Agosto, 1973.
—¡Agoney despierta!
Abre los ojos al escuchar a su madre, da vueltas en la cama ya que si fuera por él se quedaría más rato acostado.
—¡Agoney!
—¡Ya!
Se levanta, escoge la ropa que se pondrá, se ducha y cuando ya está listo camina al comedor dónde sus padres y hermana lo esperan.
—Ago, emocionado por el regreso a clases. —le dice su hermana con una sonrisa burlona.
—Si supieras las ganas que tengo de volver. —le responde tomando un pan y untando mantequilla.
—Vaya… yo pensé que estarías contento porque por fin volverás a ver a Raoul.
Agoney que justo estaba dando un sorbo a su taza de te, se ahoga por los dichos de su hermana.
—¡Glenda! ¿Pero qué dices?
—Cariño, no es necesario que reacciones así. Tu sabes que con tu padre siempre te hemos apoyado en todo, no sé porque todavía no aceptas que estás con él.
—Simple, porque no estoy con Raoul. Estoy soltero. — dice esperando que con eso su familia deje de molestarlo.
En estos momentos lo único que quiere es matar a Nerea. Si no fuera por ella Glenda y su madre nunca hubiesen sabido de la existencia de Raoul.
—Hijo, la verdad es que si tú estuvieras con el hijo de Vázquez yo no tendría problemas se ve que ellos son buenas personas. No lo conozco, pero preferiría que estuvieras con él a que con ese amigo tuyo.
Rueda los ojos al escuchar a su padre, sabe que se está refiriendo a Eleazar. Desde que se conocieron que le cayó mal y siempre que puede dice algo negativo de su amigo.
—Papá, no empieces. Si conocieras a Raoul tampoco lo querrías porque al igual que Eleazar no le interesa la política.
—No es por eso que no me cae bien Eleazar, por lo demás dudo que una persona que no le interese la política se vaya a Cuba por vacaciones de invierno.
—Tiene familia allí. —dice Agoney terminando de desayunar, ve como su padre le va a responder algo, pero justo llaman a la puerta.
—Yo voy —dice su madre mientras se levanta para abrir la puerta.
—Nerea, Mireya qué gusto verlas. —Agoney da la gracias en su interior cuando escucha que ya llegaron sus amigas a buscarlo.
—Gracias tía, a nosotras también nos alegra verla, ¿Está Agoney?
—¡Ya voy! Me lavo los dientes y nos vamos.
—Chicas si quieren pueden pasar y lo esperan adentro todavía hace frío. —escucha que su madre les dice a sus amigas, y lo único que espera es que Nerea o Mireya hablen de los Vázquez.
—Nerea, Mireya cómo están.
—Bien, bien felices de volver a clases. —dice Nerea y de verdad que Agoney no entiende cómo puede estar tan contenta.
—Uf dilo por ti, si fuera por mí viviría en vacaciones. —comenta Mireya riéndose.
—Ay Mireya qué mentirosa, a ti te encanta ir a la universidad así puedes ver al guapo presidente de la federación.
—¿Quién es? —Agoney escucha a su hermana preguntar y sabe que es hora de apurarse para poder irse a la universidad.
—Álvaro Vázquez. El amor platónico de casi toda la universidad.
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Paloma quiero contarte (#Ragoney)
Historical Fiction"No sé si sigues viviendo en el mismo lugar, si migraste a otro país, solo tengo esta dirección que era tu hogar antes de que nuestra vida cambiara para siempre". Universo alterno