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「 final 」

Flores. Muchas flores habían en ese parque. Eran hermosas. Tan brillantes. Le encantaban.
YoonGi sonreía viéndolas, los colores le hacían estar feliz.

Habían ardillas en los arboles y eso también le gustaba. adoraba a los animales. Ojalá hubiera podido ir con su mascota allí, ¡para que conozca a SeokJin! Pero estaba por su primo durmiendo, los dos juntos.

Había llegado a ese lugar, veinte minutos antes de la hora acordada, solamente para estar un rato solo, para admirar a las plantas y ese color verde del suelo; para escuchar a los pájaros cantar y ver a las personas siendo alegres.

Pasaron treinta minutos y SeokJin debería haber estado ahí diez minutos antes, ¿acaso era una broma o qué? No quería suponer nada, sabía que SeokJin no haría algo como dejarlo plantado.

Desde que asiste a ese colegio, se interesó en el Kim. Tenía diez años. No sabía lo que le pasaba, no sabía por qué le interesaba un chico. No lo sabía, pero tampoco le molestaba. Porque el rubio, por más que no hablaran hasta hace un año, le transmitía confianza y sus ojos estaban llenos de amor.

―¡YoonGi!.―

Gritaron su nombre y salió de sus pensamientos; era SeokJim y estaba corriendo apurado, sosteniendo un peluche marrón y un ramo de flores.

Sonrió mostrando su rosada encía.
El mayor llegó colorado y agitado.

―Perdón por hacerte esperar, pequeño.―

Se disculpó, se agachó y le dio un pequeño beso en la cabeza. YoonGi seguía sonriendo, le gustaba que le den besitos tiernos.

―Ten, esto es para ti. Espero que te gusten.―

Lo que traía en sus manos, se lo da al Min. y éste lo acepta con gusto y dice un suave "gracias".
SeokJin se sentó en el suelo, apreciando la belleza de YoonGi. era como un ángel, ¿cómo alguien podía ser tan hermoso? Tan perfecto. YoonGi era simple. Y perfecto.

Se había formado un silencio, pero no era uno incómodo. Era agradable. A los dos le gustaba, porque estaban mirándose y conociéndose así, entre miradas sin perversión. Solamente miradas lindas e inocentes.

―¿Te gustaría pasear por ahí o quieres que nos sigamos mirando?.―

Pregunta sonriendo. YoonGi piensa la respuesta.

―Lo que tú quieras.―

Responde regalándole una pequeña sonrisa y eso enamoró más a SeokJin. El menor parecía un adorable gatito.

―¿Te puedo hacer otra pregunta?.―

Lo mira seriamente y Min se asustó.

―Claro, SeokJin Hyung.―

Contesta esperando una pregunta dolorosa.

―Cuando duermes o te hacen muchos mimos, ¿tú ronroneas?.―