Introducción

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Inspiré profundamente. Siempre me ponía nerviosa cuando debíamos hablar, sobretodo de este tipo de temas. Pero entonces recordé aquella sonrisa, aquellos ojos que hacían que millones de mariposas revolotearan por mi estómago, y me armé de valor. Lo haría por ella, sólo por ella.

El recuento final de votos declaró oficialmente presidente del Gobierno español al líder del partido conservador, Miguel Lacunza, mi padre. Estábamos todos en las calles de Pamplona celebrándolo, todos los del partido nos felicitaban a toda la familia por su gran victoria en las generales. Todo el mundo estaba feliz, pero algo en mí no lo estaba del todo, quizás eran los nervios de tener que mudarme a Madrid con mi familia y empezar de nuevo: universidad nueva, grado nuevo, gente nueva... al menos tenía a mi novio Mikel; él también vendría a Madrid con nosotros ya que mis padres lo quieren mucho y lo ven conveniente para mí. Sí, todo tiene que tener el visto bueno de mis padres. Yo llevo tatuajes, pero cuando mis padres se enteraron me obligaron a maquillarlos para que no se vieran; y ya no hablemos del tema de la bisexualidad, que no quieren ni oír hablar de ello. Este año en Madrid me cambiaré de grado, ya que mis padres me decían que en Comunicación Audiovisual perdía el tiempo y que debía estudiar Derecho, otra jurista en la familia. Este nuevo viaje me daba miedo, pero decidí afrontarlo y hacer lo posible para encontrar mi sitio.

Necesitaba un cambio de aires. La ciudad de Elche se me había vuelto monótona, siempre la misma gente y las mismas historias. Después de pensarlo durante bastante tiempo, decidí que la mejor opción era mudarme a la capital. María, la hija de un amigo de mi padre, es madrileña y me iba a dejar un hueco en su piso. Había conseguido una beca y podría al fin estudiar lo que quería y compaginarlo con otra de mis cosas favoritas, cantar. Me dolía tener que despedirme de mis padres y mi hermana, son un gran apoyo para mí. Mi madre me decía que qué iba a hacer sola con Marina, pero a la vez me decía que me lanzara a la aventura, que la vida se vive solo una vez. Tenía una sensación extraña en mí, muchas cosas me esperarían en la nueva ciudad. Cogí mis maletas con entusiasmo y me dirigí hacia mi nuevo camino.

Hola pesetas!
Muchas gracias por leer, espero que os guste esta historia que estoy preparando con mucho amor!

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