Shades ; Código Lyoko

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Aquel año, el otoño llegaba más pronto a Francia. Acababa de empezar septiembre y en el colegio Kadic se veía a mucha gente con gruesos jerseys y alguna que otra bufanda, excepto a un chico que vestía completamente de morado y llevaba el pelo rubio, completamente engomado y en punta.

Odd Della Robbia, recién llegado desde Italia, vio a su mejor amigo, Ulrich Stern que trasportaba con poca dificultad su maleta al hombro.

Ulrich era alto, tenía los hombros anchos y su pelo, normalmente despeinado era de un tono castaño claro. Muchas chicas lo consideraban un chico guapo, entre ellas Sissi Delmas, la hija del director, y según ella y solo ella, la chica más guapa del internado.

Aunque para él solo había una: Yumi Ishiyama, de origen japonés, quién se había mudado con sus padres y su hermano pequeño a Francia por motivos de trabajo. Alta y con el pelo corto y negro como el carbón, era la más mayor del grupo y la única que vivía fuera del colegio.

A lo lejos vio como Jeremy Belpois, apodado Einstein, rubio con unas gruesas gafas sobre la nariz, salía del pequeño coche amarillo de su padre, acompañado de Aelita Stones, su "prima" que tenía el pelo algo más largo que la última vez que la vio y rosa, le quedaba bien, había pasado las vacaciones de verano con Jeremy ya que ella era huérfana y no tenía a nadie, salvo a sus amigos.

Cogió su bolsa y su mochila dónde llevaba a Kiwi, su perro y se aseguró disimuladamente de si estaba bien.

- ¡Einstein! Cuanto tiempo sin verte, veo que sigues llevando las mismas gafas gruesas -gritó Odd sonriente abrazando a una Aelita feliz de ver a su amigo.

- Hola, Odd. ¿Sabes? Creo que he echado de menos tus bromas tontas -dijo el más inteligente del grupo sonriendo también.

- ¡Eh, mis bromas no son tontas, en realidad son muy ingeniosas lo que pasa es que la gente no tiene buen humor para entenderlas!

- Si tu lo dices... -dijo Jeremy no muy convencido-. Hola, Ulrich.

- Hola, Jeremy. ¿Qué tal las vacaciones?

- Ya sabéis lo normal, creé un programa que...

- Alto, alto, alto, Einstein -lo interrumpió Odd agitando los brazos frenéticamente-. Nos referíamos a si has aprovechado a decirle a Aelita que estás perdidamente enamorado de ella.

- Emm... Bueno..., esto..., yo..., no -dijo mirando hacia abajo, sonrojado.

Jeremy se ganó una mirada en blanco de sus dos mejores amigos.

- ¿A qué hora abren la cafetería? Me muero de hambre -se quejó Odd frotándose la tripa.

- Nunca cambias, eh, Odd -dijo la voz de la chica del pelo rosa.

- ¡Aelita! ¿Qué tal las vacaciones con la familia Einstein?

- Muy bien -dijo contenta-. Ha sido muy divertido aunque me siento un poco mal que me pagaran todo.

- Oh, no, de eso no hay problema, Aelita -dijo Jeremy sonriéndole y cogiéndole la mano-. Además, mis padres te adoran.

- Me pregunto por qué será -susurró en broma Ulrich a Odd, quién entendió.

- Mira, allí está Yumi, por cierto, ¿que hay de ti y de ella? -le susurró Odd a Ulrich dándole un codazo.

- Solo somos amigos..., o eso creo. No estoy seguro.

- ¡Hola, Yumi! -exclamaron todos a la vez.

- Hola, chicos -luego se dirigió a Ulrich-. ¿Qué tal las vacaciones, Ulrich?