1. Nuevos comienzos

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-Primero de Derecho -contesté a la recepcionista-.
-La sesión informativa para los nuevos alumnos de Derecho es en el aula 1023 -me informó-.
-Muchas gracias.
Cogí mi carpeta y mi bolso y me intenté orientar gracias al mapa que me dio la recepcionista. Me recorrí tres pasillos y ni rastro de la 1023. Me encontré a una chica morena, de estatura media, que parecía conocerse el sitio mejor que yo.
- Perdona, ¿sabes dónde está el aula 1023? -le pregunté-.
-¿También eres nueva de Derecho? -me preguntó-.
- Sí.
-Yo también, está al fondo del pasillo, si quieres vamos juntas.
-¡Vale!
-Soy Marta.
-Natalia.
Marta y yo llegamos que ya había media sala llena de gente. Cogimos sitio y escuchamos las palabras del decano. Allí conocimos a un chico muy bromista que me recordaba mucho al niño de Coco. Después de la charla con el decano nos fuimos a tomar un café los tres para conocernos mejor.
- ¿De dónde sois? -preguntó Dave-.
-Yo soy de Málaga -dijo Marta-.
-Yo de Pamplona -le respondí-.
-Oye, ¿tú no serás familia del nuevo presidente, no? Es que que te llames como él y seas del mismo sitio -preguntó Dave-.
- Sí, es mi padre -respondí tímidamente. El tema de que mi padre fuera presidente me daba miedo por si la gente nueva a la que conocía me mirara mal por no coincidir en su ideología.
-Hostia, ¡eso está to' guapo! -exclamó Marta-.
Me reí, al final no salió tan mal la pregunta de mi padre.
Me llegó un mensaje de Mikel, preguntándome donde estaba para venir a buscarme. Le dije que no hacía falta, pero él insistió porque mis padres querían comer con nosotros. Le envié ubicación y me dijo que en poco tiempo llegaba.
-En un rato vendrá mi novio a buscarme -les dije-.
-Antes de que te vayas, esta noche una amiga mía organiza una fiesta en su piso, quizás luego salgamos. ¿Os apetecería venir? -nos sugirió Dave-.
-Por mi perfecto, ¿te apuntas Natalia? -preguntó Marta-.
-Aún tengo que consultarlo, pero en principio contad conmigo.
Dave se alegró mucho y nos envió la ubicación de casa de su amiga. A ella no le importó que fuéramos nosotros, es más, le pareció una idea estupenda.
Mikel llegó a los pocos minutos. Bueno, Mikel y el coche con el chófer de mi padre. Me puse roja de la vergüenza y Dave y Marta alucinaron con el coche y el chófer. Me despedí de ellos y me metí en el coche con mi novio.
-¿Qué tal ha ido el primer día? -dijo después de darme un beso-.
-La verdad es que estoy muy contenta, hay gente muy maja -le contesté-.
-Me alegro cielo -dijo rodeándome con su brazo-.
Me apoyé en su pecho y le expliqué mis conversaciones con Dave y Marta.
-Además, esta noche nos ha invitado a una fiesta.
-¡Anda! ¡Qué bien! En mi universidad también hacen una especie de fiesta de bienvenida -me explicó-.
Llegamos a casa y mis padres me hicieron mil preguntas por lo que había sucedido aquella mañana. Les pregunté por el tema de la fiesta y accedieron, aunque un poco a regañadientes. Mis hermanos me explicaron su primer día en su nuevo colegio y lo bien que se habían integrado. Al final mis comienzos en Madrid no estarían tan mal.

-¿María Villar? -pregunté por el interfono-.
Estaba llamando a la dirección que me dieron mis padres. Estaba muy nerviosa, el padre de esta chica era alguien importante y no quería causar mala impresión, y aún menos si iba a compartir piso con ella.
-No, soy Pablo -me respondió un chico desde el otro lado-.
-Es que me habían dado esta dirección... -expliqué tímida-.
-¡Venga! ¡Que es broma! Soy su novio. Ahora te abro.
Que chaval más raro -pensé-.
Me abrió por el interfono y subí las tres plantas hasta llegar al 3o 2a. En la puerta había una chica de melena rubia larguísima, con tatuajes bastante random por diferentes partes de su cuerpo. Tenía cierto aire chulesco, pero a la vez informal.
-Eres Alba, ¿no? -me preguntó-.
-Sí -respondí tímidamente-.
-¡Tía encantada de conocerte! ¡Mis padres me han dicho que te cuide mucho y así lo haré! -dijo estrujándome en un abrazo-.
-Igualmente... -dije un poco sorprendida-.
-Pasa, bienvenida a tu nueva casa -me invitó a entrar-.
No era un piso muy grande, pero estaba muy bien decorado, era de un estilo muy personal. Tenía un pequeño recibidor que daba al salón, a un lado había una pequeña terraza y al otro un pasillo que acababa en la cocina. En el pasillo había cuatro puertas, dos habitaciones y dos baños.
-Tu habitación y tu baño son los más cercanos a la cocina -me explicó-.
-Perfecto, muchas gracias -le respondí educadamente-.
-Voy a pedir la comida, ¿te gusta la pizza no?
-Bueno, sí, aunque soy vegetariana e intolerante a la lactosa...
-Madre mía... bueno seguro que hay alguna pizza para ti. ¿Cerveza?
-Vale.
-Bueno te dejo que te vayas organizando, Pablo y yo estaremos en el salón.
Al final había resultado ser una chica bastante dulce, aunque un punto irónica. Empecé a deshacer mi maleta cuando escuché una música muy fuerte que provenía del salón. Me empecé a reír no sé por qué, acabé de organizarme y fui al salón.
María estaba cantando, no tenía un vozarrón pero sí un rollazo tremendo. Se lo pasaba genial. Llamaron al timbre y Pablo fue a recoger las pizzas.
-Alba, tía, estoy organizando la música para esta noche -me dijo-.
-¿Esta noche? -pregunté desconcertada-.
-Sí, he invitado a unos amigos para que los conozcas y celebrar que te has venido a Madrid. Viene la Afri, viene Sabela, Joan, Dave que trae a unas amigas suyas... -me iba diciendo nombres-.
-¡Ah guay!
-Seguro que te caen genial, y ya te acostumbrarás a verlos por aquí.
Menudo inicio en Madrid... ¡Que empiece la fiesta!


Espero que estéis disfrutando de la historia pesetas!
Pronto nuevo capítulo

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2019 ⏰

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