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   La música suave inunda sus tímpanos mientras traza  desordenadas líneas abstractas que poco a poco van tomando la forma de un boceto.

Se encontraba solo en el apartamento, seguramente Baek estaba bebiendo con sus amigos, coqueteando con cualquier imbécil que se le cruzara o tal vez con su posible amante, realmente no le importa mucho qué está haciendo él en ese momento.

No era un gran talento para el dibujo, pero disfrutaba de ello como un pasatiempo. Aún y tuviera mil y un cosas qué hacer, un poco de distracción siempre es necesario. Una taza de café amargo posaba lo más lejos posible de las hojas en blanco sencillas en las que trata de plasmar sus ideas y su cenicero tenía ya dos colillas apagadas.

Sus cejas juntas, lengua hacia afuera y un asomo de sonrisa eran sus facciones de concentración, como las de un niño pequeño.

La foto que ese día logró tomarle a Jongin era tan perfecta, que incluso sintió ganas de plasmarlo en papel;
Su preciosa y brillante sonrisa, dirigida hacia otro chico que estaba con él cómo en muchas otras ocasiones. Pero esta foto tenía algo distinto, todo el ambiente que rodeaba a la pareja se veía tan cálido... Que sentía la nostalgia presionando contra su caja torácica y enviarlo a días que ahora se sentía tan lejanos. A días dónde las cosas con Baek iban bien y ellos lucían como su modelo y el chico pálido y bajito sentado a su lado que le veía de una forma indescriptible.

No sabía si eran novios o no, pero lucían cómo tal ¿Y quién era él para ponerse celoso de las conquistas del chico al que fotografiaba por hastío? Sonaba estúpido, lo sabía perfectamente, pero así era como se sentía. Jongin era como esa pequeña y resplandeciente luz que hacía que sus días fueran, tal vez no mejores, pero sí más digeribles y soportables.

Al principio, los primeros tres meses, fue por pura curiosidad de ver cómo lucía en fotos el hermosos chico que no recordaba hacer visto nunca en su vida, su un pecado olvidar tal belleza de cualquier modo.

En secundaria le tomaba fotos a Baek todo el tiempo, pero esto era distinto, con Baek nunca sintió ese revoltijo de emociones.
Su vida, a sus ojos; era triste y vacía, pero cuando veía a Jongin sonriendo o dando vueltas por el campus con su elegancia y precisión, casi de manera mágica, como si se tratara de un ángel. Él sentía que toda su negatividad se mezclaba con el resplandor positivo y lleno de optimismo que el moreno desbordaba por cada uno de sus poros.

Jongin era el arte en su forma física.

«¿Esto realmente tiene sentido?» se pregunta mentalmente al darse cuenta de la divagación de sus torpes pensamientos.

Se da un descanso para ver los detalles que falten a su dibujo y enciende su tercer cigarrillo de la noche. Baekhyun odia que fume ya que odia el olor a tabaco.
Pero a falta de alguien que lo regañe como si fuese un crío puede darse ese pequeño lujo.

Murmura las palabras que no tiene la más mínima idea de lo que significan, sólo sabe que es triste por el sentimiento del vocalista al cantar y las tomadas suaves de piano y guitarra.
Se interrumpe a sí mismo para dar una calada a su cilindro de toxicidad que posiblemente sea el causante de su muerte temprana y dar un trago a su bebida con sabor amargo.

Son las tres de la mañana cuando el dibujo por fin está terminado; con todos los detalles que es capaz de dar y con la atención claramente puesta en el chico de piel bronceada. Bebió cuatro tazas de café y fumó cuatro cigarrillos, debía levantarse a las siete y Baek aún no llegaba a casa pero, sinceramente, seguía sin importarle.

Se levantó del suelo de la sala, quitó sus cosas de la mesa para café y las puso cuidadosamente en una carpeta.
Sonrió hacia la foto y la volteó para leer lo escrito ahí;

Domingo, 14 de Abril:

Estabas con tu ¿Novio? No sé quién sea. Pero tu sonrisa es más amplia y hermosa cuando estás con él, y eso me encanta, porque si tú sonríes de esa manera; significa que yo no tendré un día tan mierda.

Puso la fotografía en el álbum al que correspondía y lo guardo junto a los demás, limpió la sala, vació el cenicero en el bote de la basura, se aseguró de apagar todas las luces y se fue a acostar en la cama que compartía con Baekhyun.

Esa noche, como tantas otras, soñó con la preciosa sonrisa de Jongin y como era dirigida a otros que no eran él, en cómo Baek era una dulzura con todos menos con él y en como la vida parecía ser bonita para todos menos para él.

Sus pesadillas, y todo en general, eran una mierda.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2018 ⏰

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