anhelos enterrados en panteones del querer, vigila bien el camino o te confundes en él.

Con los ojos bien cerrados tienes que leer, la pagina perdida del poema que queme.

Eres fuerte y atrevido para adelantado estar, entre sótanos oscuros tus ruegos escucharan.

Abiertas las puertas del laberinto infernal para detener el tiempo en la hora de gritar.

Si vives o mueres mi mano te a de alcanzar    

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2018 ⏰

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