CAPÍTULO 4

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Hay un dicho muy miserable en este mundo que reza de la siguiente manera: "Ningún acto de bondad... queda sin castigo".

Es quizás irónico que hubiese escuchado esa frase de su difunto amigo Jungkook. Es como si de cierta manera estuviera pagando toda esa cuenta pendiente en pequeñas porciones con el pasar del tiempo.

Por su causa. Por él siempre hecho de existir y.

Porque ahora sabía abiertamente que él había sido el causante de que TaeHyung se sintiera mal en aquel momento. Que sus acciones hubiesen abierto mucho más de un herida que nunca sana.
Lo sabe, porque TaeHyung tiene y siempre tendrá un dueño... y es triste pensar en ello. En que él omega tiene todo una vida por delante destinada a la soledad... o quizás no... quizás no una tan larga...

"YoonGi... me estoy muriendo..."

Quizás en su momento creyó
que era una broma, que sólo se sentía muy mal y había soltado aquella expresión por inercia. Pero con el tiempo fue entendiendo que sus palabras eran reales, que él omega no había jugado con ello.
Y era cierto... de que eventualmente TaeHyung debía volver a su dueño a cualquier costo, tenía que enfrentar ese destino sellado donde al final del pasillo, no había más que una figura vistiendo una túnica negra y una guadaña.

Y eso le enfurece.

Le parece muy injusto y egoísta que el menor tenga un destino como ese... que por un suceso del pasado pasado ahora se le esté privado hacer muchas cosas. El darse una segunda oportunidad...

Jamás noté lo adolorido que estaba, lo físicamente mal que se sentía... porque jamás lo denotó, jamás dio una sola seña de todo lo que le aquejaba.

"No quería preocupar a nadie..."

Me dijo en aquel momento, entre respiraciones fuertes, como si la sola tarea de respirar se le dificultara. Aún aferrado a mi, teniendo que le soltara, le dejara sólo. Algo que jamás haría.

Sí, era honesto... y repetiría lo dicho de nuevo hasta el hartazgo. Estaba frustrado, molesto... por esto, por esa situación en general.
No con TaeHyung, no... eso jamás.
Si no porque le es imposible ayudarlo. Porque sabe que él no hace más que lastimarlo... y es tonto... porque a pesar de que TaeHyung sabe y es consciente de eso, que su cercanía lo lastimaba, él omega no tiene la menor intención de dejarlo ir...

Y YoonGi tampoco quiere eso.

No cuando ya a vivido en primera instancia lo que significa estar con el chico. Admite que se a encariñado con él, le gusta su compañía y su sola presencia le tranquiliza.

¿Cómo podría dejarlo? ¿Cómo podría alejarse ahora? Y más importante... ¿Cómo podría atreverse a dejarle sólo cuando ya sabe lo que le ocurre?
Finalmente comprende porque siempre había sido reservado en sus cosas, sabe ahora porque Tae prefería hablar de otras cosas antes que de sí mismo, de cómo se sentía y lo que le asechaba y sus razones ahora le parecían justificadas.

Hubo una noche a escasos días de aquello, una en la que por respeto sólo se dirigió a casa sin hacer ninguna especie de visita a ningún lugar que frecuenta antes de llegar a su departamento, y el resultado fue algo que quizás merecía. TaeHyung fue hasta su encuentro a mitad de la noche, pidiéndole que no lo hiciera, que no se alejara de él. Qué ahora que sabía sus circunstancias lo necesitaba más que nunca a su lado, minimizando notoriamente que no le importaba si aquello le dañaba...

Pero, si todas esas molestias fueron causadas por un simple beso...entonces no y no, jamás se perdonaría si algo como eso le volviera a pasar por aquello, no quería que sus acciones condenaran arrebatarle parte tiempo al chico.

Tiempo... ah, ahora mismo sólo quiere detenerlo...

Yoongi se lo expone claro, sin intenciones de ofenderle... que no importa si aquello hubiese sido por un jugueteo. Jamás volvería exponerlo a esos malestares de esa manera.

Pero él omega no dijo nada... ni siquiera asintió a sus palabras, tan sólo se quedó de pie frente al alfa, sosteniendo sus manos con fuerza antes de buscar un espacio en la curvatura de su cuello y hombros para esconder su rostro.

"No te alejes entonces..." Pidió, quizás como mero acuerdo a sus palabras, en un juramento entre ambos que quedó en silencio, uno que fue sellado en un largo abrazo.

Y fue tonto hacerlo, a veces YoonGi lo sentía así, porque a pesar de todo... a pesar de que a partir de allí jamás tuvieron ninguna clase de contacto, TaeHyung seguía teniendo recaídas. Una tras otra lo suficientemente angustiantes como para mantener a YoonGi completamente frustrado.

Justo como hoy, nuevamente TaeHyung se había negado a que lo llevara al médico y permanecía en cama, profundamente dormido presa del cansancio. Y YoonGi sólo permanecía despierto, mirándole dormir, demasiado inquieto como para permitirse hacer lo mismo. Así, con movimientos lentos, sólo atinó a levantarse de la cama del menor y caminar en la oscuridad hasta la sala, concretamente hasta el pequeño balcón de la misma para poder fumar un cigarrillo y calmarse un poco y despejar su mente.

¿Porqué permitía que todo esto pasara? Internamente no podía evitar sentir ira, enojo y rabia por aquel hombre. ¿Cómo pudo ser él tan egoísta... y TaeHyung tan... tonto? De alguna manera lo sentía demasiado personal... más porque alguien que verdaderamente le importa, sufría por su causa. Y por una promesa vacía con alguien que ya no existe.

Volvió sus pasos a dentro del hogar, sintiendo el frío de la noche pegarle con fuerza. Pensó en lavar un poco su rostro sólo para distraerse un poco, para calmar todos esos pensamientos horribles que tenía. Caminó con lentitud hacia el baño de visitas, pasando por el librero del menor, completamente abarrotado con libros tanto pequeños como grandes y, justo fue uno que llamó su atención. Uno con lomo color azul oscuro, donde el título "Yo antes de ti" de Jojo Moyes indicaba el título y autor del mismo.

Sus dedos deslizaron el mismo con lentitud, sacándolo de su lugar. Y así, el mayor se dedicó a observar la portada. Había leído este libro, hacía mucho tiempo en sus años de universidad... y nostálgicamente recordaba que él mismo Jungkook era quien se lo había recomendado.

Se permitió rememorar aquel tierno recuerdo, hasta abrir el mismo y accidentalmente ver cómo lo que parecía ser una fotografía se deslizaba hasta el piso con lentitud.
YoonGi entonces fue rápido en ponerse en cuclillas y tomar la misma para colocarla en su sitio. Pero fue entonces cuando pudo ver perfectamente aquella fotografía... en ella permanecían TaeHyung y aquel chico besándose...
Le hubiera gustado no haber reconocido esa cara... porque conocía mas que bien a ese hombre...

—Ah... mierda...— Fue lo que pudo decir al sentir como un nudo en su garganta aparecía... sus ojos se humedecieron por inercia, y con ello un pánico que jamás había sentido. Quería salir corriendo, gritar y llorar con todas sus fuerzas...

—Mierda... lo siento... lo siento tanto TaeHyung...— Sollozo finalmente deslizándose así en la pared más cercana hasta el suelo, permitiéndose cubrir su rostro inundado en lágrimas.

Aquel chico era Kim NamJoon... uno de los dos muertos que habían perecido en aquel accidente hace más de dos años... ese que él había ocasionado.

—Yo te condené a esto...

CONTINUARÁ...

EL CLUB DE LOS MÁRTIRES || myg & kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora