♡La charla♡

10.5K 1K 232
                                    

Bien, tal vez todo había salido bien según la perspectiva de Namjoon y Jungkook nunca vio lo que escondía en su laptop, o tal vez Jungkoook simplemente era un buen actor. 

Namjoon quería creer fielmente en que la primera opción era la correcta y aquello era lo que realmente había ocurrido, pero luego de revisar algunos documentos que su laptop descubrió que algunas cosas habían sido borradas en esas carpetas y otras habían sido agregadas, entonces supo que la segunda opción que había pensado era realmente lo que había ocurrido, y Namjoon quería esconderse en una zanja por el resto de su vida y no salir nunca más de ahí. 

Jungkook había visto los escritos, las canciones, las fotos que Namjoon tenía en su disco duro. Pero no eran escritos, ni fotos, ni canciones normales. 

No, todo eso había sido escrito especialmente para Jungkook, pero nunca había usado eso para sacar alguna canción para la banda. Simplemente eran cosas que dejaba salir para sí mismo. Y las imágenes... eran pura inspiración para él. Ahora había sido descubierto y quería echar a llorar en un rincón de su cuarto (podía entender el hecho de que algunas personas pensaran que él era una persona que al estar en  un problema sabía la manera de resolverlo, y era cierto, en algunas situaciones. Porque tenía sus momentos de estar en la deriva sin saber qué hacer frente a esos problemas, y ese era uno de aquellos, donde quería escapar, o como en ese momento, llorar), sin embargo suspira, dejándose caer sobre la silla de su estudio observando a su alrededor con detenimiento tratando de calmarse un poco, despejar su mente y pensar todo de una manera más objetiva y clara. 

Luego de unos minutos desperdiciados se dio cuenta de que aquello no iba a servirle de nada, seguía siendo carcomido por dentro gracias a sus pensamientos acerca de lo que ocurriría después, estaba siendo ansioso, y lo odia, definitivamente odia sentirse de esa manera por cosas como esa. Sin embargo sabía que la mejor opción que tenía en ese momento era enfrentarse a Jungkook con la verdad, pero tenía miedo. De todas formas tendría que encontrarse con el maknae cuando volviera al dormitorio, estaba aterrado por eso.

Pero entonces, ¿por qué se preocupaba tanto? Por como lo había percibido, Jungkook había actuado como normalmente lo hacía cuando Namjoon lo encontró con su laptop el día que éste la tomó, entonces, ¿por qué se estaba carcomiendo tanto la cabeza? Si Jungkook no había mostrado signos de molestia no entendía porqué se sentía tan ansioso por lo que pasaría cuando lo viera. 

Sin más, y dejando los líos a un lado, se dispuso a escuchar algo de música para tranquilizarse un poco antes de volver a casa, al fin y al cabo no planeaba quedarse encerrado en su estudio todo lo que restaba de su vida. 

Luego de un larga tarde, Namjoon logró concentrarse en su trabajo y se sintió sereno por unas horas, sólo hasta que se encontraba saliendo de la empresa y caminaba hasta su dormitorio, diciéndole al conductor que quería estirar y relajarse un rato, así que ahí fue cuando Namjoon comenzó a caminar hacia el dormitorio, pasando antes por la librería que de vez en cuando visitaba para ojear algunos libros que salían y que le interesaban. Pero esa tarde, a Namjoon no le interesó en ningún libro. A él sólo le interesaba una cosa en específico. Con nombre, apellido y unos lindos ojos marrones que se desaparecían cuando su peculiar risita aparecía. Sonrió inconscientemente al recordarlo, pero inmediatamente también volvió una pizca de su ansiedad, así que sólo decidió salir y parar en una pastelería de la zona, comprando rollos de crema y algunas tartas y unas galletas especiales junto con algo de té para sus compañeros de banda, para su familia. Luego observó a su alrededor y visualizó que vendían un paquete de doce botellas de leche de banana, e inmediatamente lo compró, pensando que a Jungkook le encantaría aquello. 

Al llegar a casa todos se encontraban en sus habitaciones, así que Namjoon los llamó y juntos se sentaron en la mesa que tenían en la cocina , y comieron , charlaron, rieron y bromearon, como siempre. Cada uno le agradeció al líder por aquel detalle y todos volvieron a lo suyo, menos Jungkook que se quedó sentado en su lugar. Namjoon se petrificó y pensó que el menor le reclamaría por el gesto tan de acosador que tenía en su computadora, pero no, Jungkook se quedó sentado observándolo con una pequeña sonrisa mientras sostenía su taza de té.

-Uhm, compré algo para ti- dijo el líder, tratando de hacer que aquel incómodo momento se disolviera, tomó el paquete de galletas que había guardado en la alacena antes de que todos se reunieran en la cocina cuando llegó - también hay leche de banana en el refrigerador, sé que te gusta. 

El menor le miró con una pequeña sonrisa y tomó las galletas, mientras sus preciosos ojos se iluminaban de la emoción. 

-Mis favoritas...-murmuró el castaño, observando las galletas entre sus manos, volviendo a mirar a Namjoon aún con esa sonrisa instalada en su rostro - gracias, hyung. De verdad. 

Namjoon sintió como si su corazón diera vuelta en su pecho y sonrió, asintiendo con su cabeza ante los agradecimientos del pequeño. Olvidando que justamente ese pequeño era la causa de su ansiedad hace unas horas atrás, sin embargo, su bocota se abrió y habló sin querer. 

-Jungkook, sobre lo de mi computadora...- dijo, observando cómo el pequeño ni se inmutaba de eso y sólo seguía mirándole sonriente. 

-¿Hablas de las fotos que guardas de mí en tu computadora?- dice. Y lo dice tan malditamente sereno que Namjoon se pregunta si acaso el menor se estaba burlando de él, pero todo cambia cuando Jungkook se levanta de su lugar y se acerca al líder, mirándole serio - hyung, no me molesta. Es lindo, y entiendo que le avergüencen éste tipo de cosas, pero, es algo muy lindo de su parte, y no estaba seguro de esto hace mucho tiempo, pero...- Jungkook habla tan lento y suave que Namjoon siente cómo su piel se ponía de gallina, se suponía que él era el mayor, ¿por qué se comportaba de esa manera? - hyung, quiero pedirle un favor - exclamó. 

-Jungkook, yo...- Exactamente, Namjoon no sabía qué decir en ese momento, sólo se perdió en la maldita y preciosa mirada de su menor, siendo tan espléndida la manera en la que éste le observaba mientras hablaba - claro, dime - fue lo único que salió de sus labios y lo único a lo que su cerebro pudo formular una respuesta. 

-Hyung, ¿puedes... besarme? 

No hubo respuesta alguna, y la cocina se quedó en completo silencio luego de que aquellas palabras fueran arrojadas al pecho de Namjoon, haciendo que su corazón comenzase a latir como nunca. Sin embargo, tuvo el valor para levantarse de su lugar. Tuvo el valor para tomar al menor de la cintura. Tuvo el valor de abrazarlo contra su cuerpo. Y tuvo el valor de juntar sus labios con los del menor. 

Luego de un largo tiempo, Namjoon por fin tuvo el valor de besar a su mayor sueño hasta ahora, a su felicidad. 

❁~

Volví. 

¡Jungkook quiere un daddy! ;; NamKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora