Amor Obtuso

Afelación

-¿Me tendrás que pagar algún día no?
-Ya te he dicho que no tengo dinero_como que 8 veces van ya joder, y ni escucha el tarado este_
-Ah, ¿no?
-¿Estás sordo o que te pasa? Que no puedo pagarte la puta droga ahora y ya _ todos los alumnos que rodeaban el patio comenzaban a mirar por el subido tono de voz de la conversación_
-A ver _se acercó mucho_ puta guarra de mierda _decía susurrando_ te vas a meter esta bolsita de cocaina por el culo o por el coño, como te plazca, y me vas a pagar la puta deuda.
-¿És que tú no tienes manos para guardarla o solo las utilizas por las noches cuando estás caliente?
-No, pero están haciendo más revisos y no puedo esconderl...
-¿El que no puede esconder, señor González?
-Nada Jerónimo, nada.
-Pues si no es nada, deje de molestar a la señorita...
-Frunzoi.
-A la señorita Frunzoi y metase en sus asuntos.
Se fué, al fin Fran se fué, siempre con el dinero de la droga, se lo pagaré si, pero no ahora, y menos de esa manera.
-Señorita Frunzoi, ¿ya en problemas la primera semana de clase?
-No no, si no son problemas, na' rocecillos.
Dios, el profesor de plástica, el que todos llaman el serio y el antipático, al que no se le puede tomar el pelo y nunca mejor dicho, porque no tiene, buah chaval, ahí con sus gaficas y su barbita.
-Igualmente acompañeme a mi aula, porfavor.
-Si si, claro.

Al llegar allí me puse a ver el alrededor. Era una aula to' guapa, muy espaciosa e iluminada. Había una pizarra, con una escuadra. Siempre me habían llamado la atención, quería que me azotaran con ella, era una de mis filias.
Jerónimo me dijo que le esperase, que iba un momento a la clase de al lado, mientras tanto me senté en una silla y me quedé esperando.
Pasaron como 10 minutos y seguía sin volver, así que decidí ir yo donde estaba él. Cuando entré al aula me quedé sin nada que decir, pues lo primero que vi fue a Jerónimo haciendole una afelación a otro compañero suyo, rápidamente salí dando un portazo sin querer.