Taeyong se consideraba a si mismo una persona bastante madura. Vivía por si mismo, trabajaba, pagaba sus cuentas y tenía un orden casi obsesivo para sus posesiones. Todos los que lo veían a primera vista les parecía algo asi como el tipo duro de un anime de acción, mas quienes lo conocían le atribuían un corazón gentil y una personalidad mas bien calmada, de pocas palabras y con algún que otro problema para expresar realmente su descontento con algunas cosas.
Taeyong no era del tipo de ponerse firme con su opinión y esquivaba casi cualquier tipo de enfrentamiento para evitar problemas que creía innecesarios.
Pero el mayor problema, al menos para él, era su miedo. Como dijimos, es un adulto. Un adulto responsable y centrado. Por eso, hasta para él era inconcebible el saberse víctima de un miedo tan infantil como lo era el miedo a las tormentas, particularmente las eléctricas.
Se veía a si mismo en un debate mental cada vez que se daba la ocasión de tener que ir a trabajar y no haber dormido por miedo a los rayos. Se decía que ya estaba grande y que no volvería a pasar, pero en el fondo sabía que era mentira.
Y para rematar, un día en que no llovía para nada y que supuestamente era su tiempo tranquilo, tuvo una pesadilla con rayos. En sus sueños se veía a si mismo en el interior de su propio departamento, pero aun asi llovía bajo ese techo y los rayos iluminaban la escena cayendo a su alrededor pero sin golpearle ni afectarle de forma alguna; algo que únicamente podía ocurrir en un sueño, uno muy raro.
Esta de mas decir que no había vuelto a pegar las pestañas en lo que quedó de noche, habiendo despertado bañado en sudor frío. A la mañana siguiente, antes de ir a trabajar, se tomó un café cargado.
Salió al pasillo y se encontró casualmente con su vecino del departamento contiguo.
– Taeyong, ¿Pasaste mala noche? – Adivinó el rubio teñido al ver su rostro. Taeyong le sonrió.
– Hola Taeil-hyung, ¿Tan mal me veo? – Dijo bromeando.
– Bueno, a veces adivino cosas... – murmuró y Taeyong lo miró sin comprender, pero lo dejó pasar. El mayor se despidió con la mano y se adelantó para bajar por las escaleras mientras que Tae usaba el ascensor.
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En otro lugar y sin tener nada que ver con Taeyong y sus rayos se hallaba Haechan.
Él era un simple adolescente que se encontraba jugando al fútbol con unos amigos de la secundaria. Se consideraba suficientemente bueno como para jugar en las posiciones delanteras.
En ese momento uno de sus compañeros se encontraba a punto de realizar un tiro de esquina hacia el arco rival y Haechan se sentía de suficiente buen humor para intentar cabecear. Pero en el momento en que él y otro de los chicos saltaron al mismo tiempo todo buen humor desapareció al sentir el dolor punzante en su cabeza.
– ¡SE CHOCARON! – Gritó lo obvio Renjun señalándolos y Haechan se llevó la peor parte.
No alcanzó a maldecir cuando llevó por inercia su mano a su cabeza y entonces lo vio: sangre.
Sangre comenzó a chorrear de su cabeza y manchó su mano al tocar la lesión.
– Oh no, no otra vez... – volvió a hablar Renjun acercandose y viendo a su amigo blanco como una hoja de papel.
Oh si, si otra vez.
Y todo se hizo oscuro. Haechan se había desmayado.
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– Dejen que respire un poco... – fue lo primero que escuchó mientras recuperaba la conciencia.
– Yo ya mejor me voy a mi casa.
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Greek Gods || NCT
FanfictionLuego de caer en el olvido por siglos, los antiguos dioses griegos deciden volver al mundo humano para luchar contra enemigos que desafían su poder y autoridad en lo que podría convertirse en una nueva guerra que acabaría con el mundo como lo conoce...