M.D Doblas D.X: Fawcett in Love (Tom Holland)

Capítulo 2: Siendo "Gillipollas"

Llegué a casa y vi a mi madre hablando con mi padre tomando el té,como si no hubiera pasado nada.

-Madre-dije-Oye deberías cambiarme otra vez con el doctor Cooper,la nueva "Doctora" está loca.

Reí pero mis padres estaban serios. Mamá se levantó a verme y dijo de manera rápida.

-No Jack no creo que sea conveniente cambiarte de doctor,ella es una de las mejores estuvo atendiendo a tus hermanos desde que ustedes partieron y el doctor Cooper se fue a un congreso de médicos por 3 años en Canadá.

-Pero madre está loca-dije.

-Sin peros, seguirás asistiendo a su consulorio-dijo mi madre.

Bufé y me fui directo a mi habitación a encerrarme.

Pasaron las horas y yo tenía hambre,fue cuando escuche risas,y una voz un poco familiar,Me asomé a la sala del té y ahí estaba la doctora Kaisa y 2 personas que infiero son sus padres platicando con mi madre.

-Oh Jack pasa,veo que ya conocías a Kaisa Doblas desde esta mañana,Pero no a sus padres Rubén e Irina-dijo mi madre.

-Un placer-dije tendiendo la mano.

-Así que ellos son los Doblas-dijo mi padre tras de mi-bien llevaré al señor Doblas a mi estudio,cariño lleva a Irina a la biblioteca y Jack por que no llevas a Kaisa a dar una vuelta al jardín.

-S-si seguro-dije.

-Así sirve de que pides disculpas y se conocen-susurro mi padre a mi oído.

Los adultos salieron dejándonos solos,Kaisa sólo tomó su bolso y salió de la sala.

-Hey ¿A dónde vas?-pregunte.

-Lejos de tu ego masculino-dijo Kaisa molesta.

-Espera,lo siento mucho Kaisa no quería insultarte está mañana es sólo que no me trago la historia de que eres una gran doctora ejemplar-dije.

Su pequeño abrigo cayó al suelo,y me acerqué a recogerlo.

-Creo empezamos con el pie izquierdo,me presento soy Jack Fawcett-dije.

Ella me miró y ví una leve sonrisa.

- ¿Haciéndola de Gillipollas conmigo buen mozo? El placer es mío joven Fawcett soy Kaisa Doblas-dijo Kaisa.

Estrechando nuestras manos y decidió abrir la puerta para pasear por el jardín.

-Así que... ¿Doctora?-pregunte curioso mientras peinaba un poco mi bigote.

-Si y para ser sincera bajo la tutela de una de las mejores,María Montessori-dijo Kaisa-dejate el maldito bigote o juro por dios que te lo quito yo.

Reí ante su pequeño comentario y seguí jugando con mi bigote,cuando de la nada en un ágil movimiento me dejó tendido en el suelo. Ella saco su navaja y cerré los ojos temí lo peor.