Media: Rewrite the Stars, Anne Marie & James Arthur
Por una extraña coincidencia, dos personitas muy importantes para mí se sentían down ayer en la noche. Para oneechan, que no puede saber qué es lo que hace o sería mi perdición, y para mamá paloma, para que vuele más rápido que las palabras y que chibi-palomita aprenda a volar igual de veloz.
Miloh Stephens apareció en la casa de Adrien cerca de las ocho de la noche, con un gigantesco ramo de flores y una cajita elegantemente envuelta. Sonó la bocina del coche varias veces frente al portón de entrada a la casa hasta que finalmente Adrien tuvo suficiente de eso y mandó a abrirla.
Sonrió al ver a su ex novio, se le notaba furioso. Le gustaba verlo así porque cuando Adrien se enfurecía solía perder el control y eso lo colocaba en ventaja. Adrien observó con desdén las flores y el oso de peluche blanco que traía en los brazos. Sabía que el juguete era uno de alta calidad, al igual que las flores. Miloh jamás le había regalado nada que no fuera costoso.
—¿Qué es toda esta basura? —preguntó cuando entraba al amplio recibidor de la casa. Miloh no pudo evitar sonreír sabiendo que ya lo había sacado de sus casillas.
—Vine a disculparme con el chico. ¿Podrías decirle que estoy aquí? —de inmediato Adrien estuvo a la defensiva y en su mente Miloh silbó asombrado sabiendo que había tocado una vena extremadamente sensible.
—¿Qué tal si te largas antes de que te mande a sacar?
—No me iré hasta hablar con él —la postura de Miloh le dejaba saber que haría exactamente eso. Lo conocía demasiado bien.
—Haz lo que te dé la gana, pero él no va a hablar contigo.
—Entonces me quedaré esta noche. En la habitación de siempre —los ojos grises de Adrien relampaguearon y notó cómo su mandíbula se tensaba. Era una expresión que le decía que el hombre estaba llegando a su límite. Lo que le causaba curiosidad en realidad era el que alcanzara ese límite con tanta rapidez. —Adrien. ¿No crees que es más sencillo ir y preguntarle al chico si puede recibirme?
Adrien lo meditó por largo rato. Sabía que Miloh tenía otras formas de obligarlo a que le presentara al chico. Él podía defenderse de todas sus estrategias, pero le arruinaría la semana y eso era lo único que tenía con Danny, una semana.
—Te lo presentaré formalmente en una semana.
—Aun así, quiero entregar mis disculpas personalmente —Miloh mantuvo su posición por largo rato mientras Adrien meditaba lo que haría. Si continuaba negándose terminaría provocando más su curiosidad.
—Bien, pero te mantendrás lejos de él hasta que termine la semana.
—Lo intentaré.
—Lo harás o me encargaré de arruinarte ese pequeño proyecto personal que tienes con la compañía de café —vio con cierta satisfacción cómo el rostro de Miloh perdía la sonrisa. Claro que sabía del proyecto, pero lo había dejado pasar solo porque estaba de buen humor. Eso le recordaría que no debía meterse con él solo por un pequeño capricho.
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Dulce Engaño (Original)
RomanceAdrien tiene una perversión muy particular, una que no lo deja funcionar adecuadamente si no la satisface cada cierto tiempo. Danny es un chico que no sabe exactamente en lo que se ha metido al responder el anuncio de una agencia que promete cumpli...